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México, listo para llegar a la Luna con la misión COLMENA

El lunes se prevé el lanzamiento de la misión mexicana COLMENA, a bordo de un cohete de la ULA · Caracterizará el suelo lunar con micro robots · En entrevista, Gustavo Medina Tanco, líder científico, explica los detalles

El rover lunar Yutu-2 de China aterriza en la cara oculta de la Luna
El Proyecto COLMENA se compone por 5 micro robots que explorarán la superficie lunar. El Proyecto COLMENA se compone por 5 micro robots que explorarán la superficie lunar. (Gaceta UNAM)

La primera incursión de México en la Luna se aproxima y está ligada a la historia de un niño argentino que vivía en un “pueblo perdido”. El pequeño había estado pendiente de las misiones Apolo de la NASA en cuya onceava misión postró el módulo Águila en el suelo lunar; recortaba las noticias que se publicaban en los diarios y conformó una carpeta que le acercaba al sueño celeste.

En julio de 1969, con 7 años, Gustavo observó desde su televisor en blanco y negro la transmisión de la llegada de los primeros humanos a la Luna. “Vi a Neil Armstrong bajar de la nave y pasear por el suelo lunar; yo caminaba como él, dando saltos por el sillón de mi casa”. 

Gustavo Medina Tanco, ahora académico de la UNAM y responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) –del Instituto de Ciencias Nucleares–, relata que ese momento definió a su generación e hizo volar lejos su imaginación y anhelo, mismos que ahora se plasman en la misión que dirige y la próxima semana iniciaría su camino hacia nuestro satélite: COLMENA. Se espera un lanzamiento exitoso este lunes 8 de enero.

Esa historia está directamente ligada a COLMENA (…) Siempre ese fue el sueño e inspiración que produjeron las misiones Apolo en mí y en tanta gente de mi generación. Ese valor de la inspiración me quedó muy grabado, es por lo cual digo siempre que COLMENA tiene otro valor intangible mucho más allá del tecnológico: inspirar, inspirar a los jóvenes”.

Muchas cosas pueden salir mal este lunes, cuando se ha programado el lanzamiento, o cuando despegue el cohete de la ULA, no hay que olvidar que, de las últimas cinco misiones a la Luna, sólo una lo consiguió exitosamente: la Chandrayaan-3 de la India, recuerda el investigador. “Hay muchas cosas que pueden salir erradas en una misión tan sofisticada, desde el cohete, hasta la nave, así como la misma COLMENA; ir a la Luna es una de las aventuras más complejas y sofisticadas que pueda llevar a cabo la civilización humana hoy en día y, por supuesto, puede salir algo mal”.

Pero incluso si así fuera, el éxito de la misión radica en que el LINX y todo el conjunto de jóvenes mexicanos (alrededor de 250) e instituciones participantes, saben ya cómo desarrollar la tecnología que puede ir al espacio en esta nueva era de la exploración.

Independientemente del éxito que puede aportar COLMENA desde el espacio, su equipo ya logró una serie de éxitos grandes, como construir, diseñar y calificar su tecnología ante innumerables pruebas en México y EU. “Ser aceptada y lanzada ya constituye un aprendizaje muy grande, sobre todo en esta área que es muy innovadora, que es hacer micro robótica para aplicación espacial (…) Es un éxito porque nadie ha desarrollado una tecnología tan pequeña para ese tipo de aplicación en el espacio, somos los primeros, vamos en la punta y ya estamos construyendo la segunda misión”.

COLMENA se conforma por una primera generación de robots que se modificarán en las siguientes misiones, no se comparan con los finales, que probablemente realizarán minería o exploración de recursos naturales, explica el investigador.

“Tienen objetivos claros, de ingeniería y de ciencia. Ingeniería básicamente es cómo hacemos algo muy innovador que es llevar tecnología muy chiquita al espacio donde te enfrentas con una serie de problemas que en otra instrumentación o rovers no se presentan porque hay estrategias (…)”.

