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La selva maya y el agua en tiempos del Tren Maya

En el ejido de Conhuas, la selva mediana subperennifolia y la selva baja inundable conforman la vegetación predominante por lo que esta comunidad florece en medio de la selva maya, a pesar de la escasez de agua

Un camión cisterna vierte agua en un camino de terracería.
Abastecimiento de agua. Abastecimiento de agua. (Ecosur)

En la selva maya el termómetro marca 38 °C, estamos en mayo y el aire se siente caliente aun cuando estamos rodeados de árboles de caoba, cedro, ramón, pucté, palo de tinte, y chacá, entre otros; sin embargo, el paisaje luce ralo debido a que varias de estas especies pierden sus hojas durante la temporada de seca.

En el ejido de Conhuas, la selva mediana subperennifolia y la selva baja inundable conforman la vegetación predominante por lo que esta comunidad florece en medio de la selva maya, a pesar de la escasez de agua.

Desde 1968 se asentó esta comunidad a 2 km del entronque a la zona arqueológica de Calakmul, debido a la conectividad que ofrecía ubicarse a un costado de la carretera federal 186. Actualmente 700 personas habitan ese espacio, que nació cuando algunos de sus habitantes se trasladaron aquí desde su primer asentamiento hace 55 años.

Conhuas y Calakmul, un elemento vital en común

2000 años antes, a 63 km de distancia, la poderosa dinastía Kaan “Cabeza de serpiente” llegó a gobernar a 60,000 personas durante un periodo de 1500 años en la ciudad maya de Uxte’tuun, hoy conocida como Calakmul, que se ubica en las tierras bajas centrales sobre un domo natural de piedra caliza de 25 km2.

Conhuas y Calakmul están en la selva maya y aunque están separadas por años de distancia, tienen algo en común, y es que ambas poblaciones lidian con el reto de abastecerse de agua en un espacio carente de grandes ríos y lagos.

Calakmul estuvo poblada desde el preclásico medio (551 a.c.) hasta el clásico tardío (910 d.c.) . Entre las causas de su declive se encuentran la incapacidad de los gobernantes para conservar la armonía sociopolítica y una gran sequía que azotó el área .

La porosidad del suelo cárstico, característico de la región, permite la infiltración del agua e impide la retención de la humedad en la superficie, por lo que el suministro de agua para la ciudad de Calakmul dependió de la recolección de agua de lluvia en las aguadas , cisternas, represas y canales. Con este fin, sus sistemas hidráulicos se conformaron por cuatro etapas: 1) captura, 2) retención, 3) distribución y, 4) dispersión para evitar inundaciones .

Los mayas de Calakmul se adaptaron a las condiciones del espacio que habitaron, aprendieron a gestionar el vital líquido para garantizar su seguridad hídrica hasta que no pudieron más. Fue cuando devino el colapso debido a una combinación de problemas político, sociales, económicos y una gran sequía.

El abastecimiento de agua

“Este pueblo tiene todo un historial con lo del agua” nos dijo don Eduardo Damián, comisario ejidal de Conhuas, cuando lo visitamos a principios de mayo. El acceso al agua es el tema, como pudimos percibir al platicar con otros habitantes y por lo que observamos, solares con tinacos, cisternas, captadores o las casas adaptadas para cosechar agua de lluvia.

Don Eduardo nos cuenta que el Comité del Agua en Conhuas está formado por un presidente, un tesorero y un bombero que tienen la encomienda de que el líquido llegue a cada una de las familias. Hay una gobernanza interna que los mantiene con relativa independencia respecto a las autoridades municipales, el Comité se encarga de dar mantenimiento a las tuberías, bombear y gestionar apoyos como rotoplas y láminas, a cambio de 30 pesos mensuales. Además, el ejido cuenta con una purificadora y envasadora de agua, y una pipa que se espera entre en funciones en los meses siguientes.

En 1968, cuando se asentaron en el territorio actual, la principal fuente de agua para los pobladores fueron las aguadas, que eran el eje rector de sus actividades diarias, de ahí obtenían agua para beber, para cocinar los alimentos, para lavar los trates, para bañarse, para los animales, entre otros usos. Después llegaron las pipas, como nos comentó don Eduardo Hernández, quien llegó a Conhuas en 1980 “cuando yo llegué aquí no había agua, entonces el agua nos las traiban en pipas, pues no tenía uno meramente ni en qué depositar el agua, en tambores se depositaba, dos o tres tambores. Con el tiempo, la gente fue empezando a hacer piletas y todo eso ¿verdad? Sufrimos muchos años, para que llegara eso del agua pasaron muchos años, no tiene mucho tiempo que hay el acueducto”.

