Una combinación de temperaturas y la presencia de depredadores hace que algunos insectos sean más grande en tamaño, según un estudio realizado en libélulas de latitudes templadas y tropicales.
En un amplio estudio comparativo mundial de este antiguo orden de insectos, los investigadores de la Universidad de Lund han estudiado cómo varía el tamaño corporal geográficamente y entre las distintas especies. Compararon el tamaño de estos insectos en los trópicos cálidos con las regiones más frías y templadas para cuantificar la variación geográfica y comprender sus causas. Para ello analizaron datos sobre el tamaño y datos fósiles de varias especies de libélulas y zigópteros (dos subórdenes del orden Odonata).
"Hace 200 millones de años, estos insectos eran más grandes en los trópicos que en los climas templados. Sin embargo, esta tendencia se ha invertido y ahora ocurre lo contrario: las especies más grandes se encuentran generalmente en nuestras latitudes septentrionales. Creemos que esto se debe en parte a la aparición evolutiva de las aves", afirma en un comunicado Erik Svensson, biólogo de la Universidad de Lund.
Los investigadores sugieren que, cuando las aves aparecieron en la escena evolutiva -hace unos 150 millones de años-, atraparon cada vez más libélulas y caballitos del diablo en los trópicos. Esta presión de las aves empujó a los insectos más grandes hacia el norte, hacia zonas más frías en latitudes más altas, lo que dio lugar a la variación global del tamaño corporal que vemos hoy, donde las especies más grandes habitan en latitudes septentrionales. Además de que haya más especies de aves en los trópicos, las temperaturas más altas en latitudes bajas también son en parte responsables del menor tamaño corporal en los trópicos.
"Descubrimos que la diversidad regional de especies de aves es un factor predictivo del tamaño más potente que las temperaturas regionales, cuando analizamos cómo variaba el tamaño corporal de estos insectos en todo el planeta. En general, las especies son más pequeñas en climas más cálidos, pero la relación entre el tamaño y la latitud en la que viven las especies ha cambiado desde que las aves empezaron a evolucionar", explica Erik Svensson.
Como las aves capturan y comen libélulas y caballitos del diablo, y como a los depredadores les resulta más fácil capturar presas más grandes, las especies más pequeñas se desenvuelven mejor en presencia de depredadores. Saber dónde y por qué se dan en el planeta especies con distintos tamaños corporales es importante para comprender los riesgos de extinción de especies con características diferentes. Hoy en día, sabemos que las especies grandes suelen tener un mayor riesgo de extinción que las más pequeñas. Es importante ser conscientes de cómo la temperatura y el riesgo de ser devorado explican conjuntamente la variación global del tamaño corporal en estos insectos y otros grupos de animales.
"En la actualidad se presta mucha atención a la cuestión climática y a la importancia de la temperatura a la hora de determinar los riesgos de extinción de las especies. Nuestros resultados demuestran que la información sobre depredadores y tamaños corporales es importante para comprender plenamente la variación en la composición local, regional y global de las especies de este importante orden de insectos", concluye Erik Svensson.
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