Los efemerópteros o efímeras (orden Ephemeroptera) son insectos acuáticos cuyos imagos o adultos tienen una vida extremadamente breve o efímera, de ahí el nombre del orden. Junto con las libélulas y “caballitos del diablo” (orden Odonata) son los insectos con alas más primitivos que existen actualmente. Ambos órdenes conforman la Infraclase Paleoptera de la Clase Insecta, que se caracterizan por no poder plegar sus alas sobre el cuerpo y cuyo origen proviene desde el período Carbonífero, hace aproximadamente 280 millones de años.
Los huevos y las formas juveniles de los efemerópteros, también conocidas como larvas, náyades o ninfas (Fig. 1a), se desarrollan en ambientes acuáticos de agua dulce tales como lagos, estanques, arroyos y ríos de diferentes tamaños y caudales, aunque algunas especies habitan también en aguas salobres. Sin embargo, la mayor diversidad se encuentra en las cabeceras de arroyos con fondo rocoso.
La mayor parte de la vida de los efemerópteros transcurre en el ambiente acuático en estado juvenil; usualmente les toma de 3–6 meses desarrollarse, aunque en casos extremos pueden ser tan solo 10–14 días o tanto como 2 años. Estas variaciones obedecen a la temperatura del agua. Estas ninfas son un componente biótico vital de los ecosistemas de agua dulce ya que forman parte de distintos grupos funcionales alimentarios, tales como colectores y filtradores de partículas orgánicas, raspadores de la biopelícula de algas que crece sobre las rocas, algunos son desmenuzadores de restos vegetales y otros actúan como depredadores. Conforme transcurre la etapa juvenil pueden cambiar de grupo funcional, por lo que su papel e importancia en el reciclado de nutrientes aumenta sustancialmente. Son un recurso vital para las cadenas y redes tróficas en las que intervienen otros insectos acuáticos depredadores y también peces y anfibios.
Cuando los juveniles alcanzan su máximo crecimiento, llega el momento de la emergencia; las ninfas trepan por cualquier medio que tengan disponible, por ejemplo rocas, troncos y vegetación acuática o simplemente se sueltan del sustrato y flotan hasta la superficie del agua; aquí se lleva a cabo la muda (Fig. 1b) para dar paso a un estado exclusivo de los efemerópteros y que no se encuentra en ningún otro orden de insectos actual: el llamado subimago o preadulto (Fig. 1c), el cual posee alas pero es inmaduro sexualmente; éste sale de la cubierta ninfal y escapa de la interfase agua-aire volando hacia la vegetación de las orillas del cuerpo de agua, donde pasa desde unos cuantos minutos hasta 24–48 horas, dependiendo de la especie y de la temperatura del ambiente; una vez ahí, muda nuevamente y da paso al imago o adulto. El subimago se caracteriza por una coloración opaca del cuerpo y de las alas debida a la presencia de una densa capa de micropelos hidrófobos (que repelen el agua) y que son los que le permiten escapar de la superficie del agua. En contraste, el adulto posee un cuerpo brillante y lustroso que incluye a las alas y las patas (Fig. 1d); éste ya es maduro sexualmente y su único fin es dispersarse y reproducirse. La mayoría de los adultos vive desde dos horas hasta tres días, por lo cual no requiere alimentarse; su aparato bucal es vestigial y no funcional. Las emergencias masivas de los efemerópteros transfieren grandes cantidades de fosfatos y nitratos del medio acuático al terrestre, con lo que ayudan en la remoción y limpieza de contaminantes de los cuerpos de agua.
Los adultos suelen formar grandes enjambres al amanecer o al atardecer para aparearse. Las hembras depositan los huevecillos en la superficie del agua, ya sea unos cuantos a la vez o juntos en una o dos masas; algunas hembras del género Baetis se sumergen en el agua y depositan los huevos en el sustrato. Los huevos de la mayoría de las especies poseen cubiertas pegajosas o tienen estructuras especializadas para el anclaje, de manera que no sean arrastrados por la corriente y destruidos. El ciclo se cierra cuando eclosiona la nueva generación de ninfas.
Los efemerópteros tienen una amplia distribución mundial, con excepción de la Antártida, el extremo norte del Ártico y algunas pequeñas islas oceánicas. Se conocen actualmente alrededor de 3,000 especies agrupadas en 400 géneros y 42 familias.
Agradecemos al Dr. José Antonio Gómez Anaya por la limpieza y edición de las fotos.
Referencias
Domínguez, E., Molineri, C., Pescador, M.L., Hubbard, M.D. & Nieto, C. 2006. Ephemeroptera of South America. Pensoft, Sofía. 646 pp.
Edmunds, G.F. Jr., Jensen, S.L. & Berner, L. 1979. The mayflies of North and Central America. University of Minnesota Press, Mineapolis.330 pp.
Waltz, R.D. & Burian, S.K. 2008. Ephemeroptera, pp. 181-236. En: Merritt, R.W., Cummins, K.W. & Berg, M.B. (eds.), An introduction to the aquatic insects of North America, 4th edition. Kendal/Hunt Publ. Co., Iowa.
"La opinión es responsabilidad de los autores y no representa una postura institucional"
* Red de Biodiversidad y Sistemática, Instituto de Ecología, A.C., (INECOL), Carretera Antigua a Coatepec Núm. 351, El Haya, Xalapa, Veracruz 91073, México. (correos electrónicos: rodolfo.novelo@inecol.mx; daniel.reynoso@inecol.mx)
Copyright © 2023 La Crónica de Hoy .