Por otro lado, la misión científica se relaciona con el estudio de la superficie lunar, caracterizada por un polvo muy fino, llamado regolito, que se ha hecho por el impacto de micrometeoritos que han impactado la Luna por 4 mil 500 millones de años. Es como vidrio molido, muy pequeño, y es capaz de destruir mecanismos, motores, componentes electrónicos, etc… La misión estudiará ese mundo para caracterizarlo y aprender a diseñar las próximas misiones que se enfrentarán a ese micro cosmos lunar.

La misión fue apoyada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), mientras la encabezó Marcelo Ebrard; el gobierno de Hidalgo, mientras lo encabezó Omar Fayad y por la Agencia Espacial Mexicana.

El Proyecto COLMENA se constituye por cinco micro robots de diez centímetros de diámetro y cuatro de altura cada uno, con un peso de sólo 57 gramos, que en referencia a la “inteligencia de colmena” trabajarán juntos para realizar estudios científicos y de ingeniería en la superficie lunar. Todo esto será posible a lo largo de “un día lunar” si el lanzamiento del cohete Vulcan Centaur, de la United Launch Alliance (ULA), y el posterior alunizaje de la nave Peregrine –desarrollada por Astrobotic– no sufren contratiempos. Será en alrededor de un par de meses cuando sabremos el resultado del alunizaje.

Pero, ¿a qué se refiere Gustavo Medina con una segunda misión?

Hay que aclarar que COLMENA estratégicamente no es nuestro objetivo final, es la primera de una serie de misiones a la Luna; tenemos planeado hacer dos más hacia 2030 y desarrollar para México la capacidad para hacer micro robótica en condiciones agresivas del espacio, ya sea sobre la superficie lunar o en asteroides”. 

Esto para que el país quede posicionado como un actor efectivo en toda la transformación que se está viviendo en el espacio y que incorporará a la Luna y los asteroides socioeconómicamente a nuestra civilización, añade. “Entonces vemos a COLMENA como parte de un proceso estratégico que deberemos desarrollar hacia 2030”.

Esta misión no sólo lleva micro robots para la exploración, sino también inspiración y simbolismo, enfatiza el científico de la UNAM, algunos como los que imbuyó a sus siete años. “Esta misión, por más que los robots sean pequeños, busca inspirar: Imagino que algún niño en medio del campo de repente vea esto en la televisión y vea que es mexicano y reflexione que fue hecho por jóvenes como él (ella), esto es el quiebre de un paradigma interno. Esta implicación de COLMENA es intangible, no se puede medir económicamente, pero lo tenemos porque yo fui uno de esos jóvenes que se ilusionó, así como muchos de mi generación”.

Medina enfatiza que una de las mayores limitaciones que tienen los jóvenes no nada más en México, sino en toda Latinoamérica son autoimpuestas, donde nos vemos únicamente como consumidores de tecnología, pero incapaces de producirla. “Eso no es verdad”.

Para enfatizar esta idea, el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM cita al historiador y escritor Yuval Noah Harari, quien refiere que los seres humanos somos simbólicos, que nos organizamos y vivimos en torno a los símbolos y creamos nuestra sociedad en torno a ellos.

“COLMENA va más allá de toda su tecnología y objetivos, es un símbolo que, si lo sabemos aprovechar como país, debe tener grandes ramificaciones, porque nos pone ante un hecho grande: México colocando un pedazo del producto de las manos de otros mexicanos sobre la superficie de la Luna. 

"Imagínalo, estamos a casi 500 años del 'descubrimiento' de América y la llegada de Hernán Cortés a México. En el momento en que se abre este nuevo continente para la civilización humana que es la Luna, los hijos de esa civilización, que estaban en este continente, se proyectan a ese nuevo que es la Luna. Es un ciclo de propagación". 

Si sabemos tomar esa metáfora, introyectarla y construir con base a ella los ladrillos de nuestra sociedad de manera correcta, enfatiza, podemos hacer grandes cosas. "Es una forma de decir ‘estamos logrando ser parte de ese mundo tecnológico’, hoy en día somos parte de esa nueva etapa de la civilización humana y tenemos el chance de hacerlo”.

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