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Avala certificación internacional calidaden los servicios del Instituto de Física

Los laboratorios LEMA, LANCIC y LAREC cuentan con el certificado ISO9001; sus resultados son verídicos, verificables y rastreables

Investigadora de la UNAM recibe el Premio Nacional de Ciencias 2023
Los certificados de los laboratorios del IF de la UNAM Los certificados de los laboratorios del IF de la UNAM (UNAM)

Tres laboratorios del Instituto de Física (IF) de la UNAM, donde se estudian desde objetos históricos como huesos de mamut hasta moléculas útiles en la industria farmacéutica, recibieron el certificado estándar internacional de calidad ISO9001, informó la directora de la entidad universitaria, Ana Cecilia Noguez Garrido.

Se trata de LEMA, LANCIC y LAREC los cuales fueron analizados por una entidad externa, lo que significa el reconocimiento internacional de que los resultados obtenidos son verídicos, verificables y rastreables.

Noguez Garrido reflexionó: “Hay un beneficio, obviamente, que es una derrama hacia afuera en la garantía que ofrecen los servicios en el Instituto, y hemos llegado a un grado tal de maduración de los laboratorios que pueden realizar estos procesos y competir con otras instalaciones en el mundo”.

Como parte del programa de Gestión de Calidad del IF, la también investigadora explicó que varios de los casi 50 laboratorios que alberga serán certificados en la calidad de sus labores; el siguiente será el Central de Microscopía, primer espacio donde se hizo microscopía electrónica en México.

La calidad y el compromiso de quienes integran el Instituto permitió que durante la pandemia se realizaran proyectos COVID-19, especialmente pruebas para medir la eficiencia del material de protección médico y de cubrebocas; se determinó que los elaborados con tres capas de poliéster (tipo camiseta), material que no crea bacterias, se pueden lavar, duran más y son tan eficientes como un KN95.

Trabajo de calidad

De las instalaciones revisadas y certificadas, el Laboratorio Nacional de Espectrometría de Masas con Aceleradores (LEMA) renovó la certificación de la norma ISO9001:2015 por su trabajo en la datación por carbono 14 (14C), que obtuvo inicialmente en 2018, explicó Corina Solís Rosales, responsable de este espacio de investigación.

En el LEMA se puede analizar y conocer la edad de un organismo al buscar partículas de una variedad específica del 14C. De acuerdo con la cantidad de partículas de este elemento, es la antigüedad del objeto estudiado.

Hasta ahora, precisó, el más antiguo que han datado fue una defensa de mamut que pertenece al Museo Soumaya, el cual tiene aproximadamente 42 mil años; además fecharon la presencia humana en América mediante muestras de materia orgánica provenientes de una cueva de Zacatecas, que remonta su existencia antes del último periodo glacial, es decir, hace 26 mil años.

“Nuestros principales usuarios son arqueólogos y, en consecuencia, trabajamos con las diferentes dependencias del INAH en los estados, y la Ciudad de México; con otras universidades como la Autónoma de Zacatecas, la Autónoma Metropolitana, con diferentes facultades de la UNAM, además de gente que hace geofísica o hidrología, ciencias ambientales; también hacemos análisis de obras de arte y ciencia forense”, detalló.

A su vez, el titular del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC), José Luis Ruvalcaba Sil, detalló que la certificación les permitirá trabajar con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estudio de restos óseos de la época prehispánica, pintura mural y otros materiales diversos; además de ofrecer servicios para empresas que se dedican a la restauración para realizar diagnóstico de alguna obra y les permita tomar decisiones sobre cómo intervenirla.

En este caso, la certificación fue por el uso de una técnica llamada Fluorescencia de rayos X, que se realiza con un equipo portátil; es un método de trabajo para analizar la composición química de pinturas o piezas del patrimonio cultural, los cuales son complejos ya que pueden estar formados por varias capas de materiales, varios no se pueden mover, de ahí que los expertos universitarios deben ir al sitio para analizarlos.

“Esta técnica de la que hablo es no destructiva, se puede aplicar de manera no invasiva, porque muchas veces no es posible tomar muestras de los objetos y con ella podemos acercarnos a saber cómo están hechas estas piezas. Se puede estudiar desde un objeto de la época prehistórica hasta el arte contemporáneo, un manuscrito, pintura, objetos de piedra, metales, en fin, este instrumento nos permite hacerlo como una primera aproximación a la composición de estos materiales”, detalló Ruvalcaba Sil.

Actualmente en el LANCIC se estudia la composición de 300 pigmentos que dejó Diego Rivera en su domicilio (provienen de la Casa Estudio Diego Rivera) para saber de qué están hechos e identificarlos en sus obras; también se revisa una réplica de pintura Novohispana del siglo XVI y XVII, que son referencia de pigmentos de época elaborados con técnicas históricas.

Este laboratorio, añadió, trabaja también de manera coordinada con el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Instituto de Investigaciones Antropológicas, y con el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA de Francia).

El tercer espacio validado fue el Laboratorio de Refinamiento de Estructuras Cristalinas (LAREC), cuyo titular, José Guadalupe Pérez Ramírez, expuso que en este espacio se determina cuál es la distribución de los átomos que forman cualquier material, mediante una técnica llamada análisis de difracción de rayos X de polvos; es posible comprender sus cualidades macroscópicas de la molécula estudiada.

“Algunas industrias nos pedían esta certificación, y por el hecho de tenerla podemos multiplicar el número de empresas a las que podemos ofrecer el servicio, pero además de eso nuestros resultados tienen más certeza, son más confiables, y eso es muy importante para la industria en general”, agregó el investigador.

Además de proporcionar apoyo a los investigadores del IF, el LAREC trabaja de forma constante con aproximadamente 300 compañías que solicitan, entre otros servicios, identificar el material del que está elaborado un fármaco, comprobar que su desarrollo tiene un proceso adecuado o si hay contaminantes; cuando cambian de proveedores y requieren la garantía de que los materiales que reciben tienen la calidad esperada, por ejemplo.

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