Luc Montagnier, el científico francés que descubrió el virus (VIH) causante del sida y que recibió el Premio Nobel de Medicina en 2008, falleció este viernes, a los 89 años de edad, rodeado de controversias científicas debido al giro que tomó su carrera en la última década, en la que enfocó sus estudios a buscar fundamentos científicos que respaldaran los beneficios de la homeopatía; periodo en el que también puso en duda los beneficios de las vacunas.
En los años 80s del siglo pasado, cuando comenzaron a reportarse muertes de personas que experimentaban previamente una desactivación del sistema inmune y eran atacadas por infecciones oportunistas, el Doctor Montagnier, junto con los doctores Jean-Claude Chermann y Francoise Barré-Sinoussi, llevaron a cabo estudios en los que aislaron diferentes retrovirus humanos que podrían ser la causa de este tipo de proceso fisiológico.
El virólogo francés, que recibió el Premio Príncipe de Asturias por Investigación Científica, en el año 2000, defendió en sus últimos años de vida la idea de que existía muy poca comprensión de los mecanismos que activan el sistema inmune humano e incluso llegó a recomendar que el Papa Juan Pablo Segundo podría atender su Enfermedad de Parkinson consumiendo papaya fermentada.
El aislamiento con parte de la comunidad científica fortaleció la decisión de Montagnier de mudarse a China para hacer investigación, pero finalmente regresó a Francia, donde perdió la vida este 10 de febrero de 2022.
El investigador había decidió trasladar sus trabajos a Shanghái donde se centró en la homeopatía, práctica de la que aseguró en muchos foros que tiene una base científica, pero que está muy olvidada.
Sus polémicas declaraciones y opiniones alejadas de la ortodoxia científica le llevaron a sostener que los africanos tendrían menos problemas con el sida si tuvieran una alimentación más equilibrada o propuso curar al papa Juan Pablo II, enfermo de párkinson, con papaya fermentada.
En noviembre de 2017, su posicionamiento público en contra de la vacunación obligatoria en Francia de los niños suscitó una denuncia pública de 106 académicos de medicina.
Montagnier también expresó sus propias ideas sobre la actual pandemia, apoyando las tesis de que el SARS-CoV-2, causa de la covid-19, era de fabricación humana obra de un laboratorio de Wuhan (China) y apuntó a una fuga accidental mientras se investigaba una vacuna contra el VIH.
La vacunas contra el coronavirus también fueron centro de sus críticas y, en una entrevista difundida por la organización "RAIR Foundation USA", calificó de "enorme" e "inaceptable" error "científico y médico" la vacunación masiva porque, adujo, es la que "ha creado las variantes".
Hallazgos pioneros
En el año 1983, los tres investigadores reportaron el hallazgo de un retrovirus desconocido hasta entonces, el cual llamaron Virus de Inmunodeficiencia Humana o VIH, el cual era causa de la enfermedad que comenzaba a dispersarse por el mundo y que fue llamada Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Montagnier y sus colegas también dieron a conocer la primera prueba de sangre que permitía detectar la presencia de ese virus, a través de un conjunto de anticuerpos asociados a la infección.
En 1984, el estadounidense Robert Gallo reclamó para su equipo la autoría del descubrimiento del VIH, lo que dio lugar a una controversia que se prolongó varios años y que se zanjó con el reconocimiento de ambos como padres de dicho hallazgo. El francés, que escribió numerosos trabajos sobre el virus del sida, descubrió en 1986 un segundo virus de inmunodeficiencia adquirida, el VIH2.
Nacido en Chabris, Francia, el 18 de agosto de 1932, Montagnier se graduó como Doctor en Medicina por la Universidad de Poitiers, en 1955 inició allí su actividad y su carrera. Fue jefe de la Unidad Oncológica Viral del Instituto Pasteur de París.
Jóvenes perdieron miedo al sida y resurgieron contagios.
El peligro mayor frente a una epidemia es pensar que no hay peligro. A partir del año 2010 el número de jóvenes mexicanos diagnosticados con VIH, causante de Sida creció 284 por ciento. En 2018, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el SIDA (Censida), alertó sobre el incremento de contagios entre personas de 15 a 24 años de edad. En ese momento indicó que 60.5 por ciento de los nuevos casos correspondía a jóvenes de entre 20 y 34 años.
El SIDA no lleva inevitablemente a la muerte, especialmente si usted suprime los co-factores que soportan a la enfermedad.
Creo que actualmente debemos poner el mismo peso en investigar los factores de infección que en investigar el propio VIH.
Smentada.
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