Científicos chinos establecieron un nuevo récord al alcanzar una profundidad de perforación de 750 metros en la meseta más grande del mundo, la de Qinghai-Tíbet (suroeste), zona sobre la que algunos han expresado preocupaciones por su posible deshielo prematuro a causa del calentamiento global.
Según informa la televisión estatal CCTV, un equipo dirigido por el académico Fang Xiaomin de la Academia China de Ciencias está llevando a cabo un proyecto de investigación sobre los recursos de la cuenca de Lunpola.
Pese a las dificultades provocadas por la altitud, de 4 mil 600 metros de media, el equipo logró a perforar a más de 750 metros por debajo de la superficie, señala la televisión.
La cuenca acumula estratos cenozoicos que datan de hace 55 millones de años, lo que la convierte en una región clave para estudiar las características tectónicas, el clima, la biología y la ecología de la meseta, así como su evolución.
Las muestras de roca extraídas de las profundidades de la tierra no sólo registran la historia de decenas de miles de años de cambios geológicos y climáticos, sino que también revelan la distribución de la energía en el estrato.
Según explica Fang a la televisión, se espera que la perforación proporcione una base científica importante para la simulación y predicción del impacto del calentamiento global y la protección del medio ambiente ecológico en la meseta Qinghai-Xizang, la formación de rocas generadoras de hidrocarburos y la exploración y desarrollo de los recursos del lago salado.
"Hemos diseñado una profundidad de perforación de 1.500 metros, pero alcanzaremos los 1.000 metros primero. Si todo va bien, perforaremos a una profundidad de 1.500 metros. Esta misión es la primera de su tipo a nivel mundial en perforar a tanta profundidad, más de 1.000 metros, en el núcleo del interior de una meseta", dijo Fang.
En 2023, China aprobó una ley para la protección medioambiental de la meseta donde a partir de ahora estarán limitadas y en algunos casos prohibidas las actividades de construcción y minería.
Con la ley quedan prohibidas las actividades de producción y construcción que puedan causar la erosión del terreno en áreas de la meseta que ya sufren de este problema en grado severo o en aquellas con un ecosistema frágil, según la agencia oficial Xinhua.
También fueron vetadas las industrias de minería y extracción de arena que no cumplan los requisitos de conservación para el acceso a fuentes de agua y se reguló «estrictamente» la construcción de nuevas estaciones hidroeléctricas de pequeñas dimensiones.
Además, la normativa establece multas de hasta 10.000 yuanes (1.445 dólares, 1.316 euros) para los viajeros o visitantes que ensucien o viertan residuos en la meseta, un ecosistema que en las últimas décadas se ha visto amenazado por el cambio climático y la actividad humana.
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