Considerado uno de los líderes mundiales en reparación o sustitución de válvulas cardiacas, por haber realizado más de 5 mil cirugías exitosas en 25 años, el cardiólogo intervencionista Raj Makkar, visitó la Ciudad de México, para hablar en el Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista y explicó que la elevada tasa de éxito en sus procesos se apoya en un modelo en el que lograron alinear la investigación científica, la transferencia de tecnología y la práctica quirúrgica.
Posteriormente a su encuentro con médicos, el director de la División de Cardiología Intrvencionista del Hospital CEDARS Sinaí, en Los Ángeles, California, habló para los lectores de Crónica y explicó que entre los grandes cambios en las operaciones de corazón está el hecho de que ya no es necesario abrir el tórax o detener el corazón para reparar o sustituir las válvulas cardiacas; siempre y cuando se apoyen en catéteres que introducen microinstrumental y dispositivos, a través de una pequeña punción en la ingle o la muñeca de la mano y usan las arterias como vías para llevar todo el equipo hasta el corazón.
“Soy muy afortunado de trabajar en una institución cuya historia está llena de pioneros en avances a favor de la salud y por eso es considerado el segundo hospital más importante de todo Estados Unidos. Nosotros somos cirujanos que trabajamos en un ambiente muy académico y con un compromiso muy fuerte con la investigación.
"Cada paciente que acude a nuestra institución nos plantea una pregunta particular, pero al mismo tiempo es parte grupos de personas que están enfrentando la misma condición de salud, lo que nos permite mirar cada caso como una misión para resolver la causa del sufrimiento de ese paciente y, al mismo tiempo, para construir procesos que nos ayuden a atender mejor a los pacientes del futuro. Tenemos investigadores, pero también tenemos jóvenes médicos en formación, entonces, hacemos intervenciones y generamos nuevos datos. Siempre tenemos la mirada en el futuro y explicamos a los pacientes que los avances en estos campos son tan rápidos que algunos dispositivos que se usaban hace 15 años en cirugías hoy sólo se ven en museos de medicina”, dijo a este diario el cirujano líder.
A lo largo de los años, al Hospital CEDARS Sinaí ha creado un conjunto de protocolos de investigación en los que pueden participar pacientes voluntarios, empresas privadas de tecnología biomédica y universidades, bajo la supervisión de la autoridad sanitaria de Estados Unidos, que es la FDA o Administración de Alimentos y Medicamentos. Estos protocolos permiten que haya un tránsito contínuo y ordenado del nuevo conocimiento “desde el laboratorio hasta la cama del paciente”, como dijo el doctor Makkar.
“En todas las áreas de investigación existe un espacio o hueco que deben recorrer los inventos e innovaciones, entre los laboratorios y las áreas donde se aplican esos nuevos conocimientos a los pacientes. Nosotros hemos procurado recudir ese hueco con la investigación hospitalaria, que cada día está generando nuevos datos y publicaciones que nos permiten invitar a pacientes a participar en protocolos nuevos e ir empujando poco a poco los límites de abordaje de las enfermedades del corazón”, indicó.
Las investigaciones del doctor Makkar privilegian la comprensión de enfermedades cardiacas de mayor prevalecen mundial.
“Consideramos que al atender las enfermedades y complicaciones cardiacas que más se repiten estamos aportando un conjunto de datos y de información que puede ser replicada en otras regiones y en otras generaciones. Un ejemplo de cómo se distribuyen y multiplican las prácticas exitosas es el tipo de encuentros como al que estoy acudiendo en México donde compartimos con nuestro país vecino avances comprobados y desde este punto podemos multiplicar el impacto a toda América Latina”, concluyó.
Mejorar procesos quirúrgicos
Raj Makkar, dice que los avances para tener cirugías cardiacas menos invasivas y más seguras surgen al plantear preguntas básicas sobre problemas que se repiten, como las complicaciones de cicatrización o cuagulación, así como las variantes de resultados que se presentan por género o edad.
“Atender preguntas básicas nos permite realizar intervenciones que hace 25 años se consideraban imposibles, como hacer una reparación de válvulas cardiacas a un paciente de 90 o 100 años y que pueda ir a su casa un día después”, explicó.
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