El axolote se ha popularizado, vemos cómo lo han tomado de modelo para Pokémon o para la película “Cómo entrenar a tu dragón”; apareció en los billetes de 50 pesos e incluso apareció en el juego Minecraft –que generó una explosión en el interés de los niños a nivel internacional–. “Todo el mundo quiere un axolote”, señala el investigador Luis Zambrano, pero la sociedad no hace mucho para ayudar a su sobrevivencia.
Los investigadores trabajan fuerte, al igual que los chinamperos para mantener este hábitat, añade, sin embargo, la sociedad poco aporta y sólo quieren tener axolotes en sus computadoras o peceras. “Por eso, decidimos hacer un llamado a la sociedad: los axolotes no pueden solos, los chinamperos no pueden solos y aunque hemos recibido diferentes financiamientos gubernamentales, ahora requerimos del apoyo de más sectores de la población”, dijo el académico.
Es por ello que investigadores y académicos del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología (IB) de la UNAM lanzaron la campaña internacional “Adopt Axolotl” (Adopta un Axolote), con la cual buscan recaudar fondos para la conservación y restauración del hábitat de esta especie endémica de Xochimilco.
Luis Zambrano, investigador de la institución, recordó que en los canales de Xochimilco se calcula la existencia de 36 axolotes por kilómetro cuadrado, de acuerdo al censo de 2014 realizado por su laboratorio. El primer censo (1998), a cargo de Virginia Graue –profesora de la UAM Xochimilco– calculó seis mil por km2; los censos posteriores del Laboratorio de Restauración Ecológica del IB calcularon mil en 2014 y cien en 2008.
“Hemos emprendido esta campaña a partir de una serie de cosas de las que nos hemos dado cuenta después de 20 años de investigación”, dijo Zambrano en conferencia en el Pabellón de Nacional de la Biodiversidad, en Ciudad Universitaria. A lo largo de este periodo, añadió, han detectado tres grandes problemas que han vulnerado al axolote y su hábitat en los canales de Xochimilco: urbanización, mala calidad del agua y especies introducidas (carpa y tilapia), y que se pueden contrarrestar con un desarrollo sustentable del sistema de chinampas.
Para ello, los académicos han diseñado “chinampas-refugio”, donde los axolotes están protegidos de la ampliación de la mancha urbana; compuestas por sistemas de filtración de agua y que los mantiene alejados de las especies invasoras.
DONA YA.
Los interesados pueden donar desde 200 pesos hasta 100 mil pesos en diferentes esquemas.
En su oportunidad, la coordinadora de la campaña, Diana Laura Vázquez Mendoza, explicó que tienen dos esquemas de donación directa: "Invita a cenar a un axolote", para los insumos del mantenimiento de la colonia; y otro que se llama "Tunea la casa del axolote", dirigido al mantenimiento de chinampas-refugio en Xochimilco.
"Invitar a cenar a un axolote", explicó, generará recursos para el laboratorio, financiar insumos de la colonia para su mantenimiento y cuidado. El segundo programa generará recursos para el mantenimiento y rehabilitación de las Chinampas refugio en Xochimilco.
Los esquemas de adopción virtual consisten en un donativo mensual, semestral o anual, con los que se proporcionarán recursos para adoptar a un axolote que es monitoreado en su hábitat y al cual el donador podrá nombrar por el periodo de su membresía. El otro esquema es para adoptar una casa de axolote, es decir, proporcionar recursos para el mantenimiento de las Chinampas refugio y la producción sustentable de éstas.
Los paquetes incluyen artículos y certificados oficiales de adopción, posters e incluso visitas a las Chinampas refugio. Los cuatro diferentes tipos de donativos pueden consultarse y comprarse en la página web de Tienda UNAM. "Si quieren saber cómo apoyar al axolote y a Xochimilco, esta es una de las opciones", enfatizó a su vez Zambrano, quien refirió que puede ser un regalo otorgar un certificado de adopción en las fiestas decembrinas.
Diana Vázquez apuntó que los programas contribuirán a la restauración ecológica de las Chinampas y al apoyo de los chinamperos, además de contribuir a la investigación en conservación de la vida nativa y fortalecimiento de las prácticas agrícolas de la región.
Apuntó además que existe una percepción de que los productos agrícolas de Xochimilco no son de buena calidad, por lo que el proyecto también busca el fortalecimiento comercial de productos de la chinampa. “Esto a su vez da certeza a los consumidores de cuáles son las prácticas detrás de un alimento generado por chinamperos, quienes enfrentan muchas las barreras de comercialización por estigmas que poco han cambiado a través de los años; por ejemplo, a pesar de los distintivos que proporcionamos a sus productos de calidad, a muchos se les queda más del 60% de la cosecha, dato alarmante si queremos orientar el consumo hacia prácticas que nos ayudarán a resolver un poco esta crisis climática”.
Agregó que, de esta forma, la campaña también es un mecanismo para que la población comprenda no sólo la importancia de los axolotes, sino de su hábitat y de las personas encargadas de ésta, los chinamperos. “Se trata, en el panorama más amplio, de un proyecto de educación ambiental”.
XOCHIMILCO MÁS ALLÁ DE LA PARRANDA.
Luis Zambrano señala que parte del proyecto es retomar la visión que teníamos de hace 50 años hacia atrás de Xochimilco. “Desde hace 1500 años ha sido un lugar de producción agrícola de gran importancia, pero hace 50 años esta visión cambió: lo hemos visto como un lugar de extracción y de un turismo que no es amigable con el ambiente; en vez de considerarlo como un lugar arqueológico que se debe cuidar, lo asumimos como el sitio para ir de fiesta y parranda, cuando que está vivo y es parte de nuestra raíz cultural. Está viva porque seguimos recibiendo beneficios del ecosistema”.
Zambrano añade que regresar a ese Xochimilco y su cultura chinampera es el objetivo de fondo de esta campaña y la investigación, que impacta de forma directa en los productores y el ecosistema de la región. “Regresemos ahí para volver más resiliente a la ciudad y atacar las grandes crisis ambientales globales, empezando por lo local. Los mexicanos, los chilangos, podemos hacer muchísimo apoyado y preservando uno de los grandes ecosistemas tan importantes para el planeta, Xochimilco”.
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