Academia

Álvarez-Buylla: los problemas en el CIDE son culpa de su exdirector, López-Ayllón

La directora de Conacyt señaló al académico por la situación en la que dejó la institución y por manejarla como una privada

Protesta contra la Academia
La comunidad del CIDE expuso por qué también ha sido agraviada por Elena Álvarez-Buylla y Conacyt. La comunidad del CIDE expuso por qué también ha sido agraviada por Elena Álvarez-Buylla y Conacyt. (Adrián Contreras)

El cisma en el CIDE es culpa del director saliente y no de la actual administración, señaló la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Elena Álvarez-Buylla. La semana pasada, durante la “reunión de trabajo” a distancia con diputados y senadores de las comisiones de ciencia y tecnología, la funcionaria fue cuestionada por los problemas por los que ha atravesado el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), cuyas manifestaciones y acercamiento con legisladores contribuyó a concretar la “sesión de trabajo” de la directora de Conacyt.

En la sesión de más de cinco horas, legisladores realizaron cuestionamientos algunos puntuales, algunos otros a modo, unos más sin precisión y con intenciones de desgaste o adulación política. Entre los raudales de temas, el del CIDE fue inevitable y fue parcialmente respondido por la funcionaria.

El primero en hacer referencia al tema fue el presidente de la comisión de Ciencia y Tecnología en el Senado, el priista Jorge Carlos Marín. “Aquí hemos recibido a maestros, académicos, trabajadores, alumnos y la demanda es la misma: que nos den la cara, que nos den las explicaciones a nosotros, que nos hagan caso. ¿Cuándo hará esto el Conacyt?”.

En una de sus oportunidades, Álvarez-Buylla dijo que enviaría a los legisladores información de cuál fue la condición del CIDE que dejó el ex director de la institución, Sergio López-Ayllón, “porque creo que muchos de los problemas y la situación tan preocupante que algunos ven del CIDE no es resultado de la actual administración, del doctor José Antonio Romero, el nuevo director –para cuya designación se hizo un seguimiento estricto conforme a la norma–, sino es resultado de la gestión del director saliente”.

Adicionalmente, invitó a la comunidad del CIDE a que no se preocupen por su futuro en términos educativos, laborales o sobre su investigación. “Por supuesto que acudan directamente con su director general y si hay demandas concretas que deba atender la dirección general de Conacyt, como cabeza de sector, lo atenderemos sin ninguna limitación, pero enviaremos estas notas [a los legisladores] para su información y detalle de esto que estoy asegurando en cuanto a la designación y a la responsabilidad de la situación del CIDE y a la disponibilidad de recursos para los programas de estudio y proyectos de investigación”.

SIN ACTA VÁLIDA.

Más adelante en la sesión, la senadora por Jalisco de Movimiento Ciudadano, Verónica Delgadillo, hizo un señalamiento más puntual sobre lo que la comunidad del CIDE ha externado sin descanso desde la elección de José Romero: se ha denunciado “intromisión directa de integrantes de la actual administración en los procesos internos de instituciones académicas, como el CIDE, el cual fue reiteradamente señalado por todas sus irregularidades y por el manejo opaco de su procedimiento. Por eso pregunto: ¿por qué se negó tanto tiempo en hacer pública el acta de nombramiento de José Romero?, ¿por qué ahora que el acta es pública, no cuenta con las firmas debidas?, ¿por qué no permitió una votación por parte del órgano de gobierno?”.

Ante los raudales de cuestionamientos y un formato limitado que incomodó a muchos legisladores, la directora de Conacyt no dio una respuesta puntual al señalamiento de la senadora. No obstante, respondió ante el cuestionamiento de otro legislador sobre cómo hacer a los Centros Públicos de Investigación (como el CIDE) verdaderamente “públicos”.

Como ejemplo, señaló de nuevo a López-Ayllón: “El ex director del CIDE, que probablemente por eso finalmente decidió renunciar, dio cuenta de que durante los años previos a su renuncia el CIDE, así como muchos colegas de la institución, habían funcionado como si estuvieran en una entidad privada (SIC). Para que dejen en los hechos de fungir como instituciones privadas se eliminaron las cuotas…”.

Hacia la sesión de réplicas finales, la senadora insistió en la falta de respuesta a sus señalamientos y al “proceso opaco” de la elección de José Romero. “Ojalá se le puedan dar respuesta a los señalamientos con evidencias, porque las evidencias de los señalamientos están ahí”.

Cinco horas después…

Jorge Carlos Marín insistió también en el tema y le hizo a la directora de Conacyt la sugerencia de que escuche a la comunidad del CIDE, que ha asistido al Congreso de la Unión, puesto que no se sienten escuchados y quienes han externado no se les ha dado la oportunidad de ofrecer argumentos.

“Una vez más, reiteramos que el Congreso es un puente válido, viable, me subo propuesta de hacer de las cámaras de Diputados y Senadores los vehículos para llegar a acuerdos y consensos por encima de descalificaciones y construir mayoría con grupos sin etiquetarlos, sin clasificarlos, en beneficio de la ciencia”.

Cerró puntualizando otros temas pendientes que no han tenido una respuesta clara por parte de la funcionaria: “¿Por qué nos negamos a reconocer a sindicato independiente de ex trabajadores de Cátedras?, ¿Por qué la negativa de escuchar demandas disidentes?, ¿por qué perseguimos y señalamos una corrección y desestimamos acusaciones de plagio para formar parte del SNI? (…) Hay que dejar de estigmatizar a la ciencia y a los científicos, ir directo contra los que rompen las normas, pero unir a la comunidad en torno al progreso del país”.

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