El comisario ejidal nos cuenta que antes de la construcción del Acueducto López Mateos-Xpujil en 2009, la comunidad se abastecía de un pozo que está a unos 23 km del pueblo y en esos años contaban con una pipa que era propiedad ejidal. Con el acueducto y la construcción de tuberías domésticas se creyó ver el fin del problema y el ejido decidió vender la pipa.

Sin embargo, mantener el agua llegando por el acueducto y a las casas no es sencillo: el agua tiene alta concentración de sulfato de calcio, característica de la región, por lo que la falta de mantenimiento de las tuberías se convirtió en un problema constante en Conhuas y de las once comunidades más que abastece el acueducto, a lo largo de 88.7 km.

El Comité del Agua

El ejido no se cruzó de brazos ante la amenaza constante de quedarse sin el vital líquido. Crearon el Comité del Agua para dar solución a los problemas de las tuberías en mal estado. Don Refugio, quien se encarga de bombear el agua potable nos dice que es un trabajo constante, ya que el agua tiene mucho yeso “la tubería tiene como 15 años, va reteniendo todo el yeso. Le hemos sacado 3 o 4 metros de sarro”, señala.

El Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Campeche (SMAPAC) les autorizó el bombeo de agua dos veces por semana, sin embargo, al momento de las entrevistas nos comentaron que las dos semanas previas no les habían abastecido mediante su toma domiciliaria.

Pero ¿cómo puede vivir una familia de 5 a 10 integrantes sin recibir agua por dos semanas a 38 C? Tienen estrategias similares a las que utilizaron los mayas hace más de 1500 años: captan y almacenan el agua. Así como algunos animales acumulan grasa para su periodo de hibernación, en Conhuas las familias almacenan agua para los periodos en que el líquido deja de salir por la llave. Los lugareños aprendieron que es mejor obtener el agua de diferentes fuentes. De modo que cosechan agua de lluvia, tienen captadores y cisternas en sus solares; jagüeyes y piletas en sus potreros; además de aguadas y una olla con geomembrana para el uso comunitario.

La ausencia de lluvias

Dicho esto, parece que el problema está controlado. Sin embargo, todo se complica ante la ausencia de lluvias. Los estudios muestran que de 1980 al 2010 las lluvias anuales disminuyeron en 16%, mientras que la frecuencia de las sequías aumentó en los últimos cincuenta años .

El comisariado Don Eduardo Damián nos comenta que “no había habido tanta sequía como este año, porque van dos años que no llueve. De hecho, el año pasado aquí ni siquiera se llenaron los bajos, no agarraron ni agua porque no llovió”. Y es que, en junio de 2020, en plena pandemia de la Covid-19 muchas comunidades del municipio de Calakmul sufrieron inundaciones por el paso de las tormentas Amanda y Cristóbal. La combinación de largos periodos de sequía con precipitaciones extremas es cada vez más común, el Comisario ejidal nos sigue contando lo ocurrido tres años antes “llovió en cantidad, se llenó todo lo que se tenía que llenar y también cuando paró la lluvia, hasta el sol de hoy no ha vuelto a llover así”.

El Tren Maya

En este contexto, la comunidad de 757 personas —entre infancias, juventudes, personas adultas y ancianas— se enfrentó a la llegada de cientos de trabajadores para la construcción del Tren Maya. De los 254.5 km de vía férrea que corresponde al tramo 7,115 km pasan por el municipio de Calakmul, ahí la Sedena ha contratado a 2,228 trabajadores y tiene destinados 41 militares en dos campamentos ubicados en las comunidades de Conhuas y Becán.

Al observar el constante flujo de militares, el número otorgado por la Sedena se queda corto, también el número de personas civiles que laboran en la construcción ya que no se contempla el personal empleado por las empresas subcontratadas para realizar actividades de traslado de personal, ni para la extracción y transformación de la materia prima.

Así, en menos de un año, la población que se asienta en Conhuas se multiplicó y la demanda de agua lo hizo exponencialmente. Una cisterna de 10 mil litros puede abastecer el consumo doméstico de una familia de cinco integrantes por un mes y en la comunidad había, hasta el 2020, 177 hogares censales. No obstante, en las casas donde se alojan las y los trabajadores del Tren Maya la demanda aumenta significativamente. “En sí no es que el agua escasee es que hay más personas”, menciona el comisario.

