Investigadores del IPN y de la Universidad Autónoma de Occidente hallaron presencia de microplásticos en los estómagos de peces de importancia comercial en el estado de Sinaloa, como lo reportaron en el artículo “Contamination by microplastics in commercially important marine fish from the north of Sinaloa, Mexico”, publicado en la revista “Abanico Agroforestal”.
Esta investigación, la primera de su tipo en la región, analizó seis especies clave y encontró que cuatro de ellas habían ingerido estos diminutos contaminantes que pone en riesgo la salud de los ecosistemas marinos y la seguridad alimentaria.
Los investigadores examinaron los estómagos de más de 556 peces capturados en los sistemas lagunares e insulares de las bahías de Navachiste y Ohuira, dos sistemas lagunares considerados sitios Ramsar protegidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Se encontraron microplásticos en las especies Corvina, Mojarra Plateada, Roncacho y Robalo, lo que se descubrió la presencia de cinco tipos diferentes de microplásticos, siendo el nylon el más común. Este hallazgo plantea serias preocupaciones sobre los efectos a largo plazo de esta contaminación en la vida marina y en la cadena alimentaria, incluye a los humanos.
En entrevista con la Agencia Informativa Conversus (AIC), la investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Sinaloa, Apolinar Santamaría Miranda, explicó que la hipótesis fue “ver que ni los sitios Ramsar de conservación están protegidos”.
el Medio Ambiente señala que cada año en el mundo se producen 430 millones de toneladas de plástico, lo que indica una evidente relación con la vida marina.
De acuerdo con el informe Global Plastics Outlook, las naciones pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) generan el 14 por ciento de los escapes globales de plástico. Dentro de este grupo, se atribuye el 11 por ciento de las fugas de microplásticos y el 35 por ciento de microplásticos.
“Abrimos estómagos para analizarlos, separamos contenidos estomacales, se hizo una digestión para que todo lo que fuera materia orgánica desapareciera y quedara el plástico. Los vimos a través del microscopio, los medimos y los contabilizamos. Y además analizamos de qué tipo de plástico era. Usamos el fenómeno de la fluorescencia para ver si florecía un poco los estómagos”, detalló la científica del laboratorio de reproducción de peces.
Los peces fueron capturados con diferentes métodos de pesca y sus estómagos fueron analizados para identificar y cuantificar los microplásticos presentes. Los resultados mostraron que la Mojarra Plateada tenía la mayor cantidad de microplásticos por individuo, seguida del Roncacho, la Corvina y el Robalo. Los tipos de microplásticos encontrados incluyen nylon, poliuretano, polietileno y tereftalato de polietileno, mejor conocido como PET.
Es la primera investigación que reporta contaminación por microplásticos en estas especies en el norte de Sinaloa. Los autores sugieren que la presencia de microplásticos en los peces podría deberse a la ingestión accidental de estas partículas, que se asemejan a los alimentos que consumen los peces.
La investigadora del departamento de Acuacultura enfatizó que los microplásticos representan un gran obstáculo, ya que estas partículas pueden viajar a través de los jugos gástricos al músculo del pez, que es la parte que consumimos e hizo un llamado para reducir la contaminación por plásticos en los océanos y proteger la fauna marina.
“Es un problema grave, necesitamos generar políticas públicas para el manejo sostenible de los plásticos y dejar de usar plásticos de un uso”, argumentó la investigadora y destacó la importancia de investigar continuamente para determinar los tipos específicos de microplásticos presentes en diferentes órganos de los peces y su impacto en la salud humana y ecosistémica.
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