Cultura

“Álvaro Obregón, uno de los creadores del corporativismo mexicano”: Felipe Ávila

El historiador presenta su libro “Álvaro Obregón. Luz y sombra del caudillo”, una biografía del militar y expresidente

entrevista

Álvaro Obregón.

Álvaro Obregón fue el militar invicto de la Revolución Mexicana, fue quien sin tanta experiencia administrativa llegó a ser presidente del país y fue el creador de instituciones y reformas constitucionales que sustentarían la vida política del país durante el siglo XX. La vida de este personaje es retomada por el historiador Felipe Ávila en el libro “Álvaro Obregón. Luz y sombra del caudillo”.

En el libro editado por Siglo veintiuno editores, el también director del Instituto Nacional de Estudios Históricos sobre las Revoluciones de México (INEHRM) menciona que Obregón nació en la hacienda Siquisiva, en el municipio de Navojoa, Sonora, una región de los pueblos mayo y yaqui.

“Nació en una zona netamente indígena, muy cerca de los valles yaqui y mayo, desde niño convivió con las tribus, incluso hay quien dice que aprendió a hablar las dos lenguas de estos dos grupos. Lo que sabemos es que tuvo un intercambio constante con estos pueblos y después siguió en contacto con ellos”, destaca Ávila.

Durante la Revolución estableció una fuerte alianza con los yaquis, quienes fueron un contingente importante de sus primeros ejércitos, agrega el historiador. “En sus primeras campañas como jefe del cuerpo del ejército del noroeste tuvieron una participación destacada para vencer a la División del Norte. Fue una alianza muy fructífera para Obregón”.

¿Por qué fueron polémicas sus reformas agrarias cuando llegó al poder?

Una vez que llegó a la Presidencia de la República (1920-1924) ya no veía con los mismos ojos las demandas de las tribus indígenas, ya tenía otros intereses y otra visión de estado y otra forma de entender el problema indígena y agrario.

"Optó por una solución de fuerza, una solución pragmática y desconoció varios de los acuerdos establecidos, se convirtió en un agente enemigo como lo habían sido todos desde Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Victoriano Huerta, Venustiano Carranza y Plutarco Elías Calles. El único gobierno que tuvo una actitud distinta fue Lázaro Cárdenas hasta los años 30".

El libro.

Una de las virtudes de Obregón fue su genio militar. “Fue el general más importante de la Revolución, fue el único general invicto y desde sus primeros debates demostró una enorme inteligencia militar”, indica Ávila.

En especial en la guerra defensiva era alguien que preparaba meticulosamente sus batallas, desde escoger el terreno, la colocación de sus distintas fuerzas, el clima, la geografía y también la psicología, la personalidad de sus enemigos, añade. “Supo sacar provecho a esa manera tan escrupulosa de preparación”.

Sin embargo, la figura de este militar es poco mencionada cuando se enseña la época revolucionaria y posrevolucionaria, expresa el funcionario.

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“A Obregón y a Plutarco Elías Calles se les asocia con la fundación de lo que fue el estado posrevolucionario con sus características negativas que se desarrollaron a lo largo del siglo XX y que fueron vistas como algo negativo que había producido la Revolución. Obregón está entre los creadores del corporativismo mexicano, un estado clientelar que estableció un pacto con las organizaciones sociales, que subordinó a sus dirigencias”, comenta.

En palabras de Ávila, a Obregón se le asocia con la creación del partido de estado, del partido hegemónico, aunque no tuvo responsabilidad directa porque el Partido Nacional Revolucionario (PNR) que derivó en el PRI, surgió como una solución de Plutarco Elías Calles ante la crisis política provocada por el asesinato de Obregón.

“Las bases, la creación de las organizaciones campesinas y laborales, los partidos regionales y los dirigentes que representaban a las organizaciones sociales, nacieron en el gobierno de Obregón, por eso es que en la génesis del partido de Estado está indisolublemente ligado a los nombres de Obregón y Calles”.

Lo que el historiador destaca en su libro es que, tras la destrucción del Estado oligárquico, Obregón inició la construcción de instituciones después de la Constitución de 1917. “Fue un proceso largo y a él le tocó poner las primeras piedras de este nuevo edificio estatal, por ejemplo, la creación de la Secretaría de Educación Pública”

Obregón en primera persona

Felipe Ávila comenta que en investigaciones anteriores, Obregón era visto desde la mirada de Zapata, Villa o Carranza. “Estaba como aliado o como adversario, pero no aparecía en primera persona. Era imprescindible, para mí, entenderlo, aprehenderlo y explicarlo”.