La interculturalidad como modelo de atención a la diversidad cultural no se detiene en la educación. Sin embargo, tanto en México como en muchos otros países de la región latinoamericana, es precisamente en la educación básica en donde ha encontrado “su lugar”, hecho que no tiene nada de espontáneo. Mantener a la interculturalidad únicamente como pauta curricular en escuelas adscritas a instancias sectoriales pensadas para indígenas, sería una estrategia de contención o regulación del conflicto y las tensiones que existen y sobrevienen entre distintos estratos sociales, dentro de los cuales las etnias o pueblos indígenas son un actor histórico fundamental.
La educación intercultural (EI) y la educación intercultural bilingüe (EIB) tienen sus raíces en América Latina, a partir de las luchas y demandas de los también llamados pueblos originarios. En términos generales, esta lucha continental de larga data se ha propuesto exponer de modo crítico y propositivo las consecuencias de las desiguales e inequitativas interrelaciones con la población ‘mestiza’ y los gobiernos de los Estado nación. Asimismo, busca hacer válido el derecho a la libre reproducción de saberes y tradiciones, y concretar la demanda de una educación ajustada a las características y dinámicas socioculturales de las poblaciones indígenas contemporáneas.
En este escenario, derivado del interés por desarrollar una visión crítica de la interculturalidad, un grupo de investigadores y de especialistas en educación intercultural provenientes de distintas instituciones mexicanas, publican las “Prioridades de Investigación para la Educación Intercultural y Bilingüe”, cuya primera versión se proporcionó a las entrantes autoridades federales del sector (2018). Entre otras, de las líneas de investigación identificadas pueden adelantarse: “Problemas estructurales: mecanismos de discriminación”, “Políticas educativas”, “Docentes de la Educación Intercultural Bilingüe y su formación”, “Bilingüismo, multilingüismo y procesos de enseñanza y aprendizaje de las lenguas”, “Situaciones educativas en contextos indígenas y rurales ante la problemática actual de salud”, y “Educación intercultural para todas y todos”.
El análisis contenido en la versión actualizada (2022) nos alerta sobre la necesidad de dar seguimiento a estas líneas de investigación en interculturalidad, que son clave para la imperecedera tarea de encausar la diversidad cultural de México como una de sus características primordiales y no como el problema que para muchas instancias oficiales y sectores de la sociedad representa. En ese sentido, el documento se propone como un instrumento que marque la agenda intercultural para la educación nacional.
La publicación tiene múltiples destinatarios: “los hacedores de políticas sobre ciencia y tecnología por lo que se presentan grandes líneas de investigación básica y aplicada que redundaría de manera directa en la mejora de las políticas educativas interculturales”; “los servidores públicos que diseñan y ponen en práctica las políticas de educación intercultural”; “las instituciones de educación superior como parte de sus agendas de investigación y de formación de posgrado”; “las y los docentes y todos aquellos agentes educativos que viven la diversidad y construyen las mejores maneras de establecer relaciones de igualdad, respeto y valoración en las aulas”. También es de interés del grupo académico acercar los resultados “a los consorcios y las fundaciones internacionales que inciden con sus actividades directas o con sus prioridades de financiación en temáticas de educación intercultural”.
Prioridades de Investigación para la Educación Intercultural y Bilingüe se encuentra disponible en línea en la siguiente liga: http://dgei.basica.sep.gob.mx/files/fondo-editorial/educacion-intercultural/cgeib_00081.pdf
DGEIB, INIDE-UIA, Centro de Documentación y Asesoría Hñähñu, IIE-UV, CIESAS, IISUE-UNAM, UPN Ajusco y Puebla, COLMEX, UAM I, BUAP,UAEH y Colegio de Pedagogía UNAM.
* Investigador CIESAS Noreste
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