La corrosión es un problema visible que trae consigo costos que incluso llegan a verse reflejados en el producto interno bruto (PIB) de un país.
Todos hemos visto como un objeto metálico tan oxidado que con solo tocarlo se rompe o se cae a pedazos, ese fenómeno tan cotidiano, y que nos preocupa, se le llama: corrosión.
Pero, ¿Cómo se puede entender la corrosión? También llamada oxidación, es la tendencia de los materiales a regresar a su estado original, en el caso del acero o el fierro, retornar a la forma de cuando el hierro fue extraído de la tierra. Despues el hierro se usa para fabricar despues lo que conocemos como cosas útiles de acero o fierro, ya sean, laminas, tubos, placas, y todo lo que se pueda fabricar con estos materiales. En su estado puro el hierro se encuentra en la naturaleza como óxido de hierro (FeO), un mineral rojizo, causante del color rojo en las piezas oxidadas. El fenómeno de corrosión es el responsable de que lo que es útil se convierta en inútil.
La corrosión en los metales es un proceso electroquímico que involucra reacciones químicas y un flujo de electrones, dicho de manera sencilla, solo se necesita, el metal y aire o humedad para que el óxido encuentre las condiciones ideales para desarrollarse, entonces un objeto cualquiera, el cual tuviese un propósito específico comience a degradarse de forma casi automática.
Las pérdidas que genera la autodestrucción por corrosión de los productos generalmente fabricados de acero, son tan altos que llegan a verse reflejados en el Producto Interno Bruto(PIB) de un país. Se tienen estudios del impacto económico directo que este fenómeno natural trae consigo y que según la Asociación para la Protección y el Rendimiento de los Materiales (AMPP) representa hasta el 3% del PIB lo que son de 2.2 a los 2.5 Billones de dólares anuales. Para poder darnos una idea de lo que esto significa, México dedico el 3.3% del PIB a Educación en 2021 (PPEF:2021).
Es por ello que la corrosión desde siempre ha sido tomada en cuenta y se le presta mucha atención por parte de la industria privada y gobierno, además de los costos económicos, también es un peligro ya que afectan la vida útil de todo aquello que usamos en nuestro día a día y compromete su funcionamiento.
Existen varios métodos de control de la corrosión, que son implementados en la industria, entre ellos están los recubrimientos de las piezas metálicas, estos se dividen en dos grandes grupos: Metálicos como el cromo, zinc, nickel, etc. Estos se aplican por vía electroquímica, y los no metálicos, que, a su vez se ramifican en orgánicos, que pueden ser pinturas y en inorgánicos como lo son los cerámicos. La principal función de los recubrimientos metálicos es la protección del acero mediante la aplicación de un metal más resistente a la corrosión o menos reactivo en su interacción con el oxígeno. Por otro lado, los recubrimientos no metálicos, su principal función en la de aislar el metal base o de interés, del medio ambiente.
Los procesos que son usados en prácticamente todos los ramos de la industria para la aplicación de estos recubrimientos, son parte de los temas estudiados y abordados por el Centro de Investigación y Desarrollo tecnológico en electroquímica (CIDETEQ), que, haciendo uso de metodologías, equipos y laboratorios especializados, brinda soluciones para un aseguramiento de la calidad basado en datos.
La calidad del electro depósito aplicado a las piezas metálicas, repercute directamente en las pérdidas que se generan por corrosión, es por ello que, en el CIDETEQ, se han desarrollado proyectos tecnológicos para la aplicación de recubrimientos con procesos eficientes, con enfoque en la reducción del impacto ambiental por el uso de energía e identificación de desperdicios, que conllevan a la obtención de beneficios adicionales.
Los recubrimientos en piezas metálicas son una solución que ayuda a controlar la corrosión y están en constante proceso de mejora, lo que se busca es, darle más tiempo de servicio a los productos antes de que se deterioren por la oxidación.
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