Los países de América deben acelerar las medidas para hacer frente a la creciente amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos (RAM) señalaron directivos de la Organización Panamericana de la Salud, apoyados en cifras presentadas el 27 de 0enero en Ginebra, Suiza, durante la 154 reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la región, "reconocemos que la creciente amenaza que representa la RAM exige nuestra atención inquebrantable y esfuerzos concertados", afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en una sesión sobre la aceleración de las respuestas nacionales y mundiales a la RAM.

Aunque el 83 por ciento de los países de las Américas cuentan con un plan de acción nacional multisectorial contra la resistencia a los antimicrobianos, "sólo el 46 por ciento de ellos se están aplicando eficazmente", añadió.

La OPS considera que la gravedad del problema que plantean las super bacterias y la resistencia a los medicamentos antimicrobianos debe ser abordado en América Latina de manera colaborativa, en la cual los países deben trabajar en colaboración entre sí y con los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones de la sociedad civil para "abordar este problema tanto a nivel regional como mundial".

AMENAZAS CLIMÁTICAS

El director de la OPS destacó que entre las prioridades de la región se debe poner atención a las enfermedades infecciosas, pero también hay que generar conciencia entre la sociedad y los tomadores de decisiones sobre la especial vulnerabilidad de todo el continente Americano a los efectos y desastres relacionados con el clima.

"Las poblaciones en situación de vulnerabilidad, las generaciones futuras y quienes viven en territorios susceptibles como los pequeños E0stados insulares en desarrollo o la selva amazónica son los que más sufren sus impactos, aunque son quienes menos contribuyen al cambio climático", indicó Jarbas Barbosa.

El doctor Barbosa subrayó que, si bien ha habido avances para abordar el impacto del cambio climático en la salud en la región, incluida una colaboración con la Unión Europea y el Fondo Verde para el Clima para ayudar a los Estados miembros a garantizar sistemas de salud resilientes al clima, "los progresos han sido desiguales".

Por ello, es crucial que el sector salud "integre consideraciones de equidad en los esfuerzos de adaptación y mitigación, contribuyendo así a un futuro más justo, sostenible y saludable para todos", subrayó.

Durante el Consejo Ejecutivo de la OMS, los Estados miembros también debatieron sobre los avances y los retos en la consecución de los objetivos de inmunización, así como sobre la mejora de la preparación y la respuesta ante emergencias y catástrofes sanitarias.

El doctor Barbosa mantuvo varias reuniones bilaterales con representantes de países de América Latina y el Caribe para tratar asuntos prioritarios, como las emergencias sanitarias, la importancia de abordar las enfermedades no transmisibles y la salud mental, y los brotes de dengue, entre otros temas.

El director de la OPS también se reunió con representantes de la Federación Internacional de Hospitales (IHR) para hablar de la colaboración para reforzar la gestión hospitalaria en América Latina y el Caribe.

Durante las reuniones con las delegaciones del Grupo de Estados Miembros de las Américas (GRUA) los países analizaron temas prioritarios, como el 14º Programa General de Trabajo (2025-2028) y la necesidad de garantizar una distribución equitativa de los fondos entre las regiones de la OMS y las emergencias sanitarias, entre otros.

El Consejo Ejecutivo de la OMS está compuesto por 34 miembros técnicamente cualificados elegidos por mandatos de tres años. Las principales funciones del Consejo son aplicar las decisiones y políticas de la Asamblea de la Salud, y asesorar y facilitar su labor. El Consejo actual está compuesto por seis Estados miembros del continente americano: Barbados, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Paraguay y Perú.

PREVÉN EMERGENCIAS

A la par del análisis que se hizo de los mayores riesgos de salud regionales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un Llamado a donantes para Emergencias en Salud en 2024.

Los fondos requeridos del Llamado a donantes buscan ofrecer cobertura en salud a más de 166 millones de personas vulnerables en todo el planeta, pues se estima que necesitarán asistencia sanitaria en 2024. La OMS tiene identificadas 41 crisis de salud en curso hasta fines de enero. Para encararlas es indispensable prestar servicios de atención en salud críticos y proteger a las comunidades vulnerables frente a amenazas cada vez más graves en todo el mundo.

A medida que los conflictos, el cambio climático y la inestabilidad económica siguen alimentando los desplazamientos, el hambre y la desigualdad, estas crisis mundiales se profundizan y aumentan la complejidad de las emergencias de salud en todo el mundo.

La región del continente americano no está exenta de esta escalada de crisis y de las crecientes amenazas interrelacionadas. La región, que sigue siendo la segunda más propensa a los desastres en todo el mundo después de Asia, continúa enfrentando desafíos sanitarios y humanitarios complejos y multifacéticos en un contexto de aguda inequidad dentro de los países y entre ellos.

En 2023, los países de América Latina y el Caribe lidiaron con los graves impactos de El Niño, que ha intensificado las vulnerabilidades existentes de las comunidades en riesgo. El fenómeno ha provocado diversos efectos en las precipitaciones y la temperatura, dando lugar a sequías, incendios forestales e inundaciones y causando trastornos en la vida y los medios de subsistencia de millones de personas. Las repercusiones de “El Niño” en la propagación de los arbovirus son evidentes en el fuerte aumento de los casos de dengue en 2023, con más de 4 millones de nuevas infecciones registradas en las Américas, superando ampliamente el récord anterior de 2019.

El aumento de los brotes epidémicos en toda la región se produce en medio de crisis humanitarias complejas y prolongadas, como la migración masiva en América Central y del Sur y la propagación de la violencia armada. Estas situaciones ejercen una presión adicional sobre los ya desbordados sistemas nacionales de salud, que aún se están recuperando de la pandemia de COVID-19 y luchan por mantener los servicios de atención esenciales y preventivos, incluida la vacunación.

En respuesta a estos retos, la OMS busca reunir mil 500 millones de dólares estadunidenses en financiación de la comunidad de donantes para proporcionar atención en salud que salve vidas a millones de personas en situaciones de emergencia y garantizar que no quede sin cubrir ninguna necesidad crítica.

Para el continente americano, se necesita un total de 133 millones de dólares para apoyar y ampliar la respuesta a las emergencias y crisis de salud en curso y reforzar la prestación de atención esencial a la población necesitada.

Resistencia Antimicrobiana, el “tsunami silencioso”

El abuso en la prescripción de antibióticos ha generado el creciente problema llamado Resistencia Antimicrobiana o RAM, que provoca que muchos pacientes no puedan curarse cuando se les aplican medicamentos antibióticos contra bacterias, esporas y hongos súper resistentes. Este problema ya provoca más de 5 millones de muertes anuales, en todo el mundo, y ya es considerado como un "tsunami silencioso" a nivel mundial, como informó en México, en noviembre de 2023, el doctor Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).