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Las cuatro naves espaciales Starling de la NASA -Blinky, Pinky, Inky y Clyde- han completado con éxito su puesta en servicio y ahora se encuentran en la configuración de experimento de enjambre.
Estas naves espaciales, lanzadas en julio de este año y capacitadas para cooperar de formas autónoma, "han completado con éxito varias actividades de la misión trabajando para avanzar en las tecnologías de enjambre de satélites", informa la NASA.
La puesta en servicio de la carga útil se retrasó, según la agencia, que lo justifica por "varias anomalías que el equipo necesitaba investigar, incluido un volumen de datos de satélite GPS mayor de lo esperado en la interfaz entre la nave espacial y la carga útil". Las actualizaciones de software han resuelto la mayoría de estos problemas y los CubeSats están comenzando el trabajo planificado.
La misión de Starling incluye cuatro capacidades principales: comunicaciones de red entre las naves espaciales, mantenimiento de la navegación relativa y comprensión de la posición de cada satélite, reconfiguración y mantenimiento autónomos del enjambre para garantizar que el enjambre pueda adaptarse cuando se mueve como grupo, y autonomía científica distribuida para demostrar la capacidad del experimento para ajustar las actividades por su cuenta.
La misión está programada para durar al menos seis meses, con sus integrantes posicionados a unos 571 kilómetros sobre la Tierra y espaciados a unos 64 kilómetros de distancia.
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