En conferencias de prensa simultáneas realizadas en diez países, a la misma hora, científicos de un equipo multinacional informaron ayer una noticia histórica: por primera vez en la historia, la humanidad se pudo fotografiar el centro de la galaxia en la que se encuentra nuestro sistema solar: la Vía Láctea. Ahí comprobaron la existencia de un agujero negro súper masivo, cuyo tamaño es 4.154 millones más grande que nuestro Sol.
El agujero negro en el centro de nuestra galaxia ya tiene nombre, se llamará Sagitario A* y se encuentra a 25 mil 673 años luz de distancia de la Tierra. Se considera que es un “agujero negro apagado” porque no emite eyecciones de energía como otros agujeros negros observados.
Para este logro trabajaron 350 investigadores en torno al proyecto llamado Telescopio del Horizontes de Sucesos o Event Horizon Telescop (EHT), con el cual se apuntan a la misma región del cielo radiotelescopios que se localizan en México, Chile, España, California y Hawai. Esos observatorios reciben señales de radiación desde el centro de nuestra galaxia y esas señales son procesadas con cómputo de alto rendimiento y racimos de operaciones matemáticas hasta convertir en fotografía lo que sólo llega como ondas milimétricas de radiación espacial.
En este proyecto participaron científicos mexicanos por medio de infraestructura y talento pues para construir esta imagen se usaron datos colectados por el Gran Telescopio Milimétrico (GTM), que se localiza en Puebla. Pero, además, más de 21 científicos mexicanos formaron parte del grupo de 350 científicos de 10 países que unieron sus talentos para este resultado.
Los investigadores de México que participaron trabajan en instituciones como el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), dirigido por David Hughes; el IRyA de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dirigido por Luis Alberto Zapata González; la Universidad de las Américas en Puebla (UDLAP), pero también en diferentes instituciones fuera de este país, como la Universidad de Massachussetts, la Universidad de Frankfurt, entre otras.
“Se trata de la primera prueba visual directa del agujero negro super masivo que está en el centro de nuestra galaxia”, dijo el investigador mexicano Alejandro Cruz Osorio de la Universidad de Frankfurt. “En este logro México no sólo aportó infraestructura a través del Gran Telescopio Milimétrico, sino talento, a través de investigadoras e investigadores mexicanos que laboraron desde diferentes instituciones”, dijo la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez Buylla.
Aportación alemana
En Alemania, el anuncio de la fotografía del centro de la Vía Láctea enfocó su atención al hecho de que el Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR) en Bonn desempeñó un papel importante desde la fundación y el establecimiento de la colaboración EHT hasta la producción final y la interpretación de los datos.
Anton Zensus, director del Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR) y presidente fundador de la Junta de EHT, dijo que: "Este descubrimiento muestra que este objeto compacto y masivo en el Centro Galáctico es de hecho un agujero negro. La imagen de hoy proporciona la primera evidencia visual directa de ello: por primera vez podemos echar un vistazo al agujero negro en nuestra propia galaxia".
Aunque no podemos ver el agujero negro en sí, debido a que es completamente oscuro, el gas brillante a su alrededor revela una firma reveladora: una región central oscura, llamada "sombra", rodeada por una estructura brillante en forma de anillo. La nueva vista captura la luz doblada por la poderosa gravedad del agujero negro, que es cuatro millones de veces más masivo que nuestro Sol.
En otra conferencia de prensa simultánea, Geoffrey Bower del Instituto de Astronomía y Astrofísica, Academia Sinica, Taipei, dijo que "nos sorprendió lo bien que el tamaño del anillo observado concuerda con las predicciones de la Teoría de la Relatividad General de Einstein". Los resultados del equipo de EHT se publican hoy en un número especial de The Astrophysical Journal Letters.
LA IMAGEN.
Fotografiar el agujero negro super masivo en el centro de la Vía Láctea fue muy difícil fotografiarlo porque alrededor del agujero negro hay gas que gira a altas velocidades y además hay estrellas entre la línea de observación de la Tierra a ese agujero negro, por lo que fue necesario tomar fragmentos y luego unirlos con computadoras y algoritmos matemáticos. “La imagen que presentamos es un promedio de miles de imágenes procesadas”, explicó Gisela Ortiz León, investigadora del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA -UNAM)
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