Además, una construcción de la magnitud del Tren Maya requiere de grandes cantidades de agua, como señala Don Eduardo Hernández “es no es una, ni dos pipas, son varias. Ahí están las pipas trabajando, acarreando agua hasta de noche, porque trabajan día y noche en lo de la vía, así que se imagina ¿cuánta agua no consumen?” Como don Eduardo, en nuestros trayectos diarios pudimos observar varias pipas que dispersan agua en los kilómetros de construcción del Tren Maya.

¿Y de dónde se obtiene el agua? Dada la carencia de fuentes de agua en la región, la extraen de los mismos lugares que los pobladores de Conhuas. Recurrieron a algunas aguadas del ejido hasta que se secaron, al acueducto López Mateos-Xpujil y al pozo que se encuentra a 23 km y que en años pasados abasteció a la comunidad.

Muchas personas externas a esta región podrían pensar que este contexto de aparente “competencia por el agua” esta situación sería suficiente para generar tensiones. Sin embargo, los habitantes de Conhuas, acostumbrados a depender de los eventos meteorológicos, confían en que las próximas lluvias llenen sus piletas y jagüeyes, y mientras tanto negocian con los trabajadores del Tren Maya para que con las pipas les lleven agua a sus casas y esperan que el agua llegue a sus tomas domiciliarias, al menos una vez a la semana.

Las temporadas de lluvias y secas marcan la vida de una comunidad en la selva maya. Dependen del tiempo para sus actividades agrícolas, apícolas y ganaderas. La prolongación del periodo de lluvias o secas les indica si tendrán que esforzarse más para conseguir el vital líquido. Los pobladores de Conhuas saben que la forma de abastecimiento actual no es sostenible a largo plazo “es una medida temporal de ahorita que están ellos, eso no quiere decir que es una solución, porque una vez se vaya el Tren Maya se va todo lo que hay aquí”. Ante esto consideran que la solución sería la perforación de pozos en terrenos del ejido, la construcción de represas y ollas de agua.

Porque como dice don Rosendo “El pueblo va a crecer más y el agua es lo principal. Porque por eso los mayas que vivían aquí, pues desaparecieron por falta de agua. Aquí nosotros hemos perforado pozos como de 100 metros y no hemos encontrado agua, tenemos la esperanza de hacer uno más profundo”. Mientras que don Félix complementa “Pues si va a tener su crecimiento y desarrollo, pero siempre va a ser el problema del agua. Conforme van creciendo los servicios, los hoteles, los restaurantes y todo lo que se requiere de agua, pues siempre va a ser un poco complicado, si va a ser una cierta traba para todo eso porque para construcción y todo es lo básico el agua”.

Ante la construcción del Tren Maya, los lugareños, trabajadores y soldados lograron mantener arreglos comunitarios para evitar conflictos por el agua en esta temporada de secas 2023, pero ¿qué depara el futuro en Conhuas?. Como en Calakmul, hace 1500 años, y en cada lugar habitado del planeta, todo pasa por el agua.

1. https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/la-ciudad-de-calakmul

2. https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/sobre-el-colapso-en-ciudades-mayas-de-las-tierras-bajas

3. “Cuerpo de agua temporal y/o permanente de origen natural o cultural prehispánico que se forma a partir del agua de lluvia, con características biofísicas que permiten una impermeabilidad de los suelos kársticos de la Selva Maya”

 4.http://cienciaymar.mx/Revista/index.php/cienciaymar/issue/view/76/DIV74_1

  

5.Mardero, S, Schmook, B, Christman, Z. et al. 2020. Recent disruptions in the timing and intensity of precipitation in Calakmul, Mexico. Theor Appl Climatol 140, pp. 129–144. https://doi.org/10.1007/s00704-019-03068-4William J. Folan, Raymundo J. González Heredia, María del Rosario Domínguez Carrasco, Lynda Florey Folan. 2015. Manejo de agua en tres ciudades mayas: Calakmul, Oxpemul y Cobá. En Pasos largos al futuro: Contribuciones de los Mayas Campechanos a la Resiliencia Socio-Ecológica. Betty B. Faust y William J. Folan (Coord.). Pp-71-91.

* Egresada del posgrado de ECOSUR (landy.rafael@posgrado.ecosur.mx)

** Investigadora de ECOSUR (dramos@ecosur.mx)

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