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Las polifacéticas esporas en los hongos

Las esporas fúngicas son cautivadoras estructuras por sus variadas formas, colores y tamaños, siendo imprescindibles en la dispersión, protección y perpetuación de los hongos

Tipos de hongos
. Esporas en “racimos” de Botrytis cinerea. . Esporas en “racimos” de Botrytis cinerea. (Eugenia Rivera)

Los hongos son un grupo de organismos de lo más fascinantes y mucho hay de qué hablar de ellos. Integran su propio reino (el Fungi) y uno de los mecanismos de reproducción es a través de esporas, pequeños cuerpos microscópicos que contienen el material genético con todas las instrucciones para germinar y seguir los procesos biológicos de la vida. Se estima que existen 1.5 millones de hongos, y las esporas, cuando las hay, son una de las estructuras que apoyan la dilucidación de la especie o grupo taxonómico al que el hongo pertenece.

Esporas fúngicas hay en abundantes formas: redondas, ovaladas, curvas, asimétricas, estrelladas, con proyecciones, de una sola célula o tabicadas; con paredes adornadas, desde líneas transversales, longitudinales, aladas, con “espinas”, o rugosidades. Pueden estar dispuestas en cadenas, racimos, o estar contenidas dentro de sacos, y quién diría que algunos hongos hasta tienen un tipo de esporas flageladas, ¡capaz de moverse en películas de agua! (1).

Aunque aún no queda claro cuál es el papel de todas las combinaciones de formas, ornamentaciones y tamaños de las esporas, se ha logrado relacionar que las estructuras globosas, grandes y ornamentadas pueden ser más frecuentes en hongos que se asocian con raíces de árboles formando ectomicorrizas, debido a que la ornamentación ayuda a “engancharse” a artrópodos y ser transportadas a través de las capas superficiales del suelo y entre la hojarasca del bosque1. Mientras que las esporas alargadas se presentan más en hongos saprobios (que degradan materia orgánica)1, o que las esporas con proyecciones se relacionan con ser dispersadas por el salpique del agua (2).

La superficie de las esporas puede ser seca y lisa, que les ayuda a ser transportadas a otros lugares por el viento, o, pueden ser gomosas para fijarse a un sustrato. Algunas tienen paredes con mucílagos que le sirve para adherirse a organismos como moscas, las cuales son atraídas por los olores de algunos hongos como Clathrus crispus, las esporas se adhieren a las patas del insecto y viajan a nuevos destinos. Varias esporas son dispersadas por mecanismos tipo balística que las proyectan a lo lejos, pudiendo así colonizar nuevos ambientes2.

Las hay de tamaños variados, tan pequeñas como 2 micras (lo que equivale a 0.002 mm) o tan largas como 50 micras (3), y de diversos colores: cafés, hialinas, amarillentas, negras, verdosas. Las esporas con colores oscuros tienen mayor protección contra los rayos UV, mientras que aquellas con paredes gruesas son más tolerantes a la desecación2.

Es así, que las esporas continúan perpetuando la función de los hongos que es la descomposición de materia orgánica y reciclaje de nutrientes. Estas diminutas estructuras juegan un papel muy importante en la preservación del organismo, en su dispersión, en el estilo de vida (saprobio, endófito, micorrízico o patogénico) y en su relación con el ambiente.

Referencias bibliográficas

1. Calhim S, Halme P, Petersen JH, Læssøe T, Bässler C, Heilmann-Clausen J. 2018. Fungal spore diversity reflects substrate-specific deposition challenges. Scientific Reports, 8(1), 1-9.

2. Magyar D, Vass M, Li DW. 2016. Dispersal strategies of microfungi. Biology of microfungi, 315-371.

3. Patel TY, Buttner M, Rivas D, Cross C, Bazylinski DA, Seggev J. 2018. Variation in airborne fungal spore concentrations among five monitoring locations in a desert urban environment. Environmental monitoring and assessment, 190, 1-10.

* Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano, INECOL

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