![](https://lacronicadehoy-lacronicadehoy-prod.web.arc-cdn.net/resizer/v2/7QCHRGGFW3PKOGYKUGM6NH5BDQ.jpg?auth=642b6ba53f39099dd1d9de81627d1ab148d323df27967f390298543ed3b79f89&width=800&height=884)
“Yo no olvido al año viejo porque me ha traído cosas muy bellas...”
ya estamos a un día de empezar el año 2009, este 2008 particularmente pasó de largo en un abrir y cerrar de ojos, y con acontecimientos tan contundentes que marcaron la vida de más de uno de los y las mexicanas que habitamos este territorio diverso.
Se votaron reformas importantes para el país, siguió la lucha contra el narco y la delincuencia, personajes importantes consolidaron su poder, hubo marchas de maestros contra la educación, apareció una nueva forma de comunicación en mantas por parte de la delincuencia organizada, el Presupuesto de Egresos al final sí fue suficiente, esto y muchas situaciones políticas más fueron los encabezados del día en todo el país, noticias que iban de menor a mayor grado cada una de ellas y noticias que seguirán aconteciendo a lo largo del próximo año sin cesar, de acuerdo con la visión de cada uno de los periodistas que formulen su nota, a favor o contra alguien en particular o un bien mayor.
Pero este año no sólo dejó encabezados (o descabezados). Dejó la oportunidad buena o mala de fortalecer y ampliar nuestra experiencia personal o grupal.
Dejó dolor y también esperanza, cientos si no miles de recuerdos que incrementaron nuestro conocimiento y que removieron en lo más profundo del alma nuestros deseos más claros, como los más oscuros.
Dejó amigos y enemigos que destruimos o construimos en el camino, porque nos costaba o facilitaba el entender las visiones de ellos.
Dejó ruido y silencio, fatalidad y anhelo, providencia e injusticia, honestidad y cinismo.
Dejó un sinfín de colores, sabores, gustos, aromas, sentidos, percepciones, emociones.
Dejó marchar a gente querida a lugares desconocidos y dio la bienvenida a nuevos aprendices de vida.
Dejó pasos lentos en algunos y veloces en otros.
Quizá quisiéramos que ya terminara este año como terminaron los anteriores a éste, pues tenemos la creencia que dejaremos atrás todo aquello que nos impactó para bien o para mal, pero al final del día todo es una causa que nos lleva a lo que hoy somos, gracias a la capacidad de recibir y levantarnos cada vez que sea necesario para fortalecer nuestra experimentación y enseñanza de lo que aquí somos y venimos a hacer.
Sea pues este año que se va, la siembra de todos los años que vienen y con objetividad y veracidad, cosechemos los frutos de lo que plantamos, sólo para no desear que pase rápido y se acabe pronto, si no que se deguste con calma y en plena conciencia de lo que vivimos, sentimos, construimos y amamos en el tiempo presente, para que cuando brindemos en nuestros hogares tampoco olvidemos al año viejo, que no sólo me deja una buena suegra, también me dejó un año conscientemente vivido.
Feliz año 2008 a todas y todos ustedes, queridos lectores de La Crónica, que este año les deje la experiencia plena de cómo disfrutar el siguiente año 2009.
A este año que pasa velozmente, y está a punto de extinguirse, le agradezco conscientemente todo lo acontecido hasta el día de hoy en sus 364 días y contando... pues aunque no fue fácil, hoy tengo otro año más a mi favor para seguir acumulando experiencia. A ti dedico esta columna.
Gracias, padre.
arriolamonica@hotmail.com
Copyright © 2008 La Crónica de Hoy .