Las concentraciones de compuestos químicos potencialmente dañinos en el polvo recolectado de los sistemas de filtración de aire en la Estación Espacial Internacional (ISS) superan las que se encuentran en el polvo del piso de muchos hogares estadounidenses, revela un nuevo estudio.
En el primer estudio de este tipo, los científicos analizaron una muestra de polvo de los filtros de aire dentro de la ISS y encontraron niveles de contaminantes orgánicos que eran más altos que los valores medios encontrados en los hogares de EU y Europa occidental.
Al publicar sus resultados en “Environmental Science and Technology Letters”, investigadores de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, así como del Centro de Investigación Glenn de la NASA, EU, dicen que sus hallazgos podrían guiar el diseño y la construcción de futuras naves espaciales.
Los contaminantes encontrados en el 'polvo espacial' incluyeron éteres de difenilo polibromados (PBDE), hexabromociclododecano (HBCDD), retardantes de llama bromados 'novedosos' (BFR), ésteres organofosforados (OPE), hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), y bifenilos policlorados (PCB).
“Nuestros hallazgos tienen implicaciones para futuras estaciones espaciales y hábitats, donde puede ser posible excluir muchas fuentes contaminantes mediante la elección cuidadosa de materiales en las primeras etapas de diseño y construcción”, dijo Stuart Harrad, académico de la Universidad de Birmingham y coautor del estudio.
“Si bien las concentraciones de contaminantes orgánicos descubiertos en el polvo de la ISS a menudo excedieron los valores medios encontrados en hogares y otros ambientes interiores en los EU y Europa occidental, los niveles de estos compuestos generalmente estaban dentro del rango encontrado en la Tierra”.
Los investigadores señalan que las concentraciones de PBDE en la muestra de polvo que se encuentran dentro del rango de concentraciones detectadas en el polvo doméstico de EU pueden reflejar el uso en la ISS de FR inorgánicos como el dihidrógeno fosfato de amonio para fabricar telas y correas ignífugas. Creen que el uso de artículos 'listos para usar' disponibles comercialmente que se llevan a bordo para el uso personal de los astronautas, como cámaras, reproductores de MP3, tabletas, dispositivos médicos y ropa, son fuentes potenciales de muchos de los productos químicos detectados.
El aire dentro de la ISS recircula constantemente con 8-10 cambios por hora. Si bien se produce la eliminación de CO2 y trazas de contaminantes gaseosos, se desconoce el grado en que esto elimina sustancias químicas como los BFR. Los altos niveles de radiación ionizante pueden acelerar el envejecimiento de los materiales, incluida la descomposición de los productos plásticos en micro y nanoplásticos que se transportan por el aire en el entorno de microgravedad. Esto puede hacer que las concentraciones y la abundancia relativa de PBDE, HBCDD, NBFR, OPE, PAH, PFAS y PCB en el polvo de la ISS difieran notablemente de las del polvo de los microambientes interiores terrestres.
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