La empresa Astrobotic anunció el final de la misión Peregrine, que lleva consigo el proyecto mexicano COLMENA: la nave regresará a la órbita terrestre para después precipitarse en su atmósfera y consumirse a su reingreso. Esto, dijeron, con el objetivo de evitar más basura espacial en las inmediaciones de la órbita terrestre.
Tras un lanzamiento exitoso el 8 de enero, el módulo de aterrizaje Peregrine de Astrobotic experimentó un problema de propulsión después de que la nave espacial entró en su estado operativo. Esto impidió que Astrobotic lograse un aterrizaje suave en la Luna. A bordo de la nave espacial Peregrine hay cinco instrumentos científicos de la NASA, así como el COLMENA de México, los cuales recibieron energía y recopilaron datos desde el espacio.
“Desde que ocurrió la anomalía del módulo de aterrizaje lunar Peregrine hace 6 días, hemos estado evaluando la mejor manera de finalizar de manera segura la misión de la nave espacial para proteger los satélites en la órbita terrestre, así como garantizar que no generemos desechos en el espacio cislunar”, informó Astrobotic este lunes.
Para evaluar el epílogo posible para esta misión, la primera del programa Commercial Lunar Provider Services (CLPS) de la NASA, Astrobotic ha recibido retroalimentación de la NASA y el gobierno estadunidense:
“La recomendación que hemos recibido es dejar que la nave espacial se queme durante su reingreso a la atmósfera terrestre. Al tratarse de una misión comercial, la decisión final sobre la ruta de vuelo final de Peregrine está en nuestras manos. En última instancia, debemos equilibrar nuestro propio deseo de prolongar la vida de Peregrine, operar cargas útiles y aprender más sobre la nave espacial, con el riesgo de que nuestra nave espacial dañada pueda causar un problema en el espacio cislunar”.
Es así como el final de la nave Peregrine y sus pasajeros, entre ellos la mexicana COLMENA, tendrán último momento “fundiéndose” entre la poesía y la épica, si se quiere observar más el éxito que el fracaso al no poder alunizar.
“Estoy muy orgulloso de lo que nuestro equipo ha logrado con esta misión. Es un gran honor ser testigo de primera mano de los heroicos esfuerzos de nuestro equipo de control de misión al superar enormes desafíos para recuperar y operar la nave espacial después de la anomalía de propulsión del lunes”, dijo el director de Astrobotic, John Thornton, quien añadió –mediante un comunicado– que la misión terminará el 18 de enero. “Esta misión ya nos ha enseñado mucho y me ha dado una gran confianza en que nuestra próxima misión a la Luna logrará un aterrizaje suave”, añadió.
Hace unos días, Gustavo Medina Tanco, investigador principal de la misión mexicana y académico del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, enfatizó que México se logró posicionar como uno de los pocos países en el mundo que logra exitosamente adentrarse con tecnología propia en el espacio profundo cislunar, a unos 385 mil kilómetros de la Tierra.
“Muy pocos países en el mundo han llegado y México está ahora en ese club. Podemos decir que hemos obtenido los suficientes logros como para ir directo por ‘Colmena II’ en 2027”, aseguró Medina en un video compartido en X por el ICN.
Astrobotic añade que han tomado la difícil decisión de mantener la trayectoria actual de la nave espacial para volver a entrar en la atmósfera de la Tierra. “Al poner fin responsablemente a la misión de Peregrine, estamos haciendo nuestra parte para preservar el futuro del espacio cislunar para todos”.
Este reingreso terrestre no representará riesgos para la seguridad al quemarse a su reingreso, refirió la compañía. “Estamos validando esto mediante análisis en colaboración con el gobierno de Estados Unidos. Continuaremos operando la nave espacial y brindando actualizaciones de estado hasta el final de la misión”.
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