Centrándose en cuatro enfermedades comunes (diabetes, enfermedades cardíacas, depresión y cáncer de intestino), una nueva investigación de la Universidad de Flinders (Australia) proporciona información sobre la importancia de un equilibrio microbioma saludable en el intestino humano y en el medio ambiente.
El estudio internacional compara estudios de casos de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular aterosclerótica, conductas ansiosas-depresivas y cáncer colorrectal y encontró patrones en los microbiomas intestinales asociados a enfermedades que podrían informar nuevos tratamientos rentables basados en la dieta, el estilo de vida y la exposición al microbioma ambiental.
La investigación ha descubierto un nuevo enfoque para describir y medir la salud de los microbiomas intestinales y del suelo aplicable en estudios de salud humana y calidad de los ecosistemas, dice el autor principal, Dr. Craig Liddicoat, investigador en Ecología de Restauración, de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de Flinders.
"Si bien normalmente estudiamos el ADN de los microbiomas para establecer su perfil y función, tenemos una comprensión relativamente limitada de lo que conecta la salud y la enfermedad con la gran diversidad de microbios que vemos en la naturaleza y que viven en nuestros cuerpos", dice.
“Tenemos un conocimiento mucho mayor sobre las asociaciones de salud para compuestos químicos”. Con esto en mente, el equipo de investigación examinó los metagenomas, que representan la capacidad genética de comunidades microbianas enteras, para ver si había diferencias en su capacidad para procesar una variedad de compuestos, en salud versus enfermedad, y con cambios en la salud del ecosistema".
El trabajo publicado en “Science of the Total Environment” encontró que, en cada uno de los cuatro casos de salud humana estudiados, las condiciones de su enfermedad correspondían a un potencial de procesamiento de compuestos alterado de los metagenomas intestinales.
El enfoque de modelado compuesto utilizó datos de estudios existentes de otros grupos de investigación de todo el mundo para analizar los metagenomas del intestino humano en salud y enfermedad, al mismo tiempo que midió los metagenomas del suelo de diversas cualidades de los ecosistemas.
El nuevo enfoque amplía las técnicas existentes para perfilar el potencial funcional de las comunidades microbianas (es decir, ¿qué pueden hacer?), pero agrega funciones centrándose en los compuestos que se procesan.
Esto proporciona una nueva forma de medir microbiomas saludables y ofrece áreas de enfoque completamente nuevas para investigar cómo se pueden desarrollar las enfermedades. También es posible obtener nuevos conocimientos que revelen diferencias en el potencial de procesamiento de compuestos del microbioma en diferentes entornos.
“Sabemos que los humanos estamos colonizados por muchos microbios del medio ambiente. Esta investigación muestra que las comunidades microbianas de diferentes entornos de calidad pueden variar significativamente en su capacidad para procesar o metabolizar compuestos importantes para nuestra salud”, afirma el Dr. Liddicoat.
"Cuando se aplicaron los mismos análisis a los metagenomas del suelo, encontramos que los patrones de potencial de procesamiento de compuestos parecían cambiar de manera coherente y predecible a medida que mejoraba la calidad de los ecosistemas".
"Estos hallazgos servirán de base para estudios futuros sobre la salud humana orientada al microbioma, incluido el potencial para prescripciones naturales personalizadas", añade el líder del laboratorio de investigación de restauración ecológica y coautor del nuevo artículo, el profesor asociado Martin Breed.
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