Academia

Fallece Pedro Joseph Nathan, investigador emérito del Cinvestav

El Investigador Emérito del Departamento de Química del Cinvestav inició una larga y fructífera carrera científica de casi 60 años, que concluyó el pasado 5 de septiembre, informa la institución académica

El científico español Enrique Moles.
El investigador recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, entre otros galardones. El investigador recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, entre otros galardones. (Cinvestav)

Pedro Joseph Nathan, quien introdujo en el país la técnica de la resonancia magnética nuclear para el análisis de estructuras orgánicas complejas en el país, falleció en días recientes, informó el Cinvestav, del que fue investigador emérito, donde tuvo una carrera de cerca de 60 años.

El 10 de julio de 1953, Pedro Joseph Nathan entregó a su padre, como regalo de cumpleaños, un ejemplar de su tesis de licenciatura y un citatorio a su examen profesional de una segunda carrera; con este acontecimiento el Investigador Emérito del Departamento de Química del Cinvestav, entonces de 22 años, inició una larga y fructífera carrera científica de casi 60 años, que concluyó con su deceso el 5 de septiembre de 2022.

Pedro Joseph Nathan nació en Ciudad de México el 17 de septiembre de 1947, en el seno de una familia alemana radicada en el país, su padre fue el químico farmacéutico George Joseph, formado en la Universidad de Friburgo, Alemania, y su madre la pianista Alice Nathan. El matrimonio recibía con frecuencia a químicos europeos, quienes trabajaban en la compañía farmacéutica Sandoz de Basilea, cuando visitaban el país y de ahí el interés de Pedro por la química.

Joseph Nathan realizó sus estudios básicos y de preparatoria en la Academia Militarizada Ignacio Zaragoza, en Puebla, donde tuvo la oportunidad de reforzar su interés científico cuando le permitieron reparar instrumentación del siglo XIX en el laboratorio de física, como la balanza de torsión con la que se demuestra la Ley de la Gravitación Universal de Newton. En 1959 se trasladó a Ciudad de México para emprender su formación profesional en la Escuela Nacional de Ciencias Químicas (ENCQ), hoy Facultad de Química de la UNAM.

Al concluir la licenciatura acude al Instituto de Química de la UNAM para iniciar sus primeros trabajos de investigación, junto con su director de tesis Jesús Romo Armería, quien se concentraba en el estudio de la química de productos naturales y el análisis estructural de moléculas como diterpenos o triterpenos (componentes de los vegetales), alcaloides y transformaciones de esteroides.

En 1963 presentó su primera publicación en la revista inglesa Chemistry and Industry, que daría la pauta a 16 artículos en su etapa formativa como investigador; para 1964 se graduó como ingeniero químico, su segunda carrera, desarrollando el tema de resonancia magnética nuclear (RMN) y cromatografía de gases de las curvas de equilibrio vapor-líquido, uno de los primeros estudios de RMN que se aplicó en análisis cuantitativos. Hacia 1966 obtuvo el grado de Doctor en Ciencias con especialidad Química, siendo el segundo posgraduado de la Facultad de Química de la UNAM.

Por su destacada trayectoria y propuesta científica, en 1966 José F. Herrán promovió una entrevista entre Pedro Joseph Nathan y Arturo Rosenblueth Stearns, entonces Director del Cinvestav, quien de inmediato lo invitó a formar parte del cuerpo de investigadores del Departamento de Química de este Centro, en el que durante 56 años continuos realizó una línea de estudios sobre la química de productos naturales, la aplicación de la RMN en la elucidación de estructuras orgánicas complejas y la formación de recursos humanos de alta calidad que ocupan puestos en la industria y en diversas universidades.

Entre las múltiples distinciones que recibió destaca su nombramiento como Investigador Emérito del Departamento de Química del Cinvestav (1996) y los premios Nacional de Ciencias y Artes, en el Área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, otorgado por la SEP (1991); Nacional de Química y Ciencias Farmacéuticas (1980); de Ciencias, entregado por la Academia de Investigación Científica (1978); Nacional de Química Andrés del Río, impuesto por la Sociedad de Química (1986); Nacional de Ciencias Farmacéuticas “Doctor Leopoldo Río de la Loza” (1975); Científico “Luis Elizondo” (1991); y Dr. Mario Molina (1999), entre muchos otros.

Fue parte del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III e Investigador Emérito del mismo; además, formó parte de las academias Mexicana de Ciencias; Nacional de Ciencias Farmacéuticas de México; de Artes y Ciencias de Puerto Rico; Nacional de Farmacia y Bioquímica de Argentina, Peruana de Farmacia; y Colombiana de Ciencias Exactas por citar algunas. También impartió cátedras y conferencias académicas en 32 países alrededor del mundo, y universidades de Chile, Ecuador, Argentina, Perú y México lo reconocieron con medallas por su trayectoria científica.

Publicó cerca de 500 artículos científicos y varios libros sobre la RMN, fue coinventor de cinco patentes y formó parte del consejo editorial de varias revistas científicas internacionales relacionadas con su campo de estudio.

Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México