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Desde su aparición en la tierra el hombre se ha maravillado por los diversos eventos naturales que ocurren en el cielo; sin embargo, los que causaron gran impacto fueron los eclipses.
Un eclipse es un fenómeno astronómico en el cual un cuerpo celeste se interpone en la trayectoria de la luz de otro cuerpo celeste, proyectando sombra sobre un tercer cuerpo celeste. El nombre eclipse proviene del griego ékleipsis (desaparición, abandono), fenómenos que han formado parte importante de la cosmovisión de diversas culturas, e incluso ahora nos sorprenden. Básicamente existen dos tipos de eclipses: de Sol y de Luna; y estos pueden ser parciales o totales.
En el eclipse de Sol, la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol bloqueando la luz, por lo que, al proyectar su sombra sobre parte de la superficie terrestre, esta se oscurece durante el día. Mientras que, en el eclipse de luna, la Tierra se interpone entre la Luna y el Sol, obstruyendo la luz que ésta recibe del sol, produciendo una sombra. Dependiendo de la distancia entre sus órbitas los astros (la Luna y la Tierra) los eclipses pueden variar. En el eclipse de sol puede ser: a) total; esto es la Luna cubre completamente el Sol oscureciéndose completamente en una parte de la tierra, o b) anular; en donde la luna no cubre completamente el sol quedando un anillo de luz visible en su contorno. En tanto que, en el eclipse de luna, la tierra bloquea completamente la luz del sol, y como ocurren de noche, la luna adquiere un tono rojizo, por lo que se le conoce como “Luna de sangre”. En ambos casos también puede ocurrir que sean parciales, donde solo una parte del Sol o de la Luna quedan cubiertas. Estos fenómenos han ocurrido a lo largo de la vida de la tierra, el registro más antiguo se conoce tuvo lugar el 31 de julio de 1062 a.c.
En la antigüedad los eclipses generaban diversas interpretaciones, principalmente negativas, ya que el Sol era considerado una deidad en muchas culturas, por lo que se generaron muchas creencias producto del desconocimiento de por qué suceden, algunas de ellas perduran hasta el presente. Estos pueblos interpretaban a los eclipses como malos augurios, muerte y una lucha entre deidades, ya que el sol en su cosmovisión representaba la vida, el calor, la luz, y al ver que se oscurecía a pleno día, cambiando el comportamiento de los animales, el desconcierto y temor era mayúsculo. A lo largo de la historia, diversos códices, como el Códice Dresde, hacen referencia del registro de eclipses de sol. Los nahuas los asociaban a fuerzas sobrenaturales al ver como el Sol “era comido” dándole el nombre de Tonatiuh qualo (o cualo), y ofrecían sacrificios de sangre para que no se debilitara. Los mayas además los asociaban con enfermedades. A pesar de que ahora sabemos porque ocurren los eclipses, algunas mujeres embarazadas se colocan amuletos como piedras de ónix, metales o listones rojos para proteger a sus bebes de “las fuerzas dañinas” del eclipse.
Actualmente se sabe con precisión cuando y donde han ocurrido eclipses. Se tiene registro de la presencia de eclipses en diferentes etapas de la vida de pueblos mesoamericanos. En la pirámide del Sol en Teotihuacán, fue observado un eclipse total de sol el 16 de agosto del año 630. Y los mexicas el 21 de abril de 1325 presenciaron un eclipse total de sol que consideraron como señal de su dios Huitzilopochtli. Y de acuerdo con la NASA, entre 1900 y 2022, se han presentado en el territorio de México, un gran número de eclipses solares anulares (1908, 1940, 1973, 1984, 1994, 2002) y totales (1923, 1970, 1991).
El 14 de octubre de 2023 se pudo apreciar en el sureste de México un eclipse anular de Sol. Este evento provocó grandes expectativas y fue observado con gran interés tanto en la comunidad científica como en el público general. El próximo eclipse anular será el 16 de enero de 2056, en 26 años. Lo increíble, es que el próximo 08 de abril de este 2024 se va a presentar otro eclipse de sol en México, pero ahora será total. Algunas generaciones hemos tenido oportunidad de ver varios de estos hermosos eventos naturales. El último eclipse total de sol en México fue el 11 de julio de 1991, ¡¡¡hace 33 años!!!, y el próximo será en en 28 años el 30 marzo 2052.
El eclipse del próximo 8 de abril es una oportunidad única, de contemplar este gran espectáculo. No la podemos perder. Pero con cuidado, nunca mires directamente hacia el sol, utiliza lentes especiales y disfruta estos fenómenos atmosféricos.
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* Red Ecología Funcional, INECOL
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