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IPN estudia la “muerte regresiva de los árboles” a causa de popular hongo

Por regular los hongos Ganoderma están en la base del tronco y hace que los árboles se sequen de arriba hacia abajo, explica especialista

Crecimiento de hongos en la corteza de un árbol
Hay una lista grande de las posibles propiedades del hongo ganoderma, como antiviral, posee una actividad citotóxica, hepatoprotectora, antihipertensiva, antitumoral... Hay una lista grande de las posibles propiedades del hongo ganoderma, como antiviral, posee una actividad citotóxica, hepatoprotectora, antihipertensiva, antitumoral... (IPN)

Investigadores politécnicos del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Michoacán, han hallado la funesta relación entre la muerte de árboles y un popular hongo que, si bien es un patógeno para éste, tiene aplicaciones en la medicina tradicional, el Ganoderma.

Para evitar que el hongo se vuelva un problema para los árboles, los científicos analizan y caracterizan a los microorgnanismos.

El investigador Carlos Méndez Inocencio, del CIIDIR, es especialista en suelos e investiga fitopatógenos en los territorios de Michoacán. Observó que en muchos de los árboles enfermos de la región se encuentra el “Ganoderma lucidum”, un hongo relacionado con lo que él describe como “una muerte regresiva de los árboles”.

“Es un patógeno de plantas, hay varias especies de árboles que lo presentan, por regular estos hongos están en la base del tronco y hace que los árboles se sequen de arriba hacia abajo, porque evita que haya una distribución de los nutrientes”, explicó Carlos Méndez para la Agencia Informativa Conversus.

Los hongos invaden los árboles porque necesitan un huésped, “si estuviéramos encerrados en un cuarto, sería un error pensar que estamos solos, tenemos una gran cantidad de organismos viviendo con nosotros”, explicó el ingeniero agrónomo.

Entonces, el huésped de Ganoderma son los árboles, su hábitat ideal de la especie. “Son las cadenas tróficas que nos mencionan en la escuela, éste se come a otro y ese a otro”, detalló el doctor Méndez Inocencio.

El proyecto más reciente del especialista en Fitopatógenos consiste en identificar estas especies de Ganoderma en el área de Jiquilpan, Michoacán y cultivarlas para estudiar sus compuestos, que tienen fines biotecnológicos.

“Es un hongo que tiene demasiados compuestos, se usa en la medicina tradicional y es una fuente de compuestos bioactivos”, abundó el investigador politécnico.

Esta investigación se realiza en colaboración con la maestra Erika Karina Martínez Mendoza, del laboratorio de Fitopatología del CIIDIR Michoacán y la doctora Marlenne Gómez Ramírez, especialista en el área de biotecnología en el Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), Unidad Querétaro del IPN.

El proyecto “Distribución, identificación y caracterización de Ganoderma spp. en el arbolado de Jiquilpan Michoacán” ha logrado aislar este hongo y busca producirlo para estudiarlo.

“Separamos bacterias, hongos y logramos saber qué produce cada uno, encontramos estos organismos activos en los árboles que están en decaimiento o secos, y los llevamos al laboratorio para procesarlo”, apuntó.

Ya en el laboratorio, se hacen cortes a la muestra y se realiza una limpieza externa, para utilizar un medio de cultivo y ponerlo en una campana de flujo laminar a una temperatura de 28 grados centígrados, para que se desarrolle como lo hacen todos los hongos.

Cuando tienen suficiente tamaño, se aíslan del resto de los microorganismos que están en la muestra, se lleva a un recipiente para que crezca puro, “para eso se requiere de mucha experiencia en reconocer cómo se desarrollan las especies”, explicó.

El último paso consiste en hacer una secuenciación del Ácido Desoxirribonucleico (ADN) del hongo y encontrar los efectos biológicos que produce solo y los que produce en interacción con otros microorganismos, “esto nos permite diagnosticar, entender la enfermedad, pero también vincularlo con otros usos, incluso comerciales, como productos para el control de patologías en árboles”, precisó.

A futuro, el proyecto busca convertirse en una herramienta que permita curar o controlar ese decaimiento o muerte regresiva de los árboles, pero también, es una investigación que en paralelo permitirá conocer los efectos en beneficio, que tienen los compuestos que de estos hongos.

“Hay una lista grande de las posibles propiedades que tiene este hongo como antiviral, posee una actividad citotóxica, hepatoprotectora, antihipertensiva, antitumoral, inmonulatoria, identificar las especies presentes en el área y saber si tienen ese perfil de compuestos, por ejemplo, se conoce que tienen demasiados azúcares y eso no es muy común”, finalizó el científico del IPN. (Carlos Antonio Sánchez)

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