La destrucción de cartílago en la rodilla, que caracteriza a la osteoartritis, y el dolor crónico en esa articulación, fueron frenados temporalmente en pacientes que participaron en un estudio clínico Fase 1 que duró tres meses. Los resultados fueron presentados en el Congreso Nacional de Ortopedia de México, por el doctor Yves Henrotin, director de la Clínica de hueso y cartílago de la Universidad de Lieja, Bélgica y líder de la investigación.
La osteoartritis es la enfermedad reumática más frecuente a nivel mundial y también es una de las principales causas de dolor articular y discapacidad de la población adulta. Las articulaciones más afectadas son las de soporte de peso o relacionadas con trauma repetido, específicamente las de rodilla, cadera, columna cervical y lumbar, y finalmente las manos.
Según los Institutos Nacionales de Salud, de Estados Unidos, y la Revista Mexicana de Medicina Interna, el 30 por ciento de las personas entre 45 y 65 años y más de 80 por ciento de las mayores de 80 años, presentan osteoartritis en al menos una articulación. A nivel mundial es la cuarta causa de morbilidad en la mujer mayor de 60 años y la octava en el hombre.
También en México, la Guía de Práctica Clínica de Diagnóstico y tratamiento de osteoartritis en rodilla, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló en 2011 que la prevalencia de ese mal crónico se incrementa con la edad, siendo mayor en mujeres que en hombres; aunado a otros factores de riesgo incluyen obesidad, trauma, factores genéticos, mecánicos y relacionados con la ocupación, así como cirugía previa.
“En México, en una muestra de 2 mil 500 individuos se encontró una prevalencia de artrosis de 2.3 por ciento en población adulta. En cuanto a su impacto, la osteoartritis en el IMSS constituye uno de los diez principales motivos de consulta al Médico Familia”, dice la Guía de Práctica de ese Instituto.
El diagnóstico de pérdida de cartílago en la rodilla se hace mediante trabajo clínico y se recomienda a los médicos sospechar la presencia de osteoartritis de rodilla en todo paciente mayor de 50 años de edad, que presenta rigidez matinal, dolor persistente y crepitación ósea durante más de 30 minutos, sin temperatura en la zona.
REDUCIR TAMAÑOS
El profesor Yves Henrotin explicó que la investigación clínica realizada en Bélgica no utilizó la cúrcuma tal como se usa en condimentos, sino que sus moléculas fueron sometidas a un proceso para reducirlas a un tamaño que les permita cruzar el intestino y entrar rápidamente al torrente sanguíneo sin que sean desechadas por el proceso normal de digestión, como ocurre al consumir la cúrcuma en su estado natural.
“La curcumina es un ingrediente común en los alimentos, y es bien conocida por sus acciones antioxidantes y antiinflamatorias, y esto es lo que interesó mucho a los farmacólogos hacia estas moléculas, que son una sustancia muy poderosa, que bloquea muchas vías inflamatorias. La idea era utilizar estas sustancias para tratar enfermedades crónicas como, por ejemplo, la osteoartritis”, describió.
El experto en investigación en osteoartritis ha dirigido el Consejo Nacional de Terapia Física y Rehabilitación del Ministerio de Salud de Bélgica, además de ser autor de 454 artículos científicos sobre biomarcadores asociados a inflamación y degradación de cartílagos, los cuales han sido citados en otros 15 mil 525 artículos de autores de diferentes partes del mundo.
En su visita a México, el profesor de Fisiopatología explicó que la curcumina bio-optimizada que se usó en la investigación es diferente a la cúrcuma en estado natural debido a que fue sometida a un proceso que aumenta su absorción intestinal.
“La curcumina que puedes encontrar en los alimentos no cruza la barrera intestinal, y no tienes suficientes niveles en la sangre para alcanzar la actividad biológica. Y esto es a lo que llegamos en mi universidad: en colaboración con una empresa belga, hemos desarrollado una nueva formulación que aumenta drásticamente la concentración que se puede encontrar en la raíz de la curcumina. De esta manera, hemos demostrado que la curcumina optimizada puede tener efectos clínicos”, precisó Henrotin.
La forma bio-optimizada, que estudia la Universidad de Lieja fue desarrollada por esa casa de estudios junto con el Laboratorio Tilman, de Bélgica. En México esta molécula cuenta con registro de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) como fitofármaco y es distribuida con el nombre Lesotris. El planteamiento del equipo que investigó la molécula, en la Universidad de Lieja, es que su indicación sirve para ayudar a disminuir el dolor, la inflamación, detener el desgaste del cartílago, evitar la oxidación celular y, con esto, permitir que los pacientes con osteoartritis ingieran menos medicamentos.
En las articulaciones existe un tejido firme y flexible que absorbe la presión y evita la fricción entre huesos: el cartílago.
La osteoartritis (OA) es una enfermedad articular crónica degenerativa con componente inflamatorio, caracterizada por degeneración y pérdida progresiva del cartílago articular y del hueso, así como daño a los tejidos blandos que rodean a las articulaciones.
En la aparición de la osteoartritis hay varias sustancias involucradas. Las más importantes para comprender cómo actúa la curcumina bio-optimizada son el factor de transcripción nuclear kappa b (NF-κB), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y la interleucina 1 (IL-1).
El factor de transcripción nuclear kappa b (NF-κB) es una proteína que controla la transcripción del ADN y también regula la respuesta celular frente a situaciones como el estrés, la aparición de virus, bacterias, citoquinas y la radiación ultravioleta.
Cuando hay un error en la transcripción de los genes, o por influencia ambiental y sobrecarga de las articulaciones, el NF-κB genera una serie de respuestas que incluyen la producción de dos sustancias: el factor de necrosis tumoral alfa y la interleucina 1. El TNF-α es causante de la inflamación aguda, mientras que la IL-1 genera inflamación crónica y provoca la erosión del cartílago.
Estas sustancias siguen produciéndose sin control mientras más daño perciban en las articulaciones, y generan una reacción en cadena que en las personas con osteoartritis se presenta bajo la forma de rigidez matutina en distintas partes del cuerpo como manos, pies, rodillas y cadera, hinchazón y, por supuesto, dolor. La curcumina, derivada de la Curcuma longa, es capaz de detener la cascada de reacciones que provoca el NF-κB, evitando que esta proteína produzca interleucina-1 y factor de necrosis tumoral alfa, entre otras sustancias.
En México, la osteoartritis es una de las 10 primeras causas de invalidez total, lo que incrementa la carga económica y social del país y se espera que su frecuencia se siga elevando debido al aumento de la esperanza de vida.
Los trabajos que requieren el uso prolongado y repetitivo de ciertas articulaciones originan fatiga de los músculos implicados en el movimiento, por lo que se han relacionado con la osteoartritis. La presencia de esta enfermedad degenerativa en las manos es mayor de la esperada en trabajadores que realizan trabajos manuales, en comparación con otro tipo de trabajadores. Adicionalmente, estudios realizados en deportistas han demostrado relación entre el exceso de uso articular y la artrosis, por ejemplo, la gonartrosis en ciclistas y en corredores de fondo.
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