Un ambiente tan cálido altera el confort, el sudor brota de la piel, corremos el riesgo de deshidratación e incluso de muerte. Además agrava la sequía y los incendios forestales.
Las olas de calor se caracterizan por superar el umbral promedio de la temperatura en un lugar durante varios días. En la Ciudad de México pueden ser de los 30°C mientras que en Sonora podrían llegar a los 50°C. Si bien se trata de un fenómeno natural que suele presentarse en los meses de febrero a mayo, el hecho de que en junio se haya formado una ola de calor de mayor duración en el país, es una situación extraordinaria, coinciden los especialistas en las ciencias de la atmósfera.
¿POR QUÉ SE FORMAN?
El clima es complejo, pues intervienen varios procesos de la dinámica de nuestro planeta.
La doctora Elda Luyando, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, menciona que la tercera ola de calor en México es resultado de la presión de un enorme anticiclón que está desplazado hacia nuestro país y que reduce la formación de nubes.
Un anticiclón es una zona de alta presión que llega a la capa inferior de la atmósfera (troposfera), la que está en contacto con la superficie.
La investigadora, entrevistada en el programa radiofónico “La ciencia que somos”, refiere que a causa de este fenómeno en vez de la formación de nubes y lluvias que esperaríamos durante el verano en nuestro país, lo que tenemos es la acumulación de radiación solar que da origen el calor extremo y prolongado.
INTERACCIÓN CON OTROS FENÓMENOS.
La doctora Luyando advierte que las olas de calor podrían ser más frecuentes y extremas, debido a la interacción con la sequía que prevalece en el país, el cambio climático que se relaciona con eventos más extremos y la isla de calor en las ciudades.
El fenómeno Isla de calor se presenta en zonas urbanas que han sustituido gran parte de suelo de vegetación y bosques por el suelo de concreto y asfalto. Dichos materiales absorben más el calor, por tanto, generan un ambiente más cálido en comparación con las áreas naturales; la diferencia puede ser de hasta 10 °C.
Dicho fenómeno se ha estudiado desde hace décadas. En México uno de los pioneros es el doctor Ernesto Jáuregui, quien documentó los efectos de la urbanización en el clima de la Ciudad de México.
NO TE ARRIESGUES.
Los especialistas estiman que el calor intenso podría extenderse varios días, incluso consideran que podría formarse una cuarta ola de calor en el país en los primeros días de julio.
Las personas de la tercera edad y los niños son la población más vulnerable a sufrir deshidratación, ataques cardíacos, daño cerebral y mortalidad por el golpe de calor, como se le llama al aumento rápido de la temperatura corporal durante la permanencia en exteriores o mientras se realizan actividades en días calurosos.
La investigadora recomienda vestir con ropa de colores claros, mantenerse hidratado y evitar la actividad física al aire libre.
Si tienes animales de compañía evita exponerlos al calor; ofréceles un lugar fresco como refugio y agua fresca.
Una ola de calor es un fenómeno climático extremo; un episodio de temperaturas anormalmente altas que se mantienen durante varios días o incluso semanas, que afectan a una parte importante de una región o un país. Para que una ola de calor ocurra, la tropósfera (capa de la atmósfera terrestre que está en contacto con la superficie de la Tierra), debe registrar una alta presión.
Las olas de calor pueden intensificarse o durar más días por la interacción con la superficie de la atmósfera si existen sequías; también influyen algunos modos de variabilidad climática, esto es, fenómenos como El Niño o La Niña.
Cuando sucede una ola de calor, se supera un umbral durante varios cinco días o una semana, aproximadamente, dependiendo de la temperatura máxima de una región. Por ejemplo, en la ciudad de México, una ola de calor puede ser de 30 grados, en tanto que en Sonora podría ser de 50 grados.
*Colaboración de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM
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