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El Lago La Colorada, ecosistema acuático esencial para la biodiversidad y diversos servicios ecosistémicos en Los Tuxtlas, Veracruz, enfrenta problemas de contaminación, por lo que se requieren estrategias de conservación y manejo sostenible con participación ciudadana.

Los servicios ecosistémicos de un lago cráter

Ecología Lago La Colorado , en la sierra de Los Tuxtlas, Veracruz. (Alma Caicero)

Los ecosistemas acuáticos son de vital importancia por la gran biodiversidad que albergan y los servicios ecosistémicos (SE) que brindan a la sociedad. Los SE incluyen provisión de agua y alimentos, regulación climática de fenómenos naturales y servicios culturales (identidad cultural y recreación). Por otra parte, la degradación de estos servicios impacta en los medios de vida, la salud, la cultura y la economía local.

La Colorada es un lago cráter ubicado en las proximidades del volcán San Martín, en la Sierra de los Tuxtlas, Veracruz (Foto 1). En sus alrededores habitan dos comunidades rurales, que realizan actividades como la acuacultura, pesca y ganadería en el lago desde hace mucho tiempo.

Con el fin de explorar la percepción de los habitantes sobre los cambios que han ocurrido en el lago a lo largo del tiempo, y comparar con la evaluación reciente realizada en una tesis de Maestría del Colegio de Veracruz, se llevó a cabo un taller participativo con personas de las dos comunidades aplicando herramientas participativas basadas en el trabajo de Geilfus (2009). Se pudo identificar la coincidencia entre los hallazgos de la investigación actual sobre la dinámica del lago y las percepciones locales de los cambios ocurridos a través de los años.

Las comunidades locales reconocieron un alto valor de los SE del lago, ya que a lo largo de los años les ha proporcionado múltiples beneficios y la base de sus medios de vida. Por ejemplo, en la década de los 2000, las comunidades colocaron las primeras jaulas para la cría de mojarras y establecieron dos cooperativas pesqueras, que han constituido una fuente importante de ingresos económicos. Por otro lado, las personas valoran el servicio de recreación, ya que —comentaron— anteriormente los niños se divertían jugando y nadando dentro del lago. Otros beneficios han sido el suministro de agua para realizar labores domésticas y para el ganado, la regulación del clima y el hábitat de flora y fauna. Sin embargo, es claro que diversas acciones humanas han favorecido el proceso de eutrofización del lago (enriquecimiento de nutrientes, principalmente fósforo), provocando el deterioro de la calidad del agua y la pérdida de SE. Por ejemplo, de años atrás ha habido problemas de deforestación, además del uso cotidiano de detergentes químicos para limpieza doméstica.

Entre los cambios percibidos por los habitantes se encuentran las variaciones de la coloración del agua (de verde, a amarillo, a rojo) y la formación de “natillas blancas” sobre la superficie del agua en diferentes temporadas. Esto fue identificado por el equipo de investigación, que es debido a la presencia de microalgas que pueden formar estas natas, como algunas cianobacterias que pueden alterar la dinámica del lago (Foto 2). Además, para las personas, con el paso de los años ha habido una disminución en la cantidad de peces, pepesca (un pez endémico del Lago de Catemaco) y tegogolos, afectando sus medios de vida. Asimismo, las personas son capaces de percibir cambios de temperatura en el lago a través del tiempo. En particular en la temporada de calor refieren que la temperatura es más alta en la superficie que en el fondo; lo cual se debe a que en la temporada de calor se forman tres capas de agua con diferencias de temperatura y densidad, conocida como estratificación térmica. En invierno, no detectan estos cambios y esto es debido a que en esta época la temperatura de la superficie disminuye y se iguala a la del fondo, favoreciendo que la columna de agua se mezcle.

Las comunidades reconocieron que uno de los principales problemas que ha favorecido el deterioro de la calidad del agua ha sido la pérdida de la vegetación en los márgenes del lago (Foto 3) lo que implica mayor erosión de las orillas, menos sombra y regulación de la temperatura a nivel local, así como la reducción del hábitat y refugio para la fauna. Las comunidades también han percibido una mayor turbidez del agua en la temporada de calor, mientras que en invierno es más cristalina.

En este contexto, para mejorar la situación del lago es necesario implementar estrategias de restauración y manejo sostenible, por ejemplo, promover la reforestación con árboles nativos en las áreas circundantes del lago, la reducción de detergentes con fosfatos y brigadas de limpieza de residuos sólidos. Por otro lado, la continuidad en el monitoreo de la calidad del agua y el comunicar la información a las comunidades y autoridades locales, podrían contribuir al desarrollo de estrategias participativas de gestión hídrica.

Agradecimientos: Proyecto “Cambio ambiental e impacto humano en la región de Los Tuxtlas: pasado y presente”, PAPIIT- UNAM (IN104623). Instituto de Geofísica, UNAM-Instituto de Ecología, A.C.

Geilfus, F. 2009. 80 herramientas para el desarrollo participativo: diagnóstico, planificación, monitoreo y evaluación. Ed. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.

1 Maestría del Colegio de Veracruz. e-mail: apcaiceroc.mdrs23@colver.edu.mx

2 Red de Ambiente y Sustentabilidad, Instituto de Ecología, A.C. e-mail: citlalli.gonzalez@inecol.mx

3 Colegio de Veracruz. e-mail: hlopez@colver.info

4 Laboratorio de Paleolimnología, Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Ciudad de México, México. e-mail: maga@igeofisica.unam.mx

5Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología, A.C. e-mail: gabriela.vazquez@inecol.mx

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