Cultura

Bixa Blú:“Me interesa que el graffiti sea una herramienta para concientizar sobre la violencia contra mujeres…"


No debe ser sólo letras sino que atienda problemas que suceden en nuestro entorno, añade la muralista callejera. “Busco crear una estética propositiva que ayude a entablar conversaciones con los espacios de las personas, sea cual sea”

Alejandra Atrisco, mejor conocida como Bixa Blú, trabajando.

“Me gusta el graffiti ilegal, pero siento que no es lo mío: corresponde a una corriente y modus operandi… yo busco que la gente no solamente vea las letras o entienda ese mensaje de los graffiteros, sino otros problemas que suceden en nuestro entorno, como la violencia hacia la mujer o conciencia sobre los animales”, declara la muralista y socióloga Alejandra Atrisco, mejor conocida como Bixa Blú.

En entrevista, la artista callejera explica que su intención es crear una estética propositiva que ayude a entablar conversaciones con los espacios de las personas, “sea cual sea”.

Para ello, la artista ha comenzado a darse a conocer por su uso de colores. “Mi paleta de colores ya internacionalmente se empieza a reconocer: si trae esos colores seguro es ella”, se enorgullece.

“Ahora quiero hacer un mural para niños con enfermedades raras, que pocos conocemos y no están siendo atendidas”, comenta sobre las temáticas que explora actualmente.

Desde que empezó a pintar ‘oficialmente’-“es decir con más ganas”, se ríe- en 2012, Bixa Blú ha participado en varios programas de vinculación con territorios marginados.

“Por mi formación también de socióloga me interesa que el graffiti sea una herramienta para poder concientizar y hacer del conocimiento de más gente”, agrega.

Otra pieza de Bixa Blú.

LABORATORIO

“Todos hablan acerca de si el Street Art es el nuevo muralismo o si no lo es y por qué, pero pocas personas se han intentado involucrar con los artistas callejeros y poner en sus manos conocimiento e información”, observa Bixa Blú.

Hace un par de años la invitaron a dar una charla en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), cuando se encontraba trabajando en el proyecto de Iztapalapa mural y “la onda de las mujeres y murales les empezaba a interesar a las instituciones”.

En ese entonces ella expuso su caso, como el de muchos artistas, pues ha sido invitada a conversatorios en Bellas Artes y otros recintos de la alta cultura, donde sólo recibe expresiones de apoyo ese día y jamás la vuelven a llamar.

“Está padre, pero ¿de qué nos servía? Es una crítica real, más allá de lastimar sentimientos y egos, ¿invitarnos un día a una charla en sus instituciones, si los demás días no vamos a poder tener acceso como artistas? Porque no somos artistas que vengan de una tradición económica familiar, no estamos patrocinados por nuestros papás, venimos de los barrios de la CDMX” manifiesta ahora, en recuerdo de aquella intervención.

A raíz de esa petición, recientemente Bixa fue invitada y partícipe de una serie de mentorías, con artistas como Carlos Amorales, dentro del programa de Laboratorio de paz y ¿Quién respalda al barrio?

“Es una pregunta que sabemos la respuesta: el mismo barrio se respalda. Cuando voy a Chimalhuacán preguntan por mí y la banda sabe quién soy. En Tepito pregunto por mi amigo Ismael, la banda sabe quién es y creas un pase mágico: así estés en el barrio más peligroso, si haces algo que tenga que ver con pintura pareciera que eres inmune en esa colonia porque el arte es tan sensible que puede agradar a políticos y delincuentes”, expresa.

En cuanto los aspectos positivos de esta iniciativa emprendida por el Centro Cultural Tlatelolco (CCUT), el Colegio de San Ildefonso y el Centro Cultural de España en México, Bixa destaca la voluntad de los asesores de abrir puertas expositivas.

“Lo interesante de este proyecto es que es el único en México que ha abierto puertas para que artistas de los barrios aprendan sobre Arte, nos llevaron al Museo y explicaron cosas, nos mostraron artistas interesantes. Es la primera vez que hay esa apertura en el país. He investigado mucho sobre el tema y es la primera vez que se abren diálogos con personajes de esa magnitud con artistas del barrio interesados en seguir apoyando sus comunidades”.

El programa también ofrece asesoría en el mundo de las galerías y perspectivas para explotar el arte urbano en el mercado artístico, así como conocimiento y encuentro entre artistas con perspectivas en común.

“Los asesores están interesados en poder abrirnos las puertas en el MUAC, instituciones que de pronto piden mucho currículum o que si no eres un artista consagrado y patrocinado por políticos jamás voltean a ver tu trabajo”, continúa Bixa cuya obra se presentará en la exposición 'Grietas y fisuras: donde se asoma la paz' junto con la de los otros 11 artistas que participaron en esta edición del programa.

