En el primer semestre académico que se aplicará la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (LGHCTI), al menos 2 mil 400 programas de posgrado, impartidos por universidades públicas México, no han sido considerados como prioritarios y por esto será difícil que sus estudiantes puedan recibir becas del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
El cambio surge al aplicarse los nuevos lineamientos del Sistema Nacional de Posgrados, aprobados por la junta de gobierno de Conahcyt hace casi tres semanas, el 26 de julio; así como el nuevo Reglamento de Becas, publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado lunes 7 de agosto; fecha en que un gran número de universidades regresaron a aulas.
Los lineamientos y el reglamento establecen nuevos mecanismos para pedir becas y nuevos criterios para definir los programas elegibles.
Aunque el Consejo aclaró en una sesión informativa que no se discrimina entre los solicitantes de becas, los nuevos lineamientos y reglamento sí ponen énfasis en fortalecer la formación en áreas prioritarias que define el gobierno.
La primera interpretación del nuevo marco normativo indica que las instituciones más perjudicadas son varias universidades estatales, entre las que destacan las universidades autónomas de Coahuila, Chihuahua, Querétaro, Tamaulipas y Nayarit; así como centros públicos de investigación que han sido críticos con el actual gobierno, como el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
El viernes, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campus, acusó a la federación de haber clasificado como no prioritarios al 90 por ciento de los programas de educación de posgrado que se imparten en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh). Según la gobernadora, en la clasificación hay sesgos ideológicos.
Días antes, el 7 de agosto, la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, informó que perdería 23 de sus programas registrados en el Sistema Nacional de Posgrados y, con ello, las y los estudiantes no podrán recibir becas de posgrado. Por lo anterior, la UAQ anunció que procederá en términos legales por la legítima defensa de los intereses de la comunidad universitaria.
Un análisis sobre los posibles efectos del cambio de reglas fue hecho por el politólogo internacionalista Diego Micher, estudiante del CIDE, quien comparó los nuevos lineamientos y el nuevo reglamento de becas, publicado el pasado lunes, con la clasificación final de posgrados que son considerados prioritarios. Su conclusión indica que, de casi 3 mil posgrados que imparten las universidades públicas y centros de investigación en México, solamente 543 fueron considerados prioritarios.
En el panorama de las universidades privadas, las cosas están peor: solo 21 programas de posgrados, entre todos los que imparten las universidades privadas del país, fueron considerados prioritarios para que sus estudiantes reciban becas.
Algunas de las listas de clasificación de instituciones han cambiado un poco en las últimas horas, pero todavía son pocos los programas de posgrado que han sido reclasificados favorablemente y la mayoría de las universidades ya están en clase y con sus programas académicos en marcha, por lo que muchos ya no tendrían la posibilidad de recibir apoyos este semestre.
El nuevo marco normativo agrupa en cuatro grandes categorías a todos los programas de estudios que se imparten en México en los grados de maestría, doctorado y especialización. Las categorías 1 y 2 son posgrados de investigación prioritarios. Las categorías 3 y 4 son posgrados profesionalizantes no-prioritarios. Las nuevas reglas también adoptan el concepto de prelación, con lo cual la categoría 1 tiene prioridad presupuestal y las otras tres se alinean de forma descendente.
De acuerdo con la disponibilidad de recursos, se distribuyen becas en cada uno de los grupos, pero dando atención especial al grupo de posgrados que atiendan temas que el gobierno en turno considere prioritarios para el país.
“Se estipula el acceso universal y garantía de beca a postulantes de programas de posgrado en todas las áreas de investigación, incluidas las disciplinas creativas, así como a aquellos programas de posgrado enfocados a la formación de las personas profesionales en asuntos de interés público nacional o de atención prioritaria que contemple la agenda nacional, de acuerdo con los criterios y requisitos establecidos en los lineamientos”, indicó Conahcyt en su comunicado oficial de la sesión informativa sobre los cambios en becas.
