
El rover Perseverance de la NASA, que explora el borde del cráter Jezero en Marte, ha encontrado varias rocas inusuales que no parecen estar en su lugar original, una con aspecto de chapa metálica.
Desde diciembre, el rover ha estado descendiendo por una alta ladera llamada Colina de Hamamelis, que los científicos esperan que proporcione pistas sobre el clima pasado de Marte.
El 11 de abril, Perseverance se detuvo en un límite geológico visualmente distintivo donde se encuentran afloramientos rocosos claros y oscuros. Allí, una roca en particular, apodada Skull Hill (Colina de la Calavera), destacaba sobre la superficie circundante, clara y llena de rocas, debido a su color oscuro, forma angular y textura irregular, según el blog de misión de la NASA.
La región, llamada Port Anson, contiene varias rocas de este tipo que podrían haber sido transportadas desde otros lugares, según los científicos. Conocidas como ‘flotaciones’, estas rocas sueltas probablemente recorrieron grandes distancias hace miles de millones de años, cuando Marte poseía un entorno más cálido y húmedo, con ríos, lagos y posiblemente incluso océanos. A medida que el agua retrocedió y el material circundante, más blando, se erosionó durante eones, las rocas más resistentes permanecieron encaramadas en el suelo marciano.
“Hemos encontrado algunas de estas flotaciones de tonos oscuros en la región de Port Anson. El equipo está trabajando para comprender mejor el origen de estas rocas y cómo llegaron aquí“, señala el blog.
Las hendiduras en Skull Hill podrían haberse formado de dos maneras. Pequeños fragmentos podrían haberse desprendido y erosionado, dejando los agujeros. Otra posibilidad es que los vientos marcianos, que transportaban diminutas partículas de polvo y roca, actuaran como papel de lija, desgastando lentamente la superficie de la roca y creando las fosas.
PODRÍAN SER METEORITOS
El tono oscuro de esta y otras rocas ‘fuera de lugar’ podría sugerir que se trata de meteoritos, pero un análisis reciente de sus datos químicos, realizado con el instrumento SuperCam de Perseverance, indica que su composición no coincide con la de un meteorito típico.
Alternativamente, estas rocas oscuras podrían tener origen volcánico. Tanto en la Tierra como en Marte, se sabe que minerales como el olivino, el piroxeno y la biotita confieren a las rocas ígneas su color oscuro. Si estas rocas son realmente ígneas, podrían provenir de formaciones rocosas volcánicas cercanas que se han erosionado, o podrían haber sido expulsadas del suelo por un cráter de impacto que excavó capas volcánicas más profundas.
“Por suerte para nosotros, el rover cuenta con instrumentos que pueden medir la composición química de las rocas de Marte”, según el blog. “Comprender la composición de estas partículas de tonos más oscuros ayudará al equipo a interpretar el origen de esta roca única”.