Ante la aplicación del sistema de “prelación” para evaluar a investigadores que ingresen o renueven su membresía al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) realizó un pronunciamiento en contra de la medida y exhortó a Conacyt a "gestionar los recursos necesarios" para mantener este y otros programas de desarrollo científico del país y apuntó que la medida es "contradictoria" al estímulo del desarrollo de nuevas generaciones de científicos nacionales.
En una carta sobre su posicionamiento sobre el polémico tema que ha generado cisma entre miembros de la comunidad científica nacional, la AMC recuerda que la prelación fue solicitada por primera vez este año, conforme a los cambios realizados al reglamento del sistema, “una cuestión preocupante para la comunidad científica”. Lo anterior, agrega, debido a que no todos los investigadores que cubren con los requisitos académicos podrán tener acceso al nombramiento ni al estímulo económico, situación inédita en casi 40 años de existencia del programa, cuyo origen buscó mejorar la competitividad de salarios ante la fuga de cerebros y la precarización de la actividad científica como profesión, tras las crisis económicas del país.
Como ha documentado “Crónica”, alrededor de 10 mil postulantes se quedarán sin el recurso económico que representaba, y sólo 5 mil podrán obtenerlo bajo una elección que quedará a la discreción de las comisiones dictaminadoras que así lo decida –puesto que no hay un mecanismo claro definido por la dependencia– o, finalmente, de la dirección de Conacyt. Estos 15 mil postulantes son una cifra récord y, proporcional e inéditamente, tendrá un récord en rechazos, lo cual marcará una pauta para los próximos años, al menos, bajo la actual administración.
“Que exista un mayor número de académicas y académicos en el SNI refleja un positivo desarrollo del país” agrega la carta de la AMC, con fecha del 12 de octubre. “Resultaría contradictorio penalizar ahora la formación de nuevas generaciones científicas que, junto con las precedentes, están llamadas a consolidar la ciencia en México, indispensable para un mayor bienestar de la sociedad”.
La AMC había permanecido al margen del debate de la política científica en el último periodo y evitar roces con Conacyt, que quitó apoyos, convocatorias y presupuesto a sociedades científicas como ésta, dependencia que ha significado la cancelación de sus programas académicos, sociales y su casi extinción.
El pronunciamiento de la mayor academia científica del país exhortó al Conacyt a “gestionar los recursos necesarios para que esta institución pueda cumplir con sus programas sustantivos, que son muy importantes para apoyar la actividad científica de México”. Y es que Conacyt ha arrastrado una disminución de su presupuesto y un aumento de los postulantes, lo cual se volvió insostenible y una mala práctica administrativa, explicó anteriormente a este diario Brenda Valderrama, investigadora de la UNAM y experta en política científica.
No obstante, Conacyt tiene otros datos.
Un día antes de la carta de la AMC, Conacyt emitió un Aviso informativo titulado “El nuevo reglamento del SNI mandata un proceso de evaluación democrático, inclusivo, transparente y riguroso, con visión humanística y la promoción de perfiles integrales”.
“En administraciones anteriores, el diseño de los mecanismos de evaluación se tradujo en una falta de acuciosidad en las revisiones, un elevado volumen de trabajo por cada evaluador o evaluadora, y la desconexión entre las especialidades de quien revisa y de quien solicita. La poca flexibilidad para promover esquemas de evaluación orientados a valorar la calidad sobre la cantidad y que fueran capaces de responder a las nuevas dinámicas de las personas e instituciones del país, no se atendió.
“(…) De manera inédita en estos primeros años se registra un incremento del 45 por ciento, de 2018 a la fecha, lo que demuestra que el Conacyt y el Gobierno de México están comprometidos en apoyar a la comunidad de las humanidades, las ciencias y las tecnologías del país. La incorporación de la salvaguarda presupuestal del SNI, mediante la prelación, tiene como fin que las decisiones de las Comisiones evaluadoras sean determinadas a través de criterios eminentemente académicos para asegurar que la evaluación se realiza de manera responsable”, etcétera, etcétera.
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