Aunque formalmente el criterio no discrimina a ninguna persona al solicitar beca e incluso evita la intermediación de las universidades para que cada estudiante haga el trámite directamente con Conahcyt, las categorías sí se convierten en base para la toma de decisiones y no quedan totalmente claros los criterios con los que un programa de posgrado se clasifica dentro de una categoría o la otra.
Por ejemplo, el Doctorado y la Maestría en Historia de la UNAM y del CIDE son muy similares, incluso comparten materias y profesores, pero la de la UNAM sí fue considerada prioritaria y la del CIDE no.
“De forma discrecional, por parte de la junta de gobierno del Conahcyt, se habían establecido criterios para definir qué programas eran prioritarios y no prioritarios, de acuerdo a esos criterios que no conocemos”, declaró la rectora García Gasca, de la UAQ.
Mientras, en Chihuahua, la gobernadora tomó el tema del viernes, en medio de otro conflicto que sostiene con la federación, al negarse a distribuir los nuevos libros de textos gratuitos para primaria.
“Me está avisando que casualmente a Coahuila, a Querétaro y al estado de Chihuahua se le redujeron las becas de manera sustancial por parte del Conahcyt, las becas para jóvenes, con un argumento, pues, de que la educación que se da a través de estas becas, o sea, las becas las usamos para tener educación ideológica, educación ideológica, capitalista”, declaró la gobernadora sin profundizar en acciones ante este problema.
Diego Micher, quien es miembro del movimiento #YoDefiendoalCIDE, habló para los lectores de La Crónica de hoy y detalló el riesgo de que miles de programas de posgrado sean excluidos del beneficio de becas de Conahcyt porque la manera de colocar a los posgrados en una clasificación u otra, es arbitrario.
“Si bien hay una definición clara de cuáles son las cuatro clasificaciones, no hay criterios rigurosos; son arbitrarios, a modo y como lo determine la Dirección General de Conahcyt. El ejemplo que me sirve para explicar esta afirmación es una comparación entre El Colegio de México (Colmex) y el CIDE. Son instituciones hermanas, con enfoques casi idénticos; profesores y contenidos compartidos, número de tesis y producción científica similar, pero los programas de El Colmex fueron clasificados en la primera categoría y los del CIDE en tercera categoría”, dice Micher.
Su análisis fue realizado con datos del Sistema Nacional de Posgrado de Conahcyt, que hasta ayer en la noche podía ser consultado libremente en internet. Con esa informacipon llega a varias conclusiones sobre el impacto negativo para universidades públicas con los siguientes ejemplos: El 90 por ciento de los posgrados del CIDE y de El Colegio de Posgraduados (Colpos) se quedan en el limbo y sin becas. Para el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) y El Colegio de la Frontera Norte (Colef) la cifra es de 75 por ciento. Para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), más del 50 por ciento de sus posgrados se quedan sin financiamiento.
“Entonces, la mayoría de los programas quedan sujetos a la disponibilidad de recursos y en los criterios de clasificación falta transparencia; se nota un trabajo clientelar, de premio y castigo, de diferenciar a los que son rebeldes y los que cooperan”, agregó Diego Micher.
Desde el punto de vista del estudiante del CIDE, no sería raro que en los próximos meses Conahcyt haga algún ajuste o reclasificación, como ha ocurrido cuando se han señalado errores graves en otros reglamentos, sin embargo, el semestre ya empezó y muchos todavía no tienen beca de Conahcyt.
Categoría I Programas de posgrado impartidos por instituciones de educación superior y centros de investigación del sector público, que estén orientados a la investigación en ciencias y humanidades, incluidas las disciplinas creativas.
Categoría II Programas de posgrado impartidos por instituciones de educación superior y centros de investigación del sector privado, que estén orientados a la investigación en ciencias y humanidades, incluidas las disciplinas creativas.
Categoría III Programas de posgrado impartidos por instituciones de educación superior y centros de investigación del sector público, que estén orientados a la profesionalización de las personas.
Categoría IV Programas de posgrado impartidos por instituciones de educación superior y centros de investigación del sector privado, que estén orientados a la profesionalización de las personas.
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