“Creo que Susana ha estado más cerca que nosotros de las estrellas que nacieron en Orión”
“La ciencia básica busca el avance del conocimiento, que nutre al espíritu humano”
Susana Lizano inició su discurso agradeciendo. La astrofísica miembro de El Colegio Nacional manifestó además la fortuna que tuvo por estudiar en la UNAM, a través de la cual realizó su posgrado y le permitió compartir su historia académica con colegas, amigos y estudiantes. Siempre, con el apoyo incondicional de su familia.
El lunes, Lizano Soberón fue galardonada con el Premio Crónica en el área de Ciencia y Tecnología por su destacada obra, así como por su trabajo de comunicación y socialización de la ciencia. La también presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias expuso en el Auditorio Jaime Torres Bodet, Museo Nacional de Antropología, que actualmente, en este preciso momento, se forman en nuestra galaxia y es un fenómeno que podemos observar. Ella misma ha realizado aportaciones a la investigación mundial para lograrlo.
“Mi trabajo a lo largo de más 30 años ha consistido en hacer modelos de los procesos físicos que ocurren durante el nacimiento de las estrellas, los cuales permiten interpretar las observaciones de esos objetos. Gracias al desarrollo tecnológico en este siglo, podemos estudiar el origen de los sistemas planetarios como nuestro sistema solar. Sabemos que alrededor de todas las estrellas se forman discos de gas y polvo que dan origen a los planetas”.
A través del espectro electromagnético los astrónomos han observado diferentes partes del rompecabezas cósmico que llena nuestra visión celeste. Mediante el poderoso radiotelescopio ALMA, en Chile, es posible “ver” imágenes de cómo estos planetas en formación esculpen discos y dejan huella de su presencia, añade. “Por otro lado, se han detectado más de mil 500 exoplanetas alrededor de otras estrellas y se espera detectar más en los próximos años; incluso se ha obtenido una imagen de un planeta bebé con un disco a su alrededor que puede dar origen a lunas, como la de la Tierra”.
Los horizontes del conocimiento, ciencia y tecnología ahora han permitido crear colosos como el Telescopio Espacial James Webb, que sería puesto en órbita en diciembre, después de muchos retrasos a lo largo de los últimos años. Con este telescopio, refiere la Premio Crónica, se podrán estudiar atmósferas de planetas parecidos a la Tierra en busca de moléculas de origen biológico. “Estamos en una era de grandes descubrimientos, en la que probablemente llegaremos a contestar la pregunta: ¿estamos solos en el universo?”.
CERCA DE ORIÓN.
El periplo celeste de Lizano fue acompañado por las palabras de Gerardo Herrera Corral, investigador del Cinvestav y Premio Crónica 2017, quien presentó a la científica la mañana del lunes 11 de octubre. Recordó al poeta libanés en el exilio Yibrán Jalil Yibrán, que vivió en Nueva York hasta 1931, y quien decía: “Cuando miras el cielo y fijas una estrella, si sientes escalofrío bajo la piel, no te abrigues, no busques calor, no es frío, es amor”.
Ese sentimiento lo conoce Susana Lizano, “debe saberlo”, dijo el físico. “Es seguramente la razón por la que ha dedicado su vida al estudio de las estrellas”.
El también autor de libros como “El Gran Colsionador de Hadrones” y “El azaroso arte del engaño” recordó además el mismo trabajo teórico de Lizano en Tierra, el cual está muy vinculado con las observaciones astronómicas. “En fechas más recientes, Susana ha construido modelos de estructura para discos protoplanetarios para comparar con observaciones que ahora llegan desde el observatorio ALMA en Chile y VLA, Nuevo México”.
ALMA (Atacama Large Millimeter Array), recordó, es el mayor proyecto astronómico del mundo y hace unos días anunció la observación de un planeta que gira alrededor de tres masas luminosas a más de mil 300 años luz de la Tierra. “Es decir, un planeta con tres soles. ALMA parece haber encontrado un objeto con órbita circuntriple que parece ser el primer planeta de un sistema solar en formación”.
También refirió que Susana Lizano ha desarrollado con sus colaboradores estudiantes los primeros modelos detallados de la estructura de discos protoplanetarios en torno a estrellas jóvenes. Estos modelos han permitido obtener las propiedades físicas de cientos de discos observados desde la Tierra y el espacio durante las últimas dos décadas. “Con su grupo ha estudiado la estabilidad de discos protoplanetarios que permiten entender su papel en la formación de sistemas estelares binarios o múltiples”.
El grupo de investigación, agregó, descubrió la primera estrella masiva desbocada, producto de la disolución por interacciones gravitacionales de un cúmulo de estrellas jóvenes en la Nebulosa de Orión. “Esto es una estrella que ha sido expulsada de su grupo de nacimiento”.
La científica tiene un vínculo con esta nebulosa, por lo que Herrera Corral citó al filósofo romano Séneca, quien decía: desde todas partes hay la misma distancia a las estrellas. “Pero yo creo que Susana ha estado más cerca que nosotros de las estrellas que nacieron en Orión”.
EN TIERRA.
Pero el trabajo de Susana Soberón ha sido realizado en Tierra, a través de un área llamada “ciencia básica”, recordó. Ésta “busca el avance del conocimiento, que nutre al espíritu humano”. No obstante, añadió, mucha gente cuestiona que la ciencia básica no tiene una aplicación inmediata, sin embargo, “el conocimiento de la naturaleza y universo ha permitido al ser humano, especialmente a partir del siglo XX, crear sociedades interconectadas, vencer muchas enfermedades y conquistar el espacio”. Mencionó que actualmente no nos imaginamos vivir sin autos, aviones, teléfonos celulares, GPS, vacunas y tantas otras cosas disponibles en la vida moderna. “Por ello, es importante ser conscientes de que todo este desarrollo y bienestar tiene su origen en la ciencia básica”.
No obstante, este “éxito” como especie ha sido también nuestro fracaso. Susana Lizano lo expone de la siguiente forma: “es cierto que el desarrollo logrado tiene un doble filo. Debido al crecimiento de la población y la actividad humana misma nos encontramos ahora ante la actual pandemia, más grave aún ante crisis climática que pone en riesgo el futuro de la humanidad”.
Sin embargo, en la ciencia es posible encontrar respuestas. Para hacer frente a la pandemia de Covid 19, por ejemplo, se utilizó el conocimiento sobre ARN para desarrollar vacunas más eficaces. “Seguramente aún se requieren nuevos desarrollos tecnológicos para transitar al uso de energías limpias que permitan a todos los países alcanzar un bienestar social sin destruir sus tierras, el aire que respiramos, el agua de ríos y mares. Todas esas tecnologías provendrán también del conocimiento científico acumulado a través del tiempo”.
Para atender los grandes retos nacionales y globales, es necesario que los científicos naturales y sociales trabajen de manera conjunta, puesto que “nos enfrentamos a problemas complejos donde es necesario comprender el comportamiento humano y encontrar la forma adecuada de comunicar los avances científicos a las personas, y así combatir el pensamiento mágico, las teorías conspirativas y la desinformación”.
Promoción de la cultura y ciencia
Durante la ceremonia de premiación, Susana Lizano agradeció a su esposo Leonardo y a sus hijos Rodrigo y Bernardo por “apoyarme y acompañarme en esta aventura de la vida”.
A su vez, felicitó a La Crónica de Hoy “por su valioso trabajo en la promoción y por difundir la ciencia y la cultura de México”. Este trabajo, agregó, es fundamental para que las personas comprendan el valor de éstas, y así “desarrollen un pensamiento crítico y tomen decisiones informadas”.
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