Baterías-pilas-acumuladores: aliado tecnológico de potencial peligro

En la actualidad el uso de este tipo de dispositivos, es un aspecto de la vida cotidiana ya que se usan para distintos dispositivos, desde relojes, lámparas, teléfonos celulares, herramientas, automóviles, camiones, la cantidad de aplicaciones o usos es muy grande y la lista completa sería muy larga.

Se les ha denominado de diferentes maneras, como pilas, baterías o acumuladores, siendo la diferencia quizá por el tamaño físico y siendo más técnicos por la capacidad de acumulación de energía.

No importando el uso o tamaño, todos estos dispositivos funcionan por la reacción química en donde se produce un polo positivo y uno negativo, generando un voltaje que al conectarlo a un circuito eléctrico hace pasar la corriente eléctrica y va disminuyendo el voltaje producido hasta que se agota la reacción química.

Existen varias clasificaciones de baterías entre las principales son:

1. Las baterías secas, sus usos principales son relojes, electrodomésticos, computadoras, teléfonos

2. Las baterías húmedas, ya que existe un electrolito en estado líquido o de gel, en general pueden almacenar mayor cantidad de energía, uno de sus usos principales es en la industria automotriz

También se pueden clasificar en

1. Baterías desechables, una vez que se agota la reacción química hay que cambiarlas.

2. Baterías recargables, una vez agotada es posible recargarla, logrando una vida útil mucho más prolongada, cada vez su uso es más extendido

Como se podrá observar realmente es un aliado de la tecnología y esta presente en gran cantidad de actividades de la vida cotidiana e industrial, casi podríamos pensar que se han convertido en indispensables.

Pero ¿en que radica su peligrosidad?

Podemos citar dos aspectos:

1. Materiales de construcción, dependiendo de la aplicación son los materiales empleados, pero hasta el momento se usa plomo, litio, mercurio, cadmio, hierro, zinc, manganeso, cobre, ácido sulfúrico

2. Manejo una vez que se agotan, es decir, tecnología de reciclaje, así como cultura del mismo

Analizando un poco mas a profundidad los materiales de construcción, mayormente son metales, algunos de ellos con difíciles medios de extracción de la Tierra, con procedimientos de minería complicados y algunas veces podría pensarse altamente contaminantes, así que, desde su producción resultan peligrosas para el medio ambiente.

Una vez que la batería “ya no retiene la carga” quiere decir que ya se agotó y es necesario cambiarla y aquí es donde viene el siguiente problema ya que lo más fácil es tirarlas a la basura, acción totalmente errónea, dados los materiales de construcción deben considerarse como materiales peligrosos, dada su reactividad y su toxicidad, son un potencial peligro para el ser humano para para el medio ambiente.

Por lo que debe haber legislación correspondiente a la forma en que la gente debe deshacerse de estos productos, desde su proceso de recolección transporte, y reciclamiento o disposición final.

Desafortunadamente en muchos países y México no es la excepción, las reglas no son claras y gran cantidad de pilas, sobre todo de las desechables, van a dar a la basura y como no tienen un gran valor en el mercado de los desechos reciclables, su destino final, en el mejor de los casos, son los rellenos sanitarios, en donde existe el gran peligro de que sus lixiviados se filtren en el subsuelo u puedan llegar a mantos acuíferos, con la consecuente contaminación.

Existen casos de éxito de reciclaje, como es el da las baterías automotrices, quizá el tipo de baterías mas recicladas a nivel mundial, su éxito se basa en que regularmente cuando se debe comprar una batería para un automóvil, la batería usada tiene un cierto valor y la recibe “a cambio” el centro de servicio donde se realiza la compra, garantizando que la batería usada podrá ser reciclada, ahorrando energía y materia prima

Aun falta mucho por desarrollar en tecnología de reciclaje de baterías, pero sin duda alguna, también hay que señalar que también debe haber mucho mayor difusión de literatura relativa a las ventajas y desventajas del uso de baterías y hacer a la gente consciente de la peligrosidad que representa una errónea disposición final.

De acuerdo a las estadísticas, en México se consumen alrededor de 10 baterías por habitante por año, lo que equivale a unas 36,000 toneladas anuales que en su mayoría no tiene una trato diferenciado de los RSU (residuos sólidos urbanos)

* Maestro en Ciencias de Ingeniería

Profesor de tiempo completo

Facultad de Ingeniería

Universidad Panamericana