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Investigadores, científicos y académicos, en coordinación con la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y el Instituto de Investigación en Políticas Públicas y Gobierno (IPPG) de la Universidad de Guadalajara (UdG), han publicado una serie de recomendaciones y propuestas de política científica que esperan tener resonancia en los próximos gobiernos en el marco de las elecciones de 2024.
“Propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de ciencia, tecnología e innovación en México” es la primera de las publicaciones que formarán parte de la colección “Propuestas y reflexiones sobre políticas públicas”.
“Es fundamental que el próximo gobierno de México haga de esta política pública una agenda prioritaria”, refiere la presentación del documento, a cargo del presidente de la AMC, José Seade Kuri, y del director del IPPG, Enrique Cabrero. “Que comprometa un monto de inversión mucho mayor que el actual, que promueva de manera decidida la formación de capital humano altamente calificado; que fortalezca a las instituciones y grupos de investigación (…), que haga del conocimiento una herramienta fundamental para atender los problemas y retos nacionales. Todo ello, en un marco de certidumbre institucional, de libertad científica, y de compromiso con la sustentabilidad social y ambiental”.
La publicación compila textos de académicos que se han vinculado con el desarrollo de políticas públicas en materia de ciencia, tecnología e innovación (CTI), entre ellos: Rafael Bojalil, investigador de la UAM y ex funcionario del Conacyt en este sexenio; Gabriela Dutrénit, académica de la UAM experta en políticas y economía de la innovación; José Franco, ex presidente de la AMC y ex coordinador del FCCyT; Antonio Lazcano, intelectual y profesor de la FC-UNAM, miembro de ProCienciaMx; Raúl Rojas, premio Nacional de Ciencias y destacado matemático; Julia Tagüeña, ex directora Adjunta del Conacyt, destacada divulgadora y la última coordinador del FCCyT, y Brenda Valderrama, ex presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos y Secretaria de CTI del estado.
AMC.
Las propuestas de la AMC comienzan contextualizando los diversos análisis y propuestas realizadas desde instituciones como ésta, la UNAM y otras academias en la transición de gobierno anterior, que buscaban mejorar el sistema en curso, no obstante, fueron soslayadas: “Sin embargo, las nuevas autoridades designadas por el Presidente de la República para encabezar el Conacyt tenían ideas diferentes y adoptaron diversas medidas para modificar el rumbo”.
La institución plantea el desarrollo de una agenda nacional de CTI 2024-2050, para lo cual establece propuestas para enmarcar la ciencia como parte de la economía; mejorar la gobernanza del sector; mejorar el financiamiento; establecer programas para resolver los grandes problemas nacionales; formar recursos humanos y mejorar la infraestructura científica nacional, entre otros. Cada punto cuenta con “cómos” para establecer esta agenda con miras al largo plazo.
La red de científicos nacionales ProCienciaMx surgió este sexenio como contrapeso a las decisiones arbitrarias realizadas en este gobierno en materia de CTI. Sus miembros han realizado diagnósticos de diversas de las políticas públicas del sector e incluso han presentado alternativas a la legislación oficial y más recientemente un proyecto de desarrollo de política pública para el próximo gobierno y en adelante.
De esta forma, en “Propuestas y reflexiones…” comparten parte de esta estrategia de política de CTI para el 2024-2036, la cual se centra en seis estrategias:
1. Reformar el sistema de CTI para garantizar la libertad académica, la participación democrática y laautonomía.
2. Asignar un financiamiento suficiente, sostenido y progresivo para las actividades de CTI.
3. Expandir y fortalecer las comunidades científicas y tecnológicas.
4. Fomentar la innovación que contribuya al bienestar social y el desarrollo sustentable.
5. Promover la comunicación pública de las ciencias.
6. Fortalecer la colaboración internacional en materia de CTI.
Para cada estrategia, ProCienciaMx define objetivos, líneas de acción e instrumentos para llevarlas a cabo.
Para ProCienciaMx, México requiere de una “nueva y audaz” política de Ciencia, Tecnología e Innovación, para lo cual se requiere de una estructura institucional sólida que “proporcione a estas actividades condiciones democráticas mínimas tales como libertad, autonomía y respeto a los derechos humanos, al mismo tiempo que estrategias garantizadas por el Estado para sostener y reproducir los procesos de CTI”.
La recientemente aprobada Ley General de Ciencia, añade, “carece de principios democráticos, desconoce la soberanía de los estados y municipios y no ofrece opciones sostenidas de apoyo dotadas de eficientes instrumentos financieros”.
Tanto la política como la ley actual, enfatiza, “parecen inspirarse en un modelo autoritario, centralista y regresivo respecto a las actividades de CTI”.
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