Con 251 votos a favor, 210 en contra y dos abstenciones, se aprobó lo reservado en términos de dictamen, y con las modificaciones aceptadas por la asamblea del pleno de la Cámara de Diputados, la Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, tras una discusión que inició el martes 25 en comisiones y concluyó este miércoles a las 10:45 de la mañana.
Alrededor de una hora y media antes, el dictamen fue aprobado en lo general con una votación de 257 votos a favor, 208 votos en contra y dos abstenciones, lo que marca una clara división y falta de consenso para la aprobación de esta ley general, a diferencia de lo que ocurrió con la Ley General de Educación Superior, punto de referencia para todos los legisladores, tanto de la mayoría parlamentaria, como para los de oposición.
De esta forma la iniciativa se turnará al Senado, tras 22 horas de sesión y que, en tiempo legislativo, la aprobación quedó registrada en la sesión del martes 25.
Después de la aprobación en lo general, la mañana del miércoles inició el análisis y votación de las 100 reservas o solicitudes de cambio, las cuales fueron rechazadas, una a una, por los partidos Morena, PT y Verde. Solamente se aceptó hacer un cambio, que fue presentado por el Partido Morena como corrección de último minuto y es muy negativo para asegurar mayor presupuesto a ciencia.
El cambio de redacción fue promovido por el diputado Alberto Villa Villegas, de Morena y modificó el Artículo 30, cuarto párrafo. La redacción que ellos mismos habían agregado de último minuto decía:
“El monto anual que se destine a la investigación humanística y científica, el desarrollo tecnológico y la innovación no podrá ser inferior, en términos reales, a lo aprobado en el ejercicio inmediato anterior, de conformidad con las disposiciones jurídicas vigentes”.
La modificación que aprobaron los partidos mayoritarios fue eliminar la expresión, en términos reales, lo que significa que puede haber un aumento, pero no necesariamente será mayor que la inflación del año anterior. Se puede aumentar solamente un peso, año con año, y no se violaría el compromiso de la nueva Ley.
Es bajo estos términos que, actualmente, Conacyt y el gobierno federal, han insistido que el presupuesto del sector se ha incrementado, afirmación insostenible si se analiza el presupuesto en términos reales.
“En la 4T creemos en la ciencia más allá de los libros y tubos de ensayo”, dijo la diputada morenista Judith Tánori, durante la discusión final. Dijo que la nueva ley general ayudará a resolver los problemas discrecionalidad con que se manejaba presupuesto de la ciencia, y que los científicos que fueron ninguneados antes y que ahora apoyaron la iniciativa del Ejecutivo, elaborada originalmente por Conacyt, serán apoyados. “¡Viva la ciencia para el pueblo, larga vida al presidente López Obrador!”, finalizó.
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