Una fuerza adicional probablemente contribuyó a un evento de extinción masiva hace 250 millones de años, el mayor registrado en la Tierra.
Un análisis de los minerales del sur de China indica que las erupciones de los volcanes produjeron un "invierno volcánico" que redujo drásticamente las temperaturas de la Tierra, un cambio que se sumó a los efectos ambientales derivados de otros fenómenos de la época.
La investigación, publicada en la revista 'Science Advances', examinó la extinción masiva de finales del Pérmico (EPME), que acabó con el 80-90% de las especies terrestres y marinas.
"A medida que observamos con más detenimiento el registro geológico de la época de la gran extinción, descubrimos que el desastre medioambiental global de finales del Pérmico pudo tener múltiples causas entre las especies marinas y no marinas", afirma en un comunicado Michael Rampino, profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Nueva York y uno de los autores del trabajo.
Durante décadas, los científicos han investigado qué podría haber causado esta catástrofe ecológica global, y muchos apuntan a la propagación de vastas inundaciones de lava a través de lo que se conoce como las Trampas Siberianas, una gran región de roca volcánica en la provincia rusa de Siberia.
Estas erupciones provocaron tensiones ambientales, incluido un grave calentamiento global debido a las emisiones volcánicas de dióxido de carbono y la consiguiente reducción de la oxigenación de las aguas oceánicas, lo que provocó la asfixia de la vida marina.
El equipo, compuesto por más de dos docenas de investigadores, entre los que se encontraban científicos de la Universidad de Nanjing y del Instituto de Geoquímica de Guangzhou de China, así como del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano y de la Universidad Estatal de Montclair, consideró otros factores que podrían haber contribuido al final del Periodo Pérmico, que se extendió entre 300 y 250 millones de años atrás.
En concreto, hallaron depósitos de minerales y otros relacionados en tierra firme en la región del sur de China -sobre todo de cobre y mercurio- cuya edad coincidió con la extinción masiva del final del Pérmico en localidades no marinas. En concreto, estos depósitos estaban marcados por anomalías en su composición, probablemente debidas a las emisiones ricas en azufre de las erupciones volcánicas cercanas: estaban cubiertos por capas de ceniza volcánica.
"Los aerosoles atmosféricos de ácido sulfúrico producidos por las erupciones pueden haber sido la causa de un rápido enfriamiento global de varios grados, antes del grave calentamiento observado en el intervalo de extinción masiva de finales del Pérmico", explica Rampino.
Los resultados del equipo sugieren que las erupciones de las Trampas Siberianas no fueron la única causa de la extinción masiva de finales del Pérmico, y que los efectos ambientales de las erupciones en el sur de China, y en otros lugares, pueden haber desempeñado un papel vital en la desaparición de docenas de especies.
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