La ESA ha puesto fin a la colaboración con su homóloga rusa, Roscosmos, para enviar un rover europeo a Marte a bordo de un aterrizador ruso.
El Consejo de la ESA se dirigió a la misión ExoMars Rover and Surface Platform --encarnado en el rover Rosalind Franklin y el aterrizador Kazachok--, reconociendo que "las circunstancias que llevaron a la suspensión de la cooperación con Roscosmos, la guerra en Ucrania y las sanciones resultantes, continúan prevaleciendo".
Como consecuencia, el Consejo ordenó al director general de la ESA, Josef Aschbacher, terminar oficialmente la cooperación actualmente suspendida con Roscosmos en la misión ExoMars Rover and Surface Platform.
En una conferencia de prensa el 20 de julio, se darán nuevas ideas sobre el camino a seguir con otros socios, y los detalles se darán a conocer próximamente, informó el propio Aschbacher en su cuenta de Twitter.
En respuesta, el director de Roscosmos, Dmitry Rogozin, dijo en su canal de Telegram: "¿Ha pensado el jefe de la Agencia Espacial Europea en el trabajo de miles de científicos e ingenieros en Europa y Rusia que ha terminado por esta decisión? ¿Está preparado para responder por sabotear una misión conjunta a Marte?".
Rogozin añade: "Yo, a su vez, ordeno a nuestra tripulación en la ISS que deje de trabajar con el manipulador europeo ERA". Se trata del brazo robótico de fabricación europeo que está instalado en el exterior del nuevo módulo ruso Nauka de la Estación Espacial Internacional.
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