Academia

Adaptan a México modelo para enseñar programación a menores entre 5 y 17 años

El proyecto Future School ya tiene desarrollos realizados por los niños, como una app para medir y cuidar el consumo de agua en los hogares, y pronto serán presentados, dice Marco Rojas

Niña usando una computadora portátil
Las habilidades que han desarrollado los niños tiene que ver con mejorar procesos lógico-matemáticos, pero también con encarar retos. Las habilidades que han desarrollado los niños tiene que ver con mejorar procesos lógico-matemáticos, pero también con encarar retos. (First,Day,At,School.,Cute,And,Happy,Little,Girl,Children/Shutterstock)

La infancia en México está experimentando una transformación tecnológica más profunda de lo que la mayoría de los adultos alcanza a percibir. En el año 2021, al menos 6 mil menores de edad mexicanos, de entre 5 y 18 años, participaron en un programa innovador de educación tecnológica que les permite aprender programación de videojuegos, apps y otro tipo de software de servicios, gracias a un entrenamiento impartido conjuntamente por la compañía de educación tecnológica BYJU'S Future School y por la compañía creadora del videojuego de construcción virtual Minecrafts, que ya se usa en otros programas educativos en diferentes partes del mundo.

En entrevista con Crónica, Marco Rojas, Curriculum & Training Lead de BYJU’S Future School, explicó que los menores de edad cuentan con habilidades naturales de su edad que se fortalecen con los aprendizajes de programación, como la curiosidad, la voluntad para resolver un problema, el uso de habilidades matemáticas y el pensar en los otros.

El proyecto comienza a rendir frutos y en los próximos meses presentarán algunos de los programas que ya han sido desarrollados por los niños, como una App para medir y cuidar el consumo de agua en los hogares, desarrollado en los talleres de BYJU'S Future School

Infancia temprana.

En México, los procesos escolares oficiales consideran que una niña o niño puede entrar a la primaria con seis años cumplidos. Idealmente, a esa edad el menor ya debe conocer los primeros diez números, distinguir entre las letras vocales y consonantes, así como distinguir entre las figuras geométricas más comunes: círculo, triángulo, cuadrado y rectángulo. A partir de esos conocimientos fundamentales, Future School establece ejercicios y juegos con los cuales los niños pueden tomar bloques previamente preparados con el sistema Minecraft para construir algunos módulos e instrucciones para programación.

“Este programa va dirigido a niños desde 5 años, hasta adolescentes que están por cumplir 18. En las etapas tempranas nosotros vemos que está muy presente la conducta creativa en los niños y muchos pedagogos han observado que esta parte debe ser fomentada porque la educación tradicional ataca a esta creatividad y en lugar de cultivarla la rome. El modelo que nosotros estamos llevando a los niños trata de potenciar las habilidades creativas del niño, las engloba y las hace interdisciplinarias y transversales”, explica Marco Rojas.

Para que los menores se involucren más con la programación los cursos se realizan de manera individual pues las clases se imparte de manera virtual con 600 maestras, expertas en pedagogía y programación de cómputo, que trabajan con cada uno de los niños en sesiones semanales.

“La metodología se basa en tres pilares: la formación de las maestras, la adopción de la mejor tecnología para la enseñanza, y el fomentar la creatividad de los alumnos. Juntos generan una sinergia que está dirigida a que los niños puedan resolver un reto creativo que ellos mismos se han planteado. La semana pasada, en México, logramos concluir y presentar la primera App realizada por una niña de once años, que se llamará Gotita Feliz y sirve para cuidar el consumo doméstico de agua. Estos son ejemplos de que el programa educativo funciona bien y que debemos dar seguimiento a los niños, desde etapas tempranas hasta adolescencia”, agrega Rojas, líder de Currícula y Entrenamiento.

Los niños que se incorporan al proceso un poco más grandes no tienen dificultades mayores para integrarse a la dinámica creativa que les proponen las maestras, debido a que la mayoría de ellos ya tienen experiencia de contacto previo con dispositivos electrónicos.

“Vemos que los niños usan mucho la tecnología; muchos niños han crecido rodeados de celulares, tabletas o computadoras portátiles, pero nuestro programa no se limita a formar niños que privilegian la reacción frente a la pantalla. Al involucrarlos en el mundo de la programación vemos cómo los niños usan mucho la reflexión, pues crear soluciones a problemas requiere reflexionar. De manera muy exitosa hemos logrado que los niños y adolescentes mantengan viva la etapa en la que se la pasan preguntando: pero por qué funciona esto así o por qué esto es así. Lo hacemos en contextos creativos, como es el videojuego Minecraft, que les encanta porque los niños pueden entender cómo es que un videojuego hace lo que hace: cómo es que se logra que un personaje salte, cómo es que una combinación de botones hace que salte más alto o que haga un movimiento complejo. Usamos ese contexto de aprendizaje que une el encanto que generan los videojuegos, con la curiosidad natural de tratar de entender cómo funcionan por dentro o cómo puedes crear un nuevo reto dentro de él. Esto es algo que los niños hacen con mucha frecuencia, imaginar qué reto nuevo podrían ponerle a un juego”, añade Marco Rojas.

Videojuegos que educan.

Una de las preocupaciones compartidas por millones de padres en todo el mundo es el hecho de que los niños pasen demasiado tiempo jugando videojuegos o interactuando con otras aplicaciones o programas en pantallas. El programa de BYJU’S aprovecha esa curiosidad natural de los niños y adolescentes hacia la tecnología y le da un cauce que use ese interés como combustible o energía que les ayude a desarrollar otras habilidades, que le servirán en el mundo real o no sólo en el virtual.

“No sólo nos interesa que los niños generen buenas habilidades académicas sino de personalidad. Son personas que se van a enfocar más en las tareas que deben resolver, son más concentrados porque en los juegos de programación usan algoritmos y los algoritmos son una serie de pasos que los van a llevar a alcanzar un cometido. Además, los niños que están participando en este programa desarrollan habilidades lógico-matemáticas por encima del promedio y porque aprenden a resolver problemas y retos, y aprenden a pensar en que su trabajo pueda ser de ayuda a los demás, como ocurre con esta App que ya desarrolló una niña mexicana, llamada Gotita feliz. Esto lo creó la niña para que su familia y otros niños tengan conciencia de cuánto se gasta cuando se hace una actividad como cepillarse los dientes o cuando se bañan. Ese es el camino que nosotros queremos caminar; un camino con componentes pedagógicas, técnicas y valores enfocados en pensar en el otro. Nuestro trabajo no aspira a quedarse en el aula virtual sino en ayudar a que los niños sean mejores seres humanos”, explica el vocero del proyecto conjunto de BYJU’S Future School y el videojuego Minecraft.

El nombre de BYJU’S proviene del nombre propio de uno de sus dos fundadores, el programador y emprendedor de India Byju Raveendran, quien generó la idea junto con Divya Gokulnath.

Minecraft tiene muchos usos educativos.

El videojuego Minecraft, creado en Suecia y adquirido por la compañía Microsoft, ya había sido usado en muchas escuelas del mundo como materia para introducción a la computación. El videojuego permite construir escenarios y acciones de videojuegos por medio de una arquitectura de bloques o ladrillos. En las escuelas se enseña a niños a usarlo como primera aproximación general al cómputo. En el caso del proyecto de BYJU’S, las maestras que trabajan con los niños son expertas en programación y apoyan para crear nuevos retos.

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