Las empresas Coca-Cola, PepsiCo, Unilever, Nestlé, Procter & Gamble, Mondelēz International, Philip Morris International, Danone, Mars, Inc. y Colgate-Palmolive, no sólo generan productos que nocivos para la salud de los consumidores, sino también para el planeta, puesto que son las que más plástico generan en el planeta.
Eso no es todo, puesto que estas empresas tienen un vínculo directo con otras más de la industria petrolera: Exxon Mobil, Shell, Chevron, BP, DowDuPont… Este es el círculo vicioso de un tipo de consumo no sustentable en el que ganan las empresas y pierden los consumidores y el planeta, refiere el informe “Planeta Ultraprocesado: Los riesgos a la salud y el medio ambiente de los productos ultraprocesados”, presentado por la Alianza por la Salud Alimentaria.
“Cada vez hay más estudios que demuestran que el consumo de productos ultraprocesados se asocia con un 62 por ciento de mayor riesgo de mortalidad por todas las causas. Es decir, estos alimentos llenos de saborizantes, colorantes, aglutinantes… son un coctel de aditivos que están teniendo impactos muy importantes en la salud”, dijo Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, organización eje de la Alianza.
El informe recopila numerosos estudios y otros informes de la ONU, institutos de investigación y organizaciones como Greenpeace. Éste fue presentado a su vez con la campaña “Cuida tu salud, Cuida el planeta”.
El reporte cita los estudios de “Break Free from Plastic. Branded: Brand Audit Report 2021”, que refiere el volumen de plástico generado por estas industrias de alimentos.
Éste refiere que, en 2021, más de 11 mil voluntarios de 45 países realizaron 440 auditorías de marca en seis continentes. En total, se recogieron y analizaron 330 mil 493 piezas de contaminantes plásticos para identificar a las empresas que contaminan la mayor cantidad de lugares con la mayor cantidad de residuos plásticos. Los participantes documentaron marcas de 7 mil 762 empresas matrices. El análisis reveló que las empresas que más contaminaron con plástico en 2021 destacan principalmente las empresas transnacionales que venden alimentos y bebidas ultraprocesados. De ahí el “top ten” encabezado por la industria refresquera.
Por otra parte, el año pasado, Greenpeace presentó el informe “Las entrañas de la emergencia climática. Cómo las empresas de bienes de consumo están alimentando la expansión de los plásticos de las grandes petroleras”.
“Esta es la relación entre las cadenas de suministro de estas empresas con, por lo menos, una vinculada con los combustibles fósiles y petroquímica. Compran sus empaques de fabricantes que tienen sus suministros de multinacionales del petróleo, principales causantes del problema más importante que tenemos como humanidad, el cambio climático”, dijo Gustavo Ampugnani, Director Ejecutivo de Greenpeace México, durante la presentación del informe y la campaña de la Alianza por la Salud Alimentaria.
“Coca Cola pone en el mercado cerca de 120 mil millones de botellas desechables por año, equivale a 3 mil 800 botellas por segundo. No sólo ofrecen un producto dañino para la salud de las personas que genera adicción, sino que además se convierte en un residuo que se desecha y va a parar a los mares”.
En el mundo se producen 460 millones de toneladas de plásticos y, de acuerdo, a Naciones Unidas se vierten ocho toneladas al mar por año, esto equivale al contenido de un camión de basura cargado de plástico cada minuto, agregó el titular de Greenpeace.
“Si no se revierte esta tendencia, en 2050 puede haber más plásticos que peces en los océanos. En menos de 100 años la sociedad industrial habrá provocado tal desastre de magnitud planetaria por la plastificación de nuestras vidas”.
Por ello, es que las organizaciones civiles enfatizan la importancia de la salud planetaria con la humana.
“¿Cómo hemos llegado hasta este punto?”, cuestionó Mercedes López, directora de Vía Orgánica, durante la presentación. Refirió que se debe al tipo de consumismo propiciado por estas empresas junto con otras industrias extractivistas. “Eso nos ha llevado a esta situación en la salud de las personas y el planeta, permitido además por regulaciones y acciones laxas por parte de muchos gobiernos en el mundo”. Sin embargo, acotó, existen alternativas como cambiar el modelo agroindustrial y optar por un consumo agrícola responsable y sustentable.
¡REDUCIR!
El informe enfatiza la necesidad de una política de reducción de plásticos de un solo uso, así como protocolos vinculantes para asegurar que las políticas públicas para la promoción de dietas saludables sean salvaguardadas de conflictos de interés, refirió Alejandro Calvillo.
El documento insiste además en dejar atrás la cultura del usar y desechar y hacer que las empresas transiten a la reutilización. “Establecer una carga impositiva a los empaques plásticos de un solo uso por los costos que generan al medio ambiente, favoreciendo los empaques de reuso y la venta a granel”.
Además, proponen que las empresas, especialmente la de productos y bebidas ultraprocesados, inviertan en nuevas formas de distribución de sus productos utilizando empaques reusables, como sistemas de depósito y retorno y opciones para rellenar, y de comprar a granel.
“En conclusión, debe implementarse una política integral para combatir el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados, así como para prohibir la fabricación y uso de empaques plásticos utilizados, entre otras cosas, para la comercialización de estos productos. No son necesarios estos productos y sus empaques, dañan la salud y al planeta”.
RECICLAJE, LA FALSA RESPUESTA.
El informe recuerda además que la promesa de la industria de remediar su impacto a través del reciclaje es falsa. “El reciclaje se ha dado como la respuesta de las corporaciones al problema de la contaminación por plásticos, siendo una falsa solución y como lo han confirmado muchos expertos en materia de medio ambiente, no se podrá salir de esta situación únicamente reciclando”.
Agrega que el problema de los plásticos no empieza cuando se convierten en basura, sino que los efectos medioambientales del plástico comienzan en el momento en que se extrae el combustible fósil para crear la botella o el envase en cuestión. Por lo tanto, aunque se reciclaran todos los envases de plástico, no se revertirían los daños medioambientales ocasionados por su producción. “Adicionalmente, a menudo, el artículo fabricado con el plástico reciclado ya no es reciclable, por lo que el proceso de reciclaje sólo retrasa la inevitable eliminación del plástico en un vertedero sin evitarla por completo”.
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