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Los mayas fueron artistas y expertos coloristas

Las dimensiones cromáticas forman parte de la ritualidad y su mitología, señala Laura Sotelo, del IIF-UNAM

En la cultura maya han existido talentosos artistas que han creado obras en las que el color es muy significativo. Por ejemplo, uno de los simbolismos que le otorgaban estaba relacionado con los rumbos del Universo: el Chilam Balam de Chumayel asocia el rojo con el Este, el blanco con el Norte, el negro con el Oeste y el amarillo con el Sur, mientras que el centro del universo es azul-verde.

“Esto aparece simbólicamente en muchos mitos. Y así se concibe el cielo, la tierra y el mundo subterráneo como un universo ordenado, estructurado, cuadrangular y cromático”, explica la doctora Laura Elena Sotelo Santos, investigadora del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.

El color es un referente de la cultura y los rituales mayas. Está presente en múltiples obras de arte de pequeño formato como la cerámica, o bien de gran tamaño como la pintura mural, o en objetos portátiles como los códices.

Los mayas son reconocidos como grandes artistas. Crearon colores únicos como el famoso azul maya, el cual se cree que surgió a partir del periodo Clásico Tardío, una época de gran esplendor cultural, artístico, político y económico. “Los grandes gobernantes tenían dentro de sus cortes artistas que elaboraron obras maravillosas que son las que han dado fama mundial a los mayas”, señala la doctora Sotelo Santos, especialista en religión e iconografía de códigos mayas.

Por ejemplo, la reconocida pintura mural de Bonampak está hecha con el azul maya, pigmento elaborado con materiales vegetales y minerales. Este tinte es considerado un desarrollo tecnológico excepcional en la historia de la humanidad. Es una mezcla del mineral paligorskita o atapulgita y añil.

“El resultado visto al microscopio es muy interesante porque se forman como cilindros microscópicos, o sea, una estructura como capilar y el tono de azul se mete en estas estructuras y queda encapsulado. Se han hecho pruebas en las que se le pone en ácido clorhídrico y se mantiene estable. Esto ocasiona que uno vea las obras que tienen azul maya y parece que están recién hechas. El negro y el rojo también son muy estables”.

Otros colores de la paleta maya son el negro —que obtenían de la base de las ollas en las que cocinaban y que se conoce como negro de humo— y el rojo, el cual extraían principalmente de las semillas de un arbusto conocido como achiote (Bixa orellana).

La doctora Sotelo Santos afirmó que los primeros murales mayas de los que se tiene registro sólo presentan rojo y negro sobre fondo blanco. Asimismo, algunas vasijas están pintadas sobre una base ocre, tienen figuras delineadas en negro y sus detalles son muy específicos, incluso en algunas se pueden apreciar las uñas, las pestañas, el tejido de las ropas, etcétera. Sin embargo, aún son piezas cuya paleta cromática no es muy amplia.

Una pregunta acerca del uso de colores en la cultura maya es para qué se utilizaban. Hay indicios de que el azul maya era un color sagrado relacionado con el agua y con el aire. Se empleaba en ofrendas y para purificar objetos como los códices, que al abrirlos se les daba un tratamiento simbólico y ritual con color azul para que fueran renovados o sacralizados.

Cabe destacar que entre los mayas el azul recibía el mismo nombre que el verde, lo cual no significa que no distinguieran entre un tono y otro, explica la universitaria, sino que en su concepción todo lo que es azul-verde se relaciona con los principios de vida, fertilidad, lluvia y abundancia. En maya yucateco se le conocía como ya'ax.

En algunos casos le otorgaban un simbolismo particular a cada color, por ejemplo, en el artículo “El simbolismo del color en las figuras del códice Madrid”, la doctora Sotelo habla de los colores (azul, negro, rojo y amarillo) de los elementos gráficos.

El azul se le relaciona con el agua, el cielo y la fertilidad (vegetal y humana); los dioses negros se asocian con el renacer del cosmos y la preservación eterna; el rojo se vincula con la sangre, el fuego, el Sol y la energía vital; mientras que el amarillo con las semillas o el alimento.

“El uso del color en el Códice Madrid obedecía a una serie de convenciones religiosas, mediante las cuales los sacerdotes-amanuenses incorporaron diversas valencias simbólicas a las imágenes de los dioses, matizándolas y, con ello, haciéndolas aún más ricas en significado”.

En la actualidad, los colores aún son importantes para los mayas. Por ejemplo, algunos campesinos siembran semillas de maíz rojo para que cuide su milpa y sea sana; en Chiapas y Guatemala se siguen conservando técnicas para elaborar textiles con colores que dan cuenta de su identidad cultural.

*Colaboración de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. 

Códice Tro-Cortesiano
Página 27 del “Códice Madrid”. La paleta de colores maya se constituye por el rojo, negro y azul-verde. Página 27 del “Códice Madrid”. La paleta de colores maya se constituye por el rojo, negro y azul-verde. (Diseño Bárbara Castrejón)

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