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Patas de chinche para explorar y conquistar el planeta

Las chinches son un interesante grupo de insectos que tienen una gran diversidad de formas y colores, es posible encontrarlas en una variada gama de ambientes como terrestres, acuáticos y semiacuáticos

Anatomía de un insecto
Chinche acuática perteneciente a la especie Cataractocoris macrocephalus. Chinche acuática perteneciente a la especie Cataractocoris macrocephalus. (Daniel Reynoso-Velasco.)

Las chinches son uno de los grupos de insectos más diversos del planeta, se estima que existen aproximadamente 106,000 especies en el mundo, divididas en cuatro subórdenes: Coleorrhyncha (37 especies), Sternorrhyncha (~18,000 especies), Auchenorrhyncha (~43,000 especies) y Heteroptera (>45,000 especies). Estos insectos se caracterizan porque tienen un aparato bucal modificado en forma de estilete, con el cual perforan tejidos e inyectan enzimas salivales que les ayudan a degradar el alimento para poder succionarlo. Este tipo de adaptación en su boca les ha servido para alimentarse de una gran variedad de recursos, como lo son la savia de las plantas y hongos, depredar a otros animales (invertebrados, alevinos de peces y renacuajos) y hasta consumir sangre de vertebrados como los humanos. Además, tienen un ciclo de vida hemimetábolo, es decir, que cuando estos insectos emergen del huevo tienen la forma de un adulto pequeño, solo que sin alas y estructuras reproductoras.

El suborden Heteroptera es el más diverso de las chinches y se caracteriza por presentar el par de alas anterior modificadas en forma de lo que conocemos como hemiélitros: alas con la mitad basal dura y la mitad apical membranosa. Heteroptera se encuentra subdividido en siete infraórdenes y su extraordinaria diversificación se debe a que han sido capaces de colonizar una gran variedad de ecosistemas terrestres, acuáticos y semiacuáticos, para lo cual tienen adaptaciones fisiológicas (funciones del cuerpo) y morfológicas que les han permitido establecerse en estos ambientes. En particular, las modificaciones presentes en las patas han sido uno de los factores más importantes en la colonización de diferentes tipos de hábitats, ya que varían dependiendo de los requerimientos de vida de cada especie.

Podemos encontrar patas caminadoras en las especies terrestres y algunas semiacuáticas, e incluso en especies acuáticas, estas les sirven para desplazarse rápidamente por el suelo, para trepar plantas y otras superficies y para caminar entre los musgos, la vegetación acuática o el fondo de un estanque o río, muchas veces estas patas presentan aditamentos como largas uñas, espinas, setas gruesas, engrosamientos, aplanamientos, fóveas (depresiones en la cutícula). Un ejemplo claro de estas variaciones es el de varias especies de la familia Coreidae, comúnmente llamadas chinches patas de hoja, que pueden presentar diferentes modificaciones en las estructuras de las patas posteriores, como engrosamientos y espinas en los fémures y aplanamientos en forma de lámina en las tibias. Estas modificaciones son utilizadas en el combate entre machos.

Por otra parte, las especies semiacuáticas de las familias Gerridae y Veliidae tienen un conjunto de modificaciones que les permiten desplazarse en diferentes sitios dentro de los cuerpos de agua, como en zonas de remanso (poca corriente) y de rápidos en ríos y arroyos, aguas adentro en lagunas y lagos, así como en zonas costeras marinas. La principal adaptación se encuentra en la pata media, la cual es muy alargada y se encuentra más cercana a la pata posterior que a la anterior para mantener un mayor equilibrio en su desplazamiento sobre el agua. Además, las patas y el cuerpo están cubiertos de setas que repelen el agua para evitar que el cuerpo se moje y se hunda debajo del agua. En algunas chinches se pueden encontrar modificaciones particulares, como en el género Rhagovelia, que tienen insertado un abanico de setas en la parte final de sus patas medias, que las ayudan a tener mayor maniobrabilidad en los ríos y arroyos rocosos cerca a zonas de rápidos.

La columna de agua de lagos, lagunas, ríos y arroyos también es un importante hábitat en el que se pueden encontrar a las chinches, sin embargo, el vivir sumergido requiere de cambios importantes en la forma de las patas. Por ejemplo, para moverse de forma ágil a través de la columna de agua, las patas se han modificado en forma de remos para la propulsión. El ejemplo más claro se da en las familias Corixidae, Notonectidae y Belostomatidae, que presentan las tibias y los tarsos de las patas posteriores ensanchadas, aplanadas y provistas de setas natatorias.

Las patas también se han modificado debido a los hábitos alimenticios. En el caso de las chinches depredadoras, como las pertenecientes a las familias Reduviidae, Naucoridae, Notonectidae y Belostomatidae, las patas anteriores les facilitan atrapar y retener a sus presas; el fémur por lo general está fuertemente engrosado y la tibia tiene forma curva y en conjunto funcionan a manera de pinza. Este tipo de patas se conocen como raptoras y son semejantes a las de los insectos mántidos. Las patas anteriores también pueden ser cortas y en forma de cuchara, con tarsos ensanchados y engrosados, como las que presentan las chinches de la familia Corixidae, las cuales las utilizan para alimentarse de materia vegetal y algas.

Las patas han jugado un papel protagónico en la extraordinaria diversificación del grupo de las chinches, ya que les han ayudado a colonizar y habitar un gran número de lugares. El estudio de la morfología de las patas nos puede suministrar importante información sobre procesos evolutivos en los insectos, su adaptación y dispersión.

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1. Red de Biodiversidad y Sistemática, Instituto de Ecología, A.C., (INECOL), Carretera Antigua a Coatepec Núm. 351, El Haya, Xalapa, Veracruz 91073, México. 2. Programa de Doctorado en Ciencias. (correos electrónicos: ximena.galindo@posgrado.ecología.edu.mx; daniel.reynoso@inecol.mx).

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