En el mundo está en marcha un cambio histórico en el manejo de la Diabetes, gracias al desarrollo y pruebas exitosas de nuevas moléculas inyectables y orales que abrirán la oportunidad de salvar millones de vidas. Así lo explicaron ayer diferentes médicos de Argentina, Canadá, Colombia, España, Estados Unidos, Dinamarca, México y Reino Unido, al conmemorar 100 años de la producción industrial de insulina, iniciada por el laboratorio danés Novo Nordisk, en 1923.
La diferencia en el tratamiento de la enfermedad, que afecta a 422 millones de personas en todo el planeta, será posible gracias al desarrollo de nuevas insulinas lentas y de otras moléculas que estimulan a las células Beta del páncreas para producir insulina. Estos avances permitirán a los pacientes inyectarse una vez cada semana, en lugar de aplicarse inyecciones diarias. Adicionalmente se prueba una nueva terapia de oral para estimular la producción de insulina desde el propio cuerpo del paciente, y todo esto ocurre al mismo tiempo que un cambio en el paradigma de trabajo de los médicos que ya no sólo buscan controlar los niveles de azúcar en la sangre, sino que abordan a la diabetes como una enfermedad cardio-reno-metabólica.
ENCUENTRO MÉDICO
Dese el viernes por la tarde, más de 500 médicos especialistas, de ocho países, se reunieron en Playa del Carmen, Quintana Roo, en el Novo Nordisk Leaders Summit, para escuchar y discutir más de 15 ponencias sobre tratamientos producidos mediante biotecnología, para administración de insulina lenta y protección a diferentes órganos de pacientes con diabetes.
Entre los ponentes hubo investigadores de las universidades Southampton, Reino Unido; Toronto, Canadá; UFASTA, Argentina; Advent Health Diabetes Institute, Estados Unidos; Sociedad Europea de Cardiología y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMyNSZ), de México; entre otras instituciones.
Se presentaron datos de estudios iniciados hace cinco años y ya concluidos, como el PIONEER y SUSTAIN; así como otros que se encuentran en Fase 3 de investigación, como el FLOW. También se explicó que algunos de estos medicamentos ya cuentan con registro en México y podrían entrar a su distribución en los servicios de salud pública debido a que ya se les ha otorgado clave para participar en licitaciones.
“En la actualidad los médicos endocrinólogos hemos aprendido a mirar detrás de la glucosa. Esto quiere decir que no sólo atendemos al paciente con diabetes administrando insulina u otros medicamentos que controlen sus niveles de glucosa sino que observamos y abordamos efectos inflamatorias y de otro tipo”, comentó para los lectores de Crónica el endocrinólogo argentino Adrián Proietti, director de Posgrado Universitario Endocardio, en la Universidad FASTA, de Río de la Plata.
En el encuentro médico participaron especialistas de diferentes ramas de la medicina, con presencia mayoritaria de endocrinólogos, pero también con cardiólogos, nefrólogos, angiólogos y neurólogos.
“Sí estamos viviendo un cambio en la historia del tratamiento de la diabetes porque tenemos por lo menos dos familias de medicamentos que antes no teníamos y que reducen alrededor de 20 por ciento la tasa de eventos cardiovasculares en pacientes con Diabetes Tipo 2; además de que reducen el peso de los pacientes, la presión arterial y los niveles de hemoglobina glucosilada. Esas dos familias de moléculas son los agonistas de GLP-1 (Glucon-Like-Peptide), que estimulan al páncreas a producir insulina, y los inhibidores de SGLT2, que ayudan a perder glucosa a través de la orina”, dijo a este diario el cardiólogo español Vivencio Barrios, miembro de la Sociedad Europea de Cardiología y de la Sociedad Europea de Hipertensión.
