Las causas del dolor son variadas, ya que contribuye mucho la edad, (los datos de BioMed Central nos dicen que el 19,2 % de las personas mayores de 65 años experimenta dolor de cadera durante al menos un mes al año), el tipo de vida, si se es deportista, etc.

Artritis

Dentro de esta enfermedad tenemos la osteoartritis, una de las causas más frecuentes del dolor de cadera en las personas mayores. Los extremos de las articulaciones están protegidos por un tejido llamado cartílago. Este se va gastando y estas zonas al final terminan “rozando”.

Entre los síntomas está el dolor, que se hace más fuerte con el movimiento, y la rigidez en la articulación después de un periodo de inactividad. Se diagnostica mediante una radiografía, de forma que si tenemos esos síntomas lo mejor es acudir a un traumatólogo cuanto antes.

Bursitis

Con el fin de amortiguar el movimiento de huesos, tendones, músculos, etc., tenemos unas bolsas llenas de líquido que se llaman bursas. Estas se pueden inflamar por sobrepeso, infecciones o un exceso de actividad y eso genera dolor en la parte exterior de la cadera. También se experimenta dolor al presionar la cadera o si nos acostamos sobre el lado afectado.

A la hora de diagnosticar la bursitis, suele bastar con un examen físico. En ocasiones, también se piden ecografías.

Tendinitis

Nuestros huesos están conectados a los músculos por una especie de bandas, los tendones. Rodean a la cadera y a veces se inflaman por causas similares a las de la bursitis. Si nos pasa esto, la cadera nos dolerá, en especial si hacemos alguna actividad física. Además, notaremos que la zona está muy sensible y enseguida nos molesta.

Cualquier traumatólogo notará enseguida de dónde viene el problema con una exploración, aunque con el fin de asegurarse puede solicitar una resonancia o pruebas de imagen,

Fracturas

Casi siempre las padecen las personas mayores, ya que sus huesos suelen estar débiles por la osteoporosis (una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan frágiles). Existe la idea de que la fractura se da siempre tras una caída, lo cual ocurre a veces, pero en muchas situaciones es la rotura la que hace que el anciano termine en el suelo.

Una cadera rota produce un dolor intenso, además de impedir caminar o incluso mover la pierna del lado afectado. También se ven moretones e hinchazón en la zona de la cadera.

Hay que operar y colocar una prótesis. Por eso, conviene acudir a un profesional con experiencia como el Dr. Manrique, uno de los mejores traumatologos en Monterrey. Eso nos asegura que la intervención será un éxito, ya que el anciano recuperará su calidad de vida enseguida, puesto que a los pocos días de la operación ya podrá caminar con la ayuda de un bastón o un andador.