Entre mayor sea el grado académico de estudios acreditado, la posibilidad de empleo va en aumento. De acuerdo con un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), retomado y analizado por CETYS Universidad, de Baja California, en México la tasa de empleo para personas de 25 a 34 años en nivel maestría es de 83 por ciento, más de 90 por ciento para quienes estudian doctorado, mientras que los mexicanos que únicamente cuentan con licenciatura tienen 81 por ciento.
Las ventajas de los posgraduados para obtener mejores empleos incluyen el hecho de que son escasos.
En México la media de estudio es concluir tercero de secundaria según INEGI, y hasta 2018, en México el 0.1 por ciento de la población de 25 a 65 años obtuvo un Doctorado, de acuerdo con datos de la OCDE.
En el estudio de 2019 Education at a Glance, la OCDE reconocía que México ha hecho un gran progreso al incrementar el aprovechamiento en la educación superior del 16% en 2008 al 23% en 2018.
“En promedio, contar con educación superior conduce a mejores resultados en el mercado laboral. Los trabajadores con educación superior en México disfrutan de una prima doble en sus ingresos sobre aquellos que solo cuentan con educación media superior entre los países de la OCDE”, dice ese documento.
La proporción de jóvenes adultos sin educación media superior ha disminuido, pero el acceso de la educación secundaria a la educación superior sigue siendo limitado. El gasto público en México en todos los niveles educativos, como una proporción del gasto gubernamental total, es el segundo más alto entre los países de la OCDE, pero el gasto por estudiante aún es el más bajo.
La brecha salarial de los maestros y directores en la educación secundaria en México se encuentra entre las más amplias entre los países de la OCDE.
Desde 2017 se han difundido datos que muestran que en México acceder a la educación superior sigue siendo un reto, porque solo el 17 por ciento de las personas de entre 25 y 64 años logran tener estudios universitarios.
Esto coloca al país en los últimos lugares con la proporción más baja entre los países de la OCDE, cuyo promedio es de 37 por ciento, según el estudio Panorama de la Educación 2017 de la OCDE. Algunos países que están por debajo de México son Brasil (15 por ciento), China (10 por ciento), India (11 por ciento), Indonesia (10 por ciento) y Sudáfrica (12 por ciento).
José Luis Bonilla Esquivel, docente de Posgrado en CETYS, opina que, a diferencia del nivel licenciatura, un posgrado, ya sea de maestría o doctorado, permite completar la formación a la que se llegó al concluir la universidad, sobre todo si se estudia un posgrado en un área distinta a la de la carrera.
“Se vuelve relevante ampliar nuestros estudios superiores para establecer relaciones y nexos con gente de otras organizaciones, empresas o proyectos. Abre tu perspectiva, en especial si los profesores tienen experiencia académica y profesional. Reta tu inteligencia a través de proyectos académicos y laborales, ya sea individualmente o en equipo”, destacó el académico.
Cabe destacar que las mismas empresas buscan que su personal sea calificado y una maestría o doctorado es una prueba de que su futuro trabajador cuenta con los requerimientos que necesitan para, no solo cumplir sus procesos, también el de mejorarlos y obtener mejores resultados que los esperados.
“Demostrará que eres una persona que está interesada en su propia formación, así como enriquecer tu desempeño laboral. Por último y no menos importante, además de distinguirte de otros, te permitirá acceder a un mejor salario, así como una mayor diversidad de ofertas laborales”, afirmó.
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