GLP-1 SEMANAL
Una de las terapias que los médicos ya consideran un parteaguas en el tratamiento de la diabetes es un familia de moléculas llamadas Agonistas de la GLP-1, que han sido creadas en laboratorio con biotecnología y que imitan el trabajo de una hormona que normalmente produce el cuerpo humano, llamada GLP-1, pero que disminuye su eficacia en pacientes con diabetes, sobrepeso y enfermedades cardiovasculares. Dentro de esta familia, una de las que ha generado más interés y estudios es la llamada Semaglutida, que es 94 por ciento homóloga al GLP-1 que produce el propio cuerpo, y que puede ser inyectada una vez a la semana.
“En principio se estudió esta molécula para saber si podía reducir los niveles de glucosa en sangre, sin provocar efectos adversos a los pacientes, pues ya existen otros tratamientos eficaces para reducir los niveles de azúcar, pero que provocan eventos adversos, como la hipoglucemia. Pero lo que sorprendió al ver los resultados en los estudios fue que no sólo se habían reducido los niveles de glucosa, sino que se empezaron a medir otros efectos positivos en los pacientes, como reducción de peso y reducción de la inflamación de diferentes órganos que daña la diabetes, como corazón, riñones y cerebro”, informó el doctor Mansoor Husain, profesor de medicina de la Universidad de Toronto.
La identificación de esta hormona abrió nuevas líneas de investigación hasta encontrar que su administración podía ser inyectada semanal, con lo que el paciente no tendría que aplicarse 365 inyecciones cada año, como con otros tratamientos. Así se mejora el apego al tratamiento.
INSULINA SEMANAL
Además de la llegada de la Semaglutida y otras moléculas GLP-1 de aplicación semanal, otro avance importante ha sido la mejora en estudios y diseño de insulinas de acción lenta.
Sobre este tema, el doctor Adrián Proietti, de la Universidad FASTA, dijo que en los próximos meses los médicos y pacientes tendrán más opciones para acceder a insulinas que se inyecten una vez a las semana (igual que los agonistas de GLP-1). Estas pueden mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes porque permitirían que los pacientes tengan periodos de ayuno prolongados (por ejemplo en las noches al dormir), sin riesgo de que en ese momento les afecte una baja grave de azúcar, llamada hipoglucemia.
“Al hacer más lenta la velocidad de absorción, ya no es necesario vincular inyecciones de insulina rápida con cada ingesta de alimento”, agregó el doctor Proietti.
GLP-1 ORAL
Por último, otro avance que ha generado mucho interés y sobre el que se están realizando estudios es la administración de la molécula Semaglutida (GLP-1), pero en forma de tabletas, en lugar de ser inyectada. En este caso, se presentaron datos preliminares de estudios donde hay eficacia comparable en los efectos de Semaglutida inyectable una vez a la semana y Semaglutida oral, en tabletas, una vez al día en ayunas.
“Estamos hablando de un diseño muy innovador, que puede ser revolucionario porque la Semaglutica entra al estómago envuelta en otra molécula para que el proceso gástrico no destruya la cadena de la molécula. Debe ser absorbida a través del estómago, no del intestino delgado, pero se ha logrado que el 1 por ciento entre al torrente sanguíneo, desde el estómago y los resultados de seguridad, reducción de niveles de glucosa y efectos positivos en corazón, cerebro, riñones e hígado son muy importantes”, dijo a Crónica el doctor Richard Holt, catedrático de Diabetes y Endocrinología de la Universidad de Southampton.
Cumple su primer siglo la producción industrial de insulina
En 1921, un equipo de investigadores canadienses extrajo con éxito, por primera vez, insulina del páncreas de un perro y analizaron su efecto para aplicarse a las personas con diabetes. En 1922 Leonard Thompson, un chico de 14 años que pesaba poco más de 29 kilogramos, se convirtió en la primera persona con diabetes que recibió tratamiento con insulina y salvó su vida. En 1923 Nordisk Insulinlaboratorium comenzó a producir y comercializar la insulina, con los procesos canadienses, después de que August y Marie Krogh solicitaron los permisos llevaran a Dinamarca la técnica de extracción y purificación de esa hormona.
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