“Entonces es algo bien interesante, todas las historias de mis compañeros, como la de Atardecer DWSK, es gente que ha trabajado con la comunidad. Ismael es un artista que estuvo en situación de calle y gracias a la RevistaMiValedor salió de las calles y se dedica a las artes”, agrega.

Otra obra.

ARTE SOCIAL

Los murales permiten resignificar espacios de la manera más concreta y cotidiana: ahí donde antes era una conocida escena de feminicidio ahora hay un mural, y la gente pide su parada o queda de verse “en la esquina del mural”. Esa es una de las experiencias más satisfactorias para la artista.

Actualmente, Bixa colabora con la marca Crayola y los Cardenales de la NFL.

“Estamos próximos a realizar otros murales en Sonora e intervenir su estadio en Arizona. Me llena de orgullo porque viniendo de un barrio como en el que nací y crecí… llegar aquí para mí es…”, se emociona.

Asimismo, la artista pretende ahondar sus exploraciones artísticas, aunque sigue interesada en la pintura. Relata que su familia siempre ha sido de economía baja y acostumbran ir los domingos al tianguis a ver “qué podíamos reutilizar”.

“Es algo que me llama la atención y por eso en este momento quiero involucrar estos residuos como parte de la creación de murales; bien inspirada por Siqueiros claro que fue el primero en usar otros materiales para pintar pero estoy interesada en eso y no porque la soldadura sea algo rudo no podemos hacerlo nosotras”, adelanta sobre sus proyectos.

-Y en cuanto a esa disputa entre el muralismo y Street Art, ¿qué piensas tú?

“Que el movimiento muralista o al menos los últimos muralistas son muy huraños. Como que sienten que si comparten su conocimiento ya no va a ser únicamente de ellos El muralismo tiene mucho interés, cuestiones estéticas particulares, que si aprendiéramos todos, otra cosa estaríamos hablando y creando”, responde Bixa.

Desde su perspectiva, los muralistas que quedan en nuestros días son celosos de sus puestos y recuerda que alguna vez se llevó a cabo un encuentro sobre muralismo, en el Palacio de Bellas Artes, donde hubo una mesa sobre graffiteros, sin graffiteros.

“¿Por qué no nos invitaron? Decían que porque lo que hacemos no es arte, que se va en un año, pero yo digo que es arte que corresponde a otra época, con otros fines, es más rápido, sin embargo, también está cuestionando y generando que se hable de México en otros lugares y que no solo se siga hablando de Diego Rivera, que fue un grande, pero actualmente ya muchos lo superaron, tienen ganas de salir del país y no se les da esa oportunidad”, continúa.

Para ella, el muralismo está dedicado a otro tipo de clase social, pues alguien del barrio tendría que estar trabajando como esclavo. “Para nosotros fue una herramienta interesante el poder pintar con aerosol, en cualquier soporte y sin tener conocimiento sobre arte”.

“Esta disputa ha sido muy interesante, claro, pero sigue siendo ganada por personas que no se atreven a pensar que el muralismo ha evolucionado a tal grado que las mujeres lo utilizan para hacer protesta, para tocar temas sensibles como una violación y ayudan mucho más que los murales de esa época”, opina.

También considera que se deben priorizar diálogos sobre el tema e investigaciones sociológicas sobre la creación de arte en las calles y los artistas que están creando en ellas, además de recibir el respeto de las instituciones, “que abran sus puertas”.

“Imagina si el gobierno abriera una clase de dibujo para las personas que pintan en las calles, tendríamos un nivel nato”, ejemplifica sobre el tipo de impacto que podría tener en la formación de artistas urbanos en el país si las instituciones pensaran en integrar estas formas de arte de manera que beneficie a los creadores.

¿Quién es  Bixa Blú?

Al principio, Alejandra Atrisco se daba a conocer como “bicha” en referencia al sonido que se hace a los gatos para que se acerquen (algo así como ‘bishobisho’). Por cuestiones de practicidad, rápidamente sustituyó la ch por una x, con lo que adquirió un matiz mexicano especial y en el camino, al nombre se le fueron pegando significados. Por ejemplo, Bixa es una planta que se usa para hacer el achiote.

“Me gusta todo lo que hay en mi país y al final es blú porque son fanática del azul, un color que aporta a sentirse en paz”, indica la artista.

En sus obras tiende a usar colores que detengan la mirada. “Que te tomes el tiempo de mirarlos y, una vez que tengo tu atención, analizar en azules una problemática. Por eso agregué el blú, pero sin la e porque mucha gente no habla inglés y así lo escribe, además en México hay 3 tonos de azules que hemos añadido al pantone mundial y eso es un logro”, añade.