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Erwin Chiquete: Falta investigación sobre ayuda a pacientes que sobrevivieron a un accidente cerebrovascular

También se requieren más y mejores métodos de rehabilitación para daños a la memoria, razonamiento o articulación del lenguaje, añade el especialista

El político da un discurso ante la prensa.
El doctor Erwin Chiquete combina su trabajo en atención clínica en neurología, con la investigación en biología molecular. El doctor Erwin Chiquete combina su trabajo en atención clínica en neurología, con la investigación en biología molecular. (AMEVASC)

La investigación científica sobre neurología y atención a enfermedades cerebrovasculares ha avanzado rápida y positivamente en lo que va del siglo XXI; sin embargo, existe un campo en el que falta responder muchas preguntas: el tratamiento y terapias para personas que ya tuvieron un accidente cerebovascular y sobrevivieron.

Quienes viven con esta circunstancia saben que no todos los medicamentos existentes pueden servir para prevenir todos los escenarios de riesgo, cuando se busca evitar un segundo accidente. Además, falta conocer más y mejores métodos de rehabilitación para quienes padecen daños en la memoria, razonamiento o articulación del lenguaje después de haber sufrido un accidente cerebrovacular.

Las anteriores reflexiones fueron expuestas, para los lectores de Crónica, el Neurólogo y Doctor en Biología Molecular, Erwin Chiquete Anaya, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, quien ha sido coeditor de la revista científica Ictus, especializada en accidentes cerebrovasculares.

La enfermedad vascular cerebral (EVC) es la séptima causa de muerte en México, con más de 36 mil decesos al año, que además se sitúa como la principal causa de discapacidad física adquirida a nivel mundial.

En México, especialistas en neurología, como el Doctor Erwin Chiquete y representantes de la industria farmacéutica mexicana, como Laboratorios Silanes, difunden información a la población para que modifiquen su estilo de vida y controlen enfermedades crónicas que pudieran padecer, pues la hipertensión arterial (HTA) es el principal detonante para una EVC.

-- Usted es experto en neurología y en biología molecular ¿En qué punto convergen estos dos campos de conocimiento?

- Biología molecular, en medicina, es lo que antes se llamaba Ingeniería genética, o sea, esencialmente el estudio de los genes y los ácidos nucleicos, y su modificación para diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. En mi caso, me ha ayudado mucho a entender cómo operan las enfermedades neurológicas y cómo operan los medicamentos, sobre todo los medicamentos más novedosos que tenemos, los cuales actúan en los genes o en los productos de los genes.

-- Usted ha sido coeditor de la revista Ictus, especializada en Enfermedad Cerebrovascular ¿Cuáles diría que son los temas emergentes en cuanto nuevo conocimiento de estas enfermedades?

-- Pues actualmente sabemos mucho sobre los factores de riesgo que determinan la aparición de las Enfermedades Cerebrovasculares, entre los cuales destaca la hipertensión arterial, seguida de la Diabetes mellitus. Sabemos también qué hacer frente al Ictus, sobre todo el Ictus isquémico, donde hay avances muy notables para tratar de destapar la arteria que se tapó y ofrecer al paciente una probabilidad de recuperación mayor que la que teníamos antes.

También hemos avanzado micho en diagnóstico y gracias a que se han abaratado los costos de las herramientas de diagnósticos tenemos más probabilidades de abordar a tiempo estos problemas.

Pero tenemos varios problemas o puntos no cubiertos. Uno de ellos es la rehabilitación física y la rehabilitación cognitiva, después de un infarto cerebral; me refiero a la parte mental, pero no desde el punto de vista emocional sino al funcionamiento de la memoria, el cálculo, al análisis y la capacidad de analizar datos. Una persona después de un infarto cerebral, por ejemplo, un derrame cerebral, puede quedar con deterioro cognitivo que a veces es indistinguible de una persona con enfermedad de Alzheimer. Las capacidades que actualmente tenemos para atender a esas personas son limitadas y nos gustaría tener una mejor capacidad reversión de las secuelas cognitivas que quedan después de un Ictus. Los mismo con las secuelas del movimiento. Eso es un área no cubierta todavía en la ciencia, a nivel mundial.

--¿Y qué falta por conocer para una mejor prevención?

-- Nos faltan más conocimiento en prevención secundaria, es decir cuáles son los medicamentos y estrategias que debemos seguir para evitar un nuevo infarto cerebral o una nueva hemorragia, pues un segundo evento puede ser fatal o definitivo. Actualmente tenemos buenos medicamentos para prevenir nuevos coágulos y nuevos infartos, pero el conocimiento todavía no es perfecto.

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