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Entre jabalíes de labios blancos y puercos de monte en Calakmul

En la aún vasta selva mesoamericana de Calakmul, podemos encontrar a las dos especies conocidas de pecaríes

Therya Ixmana

Pecarí de labios blancos (Tayassu pecari) después de enlodarse durante un día caluroso en el ejido Nuevo Becal, Calakmul, Campeche.

Marcos Briceño-Mendez.

Cuando uno piensa en jabalíes y puercos de monte, probablemente nos viene a la mente un grupo de animales de pelaje obscuro, bajitos y algo robustos, parecidos a los cerdos, que merodean entre la vegetación selvática, generalmente en busca de alimento.

En la aún vasta selva mesoamericana de Calakmul, podemos encontrar a las dos especies conocidas de pecaríes (Dicotyles tajacu y Tayassu pecari; Familia Tayassuidae) que solo habitan en el continente americano. Los pecaríes de Calakmul: pecarí de labios blancos o jabalí (Tayassu pecari) y pecarí de collar o puerco de monte (Dicotyles tajacu) son animales gregarios que forman grupos denominados piaras. La carne de ambos pecaríes es muy apreciada por la gente rural de Calakmul y también constituye una fuente de alimento importante para grandes felinos silvestres como el jaguar y el puma que ocurren en la región. Calakmul es una parte preponderante de la selva maya que alberga una alta diversidad de flora y fauna silvestre. Una de las especies que caracteriza a esta región, es el más grande y temible depredador del lugar, el imponente jaguar. Sin embargo, existen otros animales que son temidos tanto por sus depredadores naturales como por los campesinos y cazadores del lugar; nos referimos a los pecaríes. El pecarí de labios blancos o jabalí es una especie que ocurre comúnmente en cinco estados del sureste mexicano: Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo y Campeche. Estudios recientes señalan que en la región de Calakmul se encuentra la población más grande de pecaríes de labios blancos de todo México. El pecarí de labios blancos ha sido catalogado como una especie en peligro de extinción, principalmente por la pérdida de su hábitat y la alta demanda de caza que enfrenta (con fines de subsistencia y comercial) en el ámbito rural. Esta especie se encuentra como vulnerable en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), también se encuentra en la lista de especies silvestres de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).

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El ámbito hogareño del pecarí de labios blancos incluye sitios generalmente inundables, por lo que llegan a desplazarse grandes distancias de hasta 120 km², principalmente durante la época lluviosa regional (junio-septiembre). Las piaras pueden alcanzar hasta 300 individuos. Los pecaríes de labios blancos pueden vivir hasta 13 años y las hembras pueden tener hasta cuatro crías por camada, presentando periodos entre partos de 4 a 14 meses, las crías permanecen con la madre por tres meses y en caso de perderse la camada la hembra puede volverse aparear y dar una segunda camada anual. En edad adulta pueden llegar a pesar hasta 40 kg con una longitud corporal de 90 hasta 139 cm. Los pecaríes de labios blancos poseen una cola corta de hasta 6 cm de longitud, su pelaje puede ser negro, aunque es café con mayor frecuencia, sus mejillas son blancas, lo que le confiere el adjetivo calificativo de labios blancos para el nombre común de la especie. La alimentación del pecarí de labios blancos se basa en al menos 60 especies vegetales en la región de Calakmul. Las principales son ramón (Brosimun aliscatrum), zapote (Manilkara zapota), palma (Chamaedorea sp.) complementando su dieta con insectos, lombrices y algunos peces.

Por su parte, el pecarí de collar o puerco de monte es una especie de la que se conoce poco sobre su estado de conservación en Calakmul. Este pecarí se ubica en la categoría de preocupación menor en la Lista Roja de la UICN y no ha sido incluido en alguna categoría de protección en la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT-2010 en nuestro país. El pecarí de collar habita en sitios con presencia humana. Las poblaciones de esta especie que se encuentran en Calakmul, al igual que el pecarí de labios blancos, dependen de cuerpos de agua intermitentes (aguadas), principalmente durante la época de secas (octubre-mayo). Las aguadas, además de ser espacios para la hidratación de pecaríes, son una fuente de lodo que utilizan para regular su temperatura y como barrera de protección ante garrapatas y mosquitos. El pecarí de collar suele ser un corredor hábil, siendo esto una ventaja ante situaciones de ataque por sus principales depredadores como el jaguar y el puma. Los pecaríes de collar suelen estar activos tanto de día como de noche y se refugian en madrigueras ubicadas en oquedades de los árboles y el suelo, debajo de troncos o en espacios resultantes de edificaciones y vestigios de la antigua civilización maya. Al igual que los pecaríes de labios blancos, los pecaríes de collar son sociales pero sus grupos son más pequeños que los primeros y están conformados generalmente por cuatro individuos. En la edad adulta pueden alcanzar hasta 30 kg de peso y medir de 70 a 110 cm de largo, con una cola de hasta 5 cm de largo. El pelaje del pecarí de collar presenta cerdas castañas a negras y alrededor de su cuello posee una mancha blanca a manera de collar que caracteriza a la especie. Estos animales se alimentan de especies vegetales como el maíz (Zea maiz), ramón (Brosimun aliscatrum), el zapote (Manilkara zapota), la yuca (Manihot esculenta) y camote (Ipomoea sp.) y de invertebrados como insectos y lombrices. Las hembras pueden tener de una a dos crías. En cautiverio se tienen registros de animales que llegan a vivir hasta 13 años. Las dos especies de pecarí secretan un aceite con olor almizclado que resulta característico de este ungulado delatando su presencia cercana. Las secreciones son sustancias olfativas que permiten mantener unido al grupo durante su desplazamiento, bajo situaciones de estrés (riesgo de cacería) o como atrayente de las hembras durante el apareamiento y como mecanismo de cohesión social.

Marcos Briceño-Mendez .

La región de Calakmul constituye uno los principales remanentes de bosques en México y junto con las selvas de Chiapas y Quintana Roo, las selvas del Petén en el norte de Guatemala y las selvas de Belice conforman uno de los macizos forestales de mayor extensión propicio para gran diversidad de especies de flora y fauna silvestres. En este sentido, al tolerar la presión de caza y ser menos susceptibles a la cacería de subsistencia, contrario a los pecaríes labios blancos, los pecaríes de collar en Calakmul pueden ser una alternativa viable para cazadores de subsistencia y una opción de aprovechamiento cinegético. El potencial cinegético del pecarí de collar puede ser una alternativa que promueva la conservación de la región de Calakmul. Al conservar el hábitat de estas especies se conserva el hábitat de otras especies superiores e inferiores dentro de la cadena trófica, lo que mantendría el equilibrio ecológico. Sin embargo, para que esto suceda de manera adecuada se requiere el trabajo multidisciplinario entre la sociedad local, actores políticos y grupos científicos. De esta manera la región de Calakmul y los pecaríes de collar podrían mantenerse como un capital natural para la población rural del sureste de México.

Después de saber lo anterior, cuando pensemos en jabalíes y puercos de monte, no solo debemos de visualizarlos como especies similares a los cerdos, sino también reconocerlos como mamíferos silvestres de gran importancia socioecológica en selvas mesoamericanas como Calakmul.

Therya ixmana 1(3):95-97

https://mastozoologiamexicana.com/

Laboratorio de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, Departamento de Ecología Humana, Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Unidad Mérida, Mérida, Yucatán, México. marcos.briceno@cinvestav.mx (MB-M), montiels@cinvestav.mx (SM).

*Autor de correspondencia