El martes por la tarde se llevó a cabo un encuentro virtual entre directivos del Conacyt, el CIDE y los estudiantes representantes de su Asamblea, donde la titular de la dependencia, Elena Álvarez-Buylla, se comprometió a asistir y continuar el diálogo en las instalaciones de este Centro Público de Investigación con el objetivo de que las entreguen.
“Asistiré personalmente con el equipo del CIDE a sus instalaciones para ver y conocer a la mayor parte de la comunidad. Abriremos la convocatoria y espero que el CIDE se abra y dé la bienvenida a todos los administrativos académicos; vamos a fijar si es el jueves con este dando y dando pajarito volando…”. Álvarez-Buylla se comprometió a asistir a las instalaciones del CIDE a las 16 horas.
En el diálogo, que inició de forma ríspida y terminó de forma tersa, la directora de Conacyt se comprometió además a firmar una carta de no represalias a los estudiantes del CIDE, quienes citaron desde la semana pasada a la funcionaria, cuyo desdén detonó la marcha del sábado pasado que culminó con una protesta frente a las instalaciones de la dependencia.
Durante el diálogo, uno de los estudiantes también solicitó el reconocimiento de las autoridades a la Asamblea del CIDE, así como una disculpa pública por desvirtuar el movimiento estudiantil –“al interior del CIDE existen grupos de interés que se oponen al cambio y transformación de la institución”, dice el Aviso informativo de Conacyt del 28 de noviembre–, así como dichos del director José Romero Tellaeche –quien expresó que a lo largo del cisma ha sido violentado y agredido públicamente– que “dañaron y enfurecieron” a la comunidad. Esperamos una disculpa pública”.
Sin responder al tema de la disculpa, la directora de Conacyt dijo que redactarán una carta en la que “reconocemos el interés genuino del movimiento estudiantil del CIDE, sus formas de organización y representación, incluida la Asamblea, para participar ¬–una vez liberadas las instalaciones– en un congreso donde se revise las formas democráticas de participación del estudiantado, planes de estudio y los cuerpos académicos, incluso aspectos de la norma y organización, con resultados que marcarán pauta”.
Por otra parte, ante los cuestionamientos sobre la falta de pagos por ingresos extraordinarios que reciben los académicos del CIDE y los Centros Públicos de Investigación, ante la desaparición de los fideicomisos, Álvarez-Buylla dijo que los recursos “ya se encuentran en las cuentas patrimoniales” y que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aprobaría su entrega antes de que finalice el año.
IMPOSICIÓN, LA DE SALINAS.
Adicionalmente, la directora de Conacyt reiteró que “todes los estudiantes” aceptados al CIDE contarán con una beca y no pagarán colegiatura y agregó que Conacyt y la nueva dirección del centro de investigación “no tienen una agenda de limpia” e ideologización, “sino de apertura, diversificación y discusión profunda de cara a los retos del país con una visión crítica”.
Álvarez-Buylla manifestó que la actual dirección del CIDE no es de imposición ni desmantelamiento, como ocurrió “cuando Salinas de Gortari le pidió a Bazdresch… no sé si conocen esa historia porque son muy jóvenes, en aquella ocasión se desmanteló el CIDE (…) Eso no sucede más, sé que es una sombra, un fantasma que está por los pasillos del CIDE, en este gobierno y en esta dirección no somos de ese tipo de visión autoritaria, casi un tipo de fascismo, de imponer un pensamiento único. No hay nada que pueda ser más destructor de una institución académica que la imposición de un solo pensamiento”, dijo la directora del Conacyt.
El movimiento estudiantil y Asamblea General del CIDE ha recibido muestras de apoyo institucional de personal académico de alrededor de medio centenar de universidades públicas y privadas, instituciones de educación superior, Centros Conacyt, organizaciones y asociaciones académicas, sindicatos y asociaciones de ex alumnos y alumnos en universidades fuera del país.
Destituciones, nada personal
Adicionalmente, sobre los cuestionamientos reiterados de la destitución de Alejandro Madrazo y Catherine Andrews en sus puestos administrativos, Romero Tellaeche dijo que actuó de manera institucional. La “perdida de confianza” de Madrazo Lajous fue por la utilización de la plataforma institucional del CIDE para una “agenda política y personal”, que como funcionario fue incorrecta. Sobre Andrews reiteró que fue por no detener la reunión de las Comisiones Dictaminadoras hasta después de la elección del director general. “No me hizo caso por lo que le pedí que se hiciera a un lado del cargo. Entiendo el cariño que le tienen, pero no fue personal, no acató una decisión que tome”. Finalmente, Romero dijo que “ya pasó el momento de tirar cuetes y es momento de recoger varas”.
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