Cultura

Carlos Martínez Assad: “No son suficientes las muertes para volver la vista hacia los emigrantes”

El Premio Crónica participa en el Coloquio Académico Tolerancia e Inclusión, de la Feria Universitaria del Libro de la UAEH

crisis

Pie El doctor Carlos Martínez Assad.

David Ordaz Bulos

No son suficientes las alarmas ni los desastres ni las muertes para volver la vista hacia los emigrantes, una población por 280 millones que viven en países diferentes a los de su nacimiento, de los cuales las niñas y niños menores de 18 años representan el 42 por ciento de todas las personas desplazadas forzosas, dice el doctor Carlos Martínez Assad.

Durante su participación en el Coloquio Académico Tolerancia e Inclusión, de la Feria Universitaria del Libro UAEH, señaló el investigador de la UNAM detalló las cifras de la situación de emigrantes en el mundo.

Explicó que hubo un incremento inusitado que superó en los primeros 20 años del siglo los cien millones de personas. “Eso explica que en Estados Unidos estén 50 millones, en Alemania 16 millones, en Arabia Saudita 13.5 millones, en Rusia 11 millones y en Reino Unido 9 millones de inmigrantes”.

Los datos de la ACNUR, añade el también Premio Crónica, en 2020 la cifra de refugiados alcanzó 82 millones 400 mil: son personas que salieron de sus países por las guerras, violencia, persecución y violación de sus derechos humanos, que resumen el maltrato, las manifestaciones racistas y otras muchas formas de la intolerancia.

Pero a esta cifra, agrega, se deben sumar los 5 millones 700 mil refugiados palestinos en Gaza, Líbano, Siria y Jordania. “Y más de 48 millones eran desplazados internos en sus propios países y 4 millones 100 mil adicionales eran solicitantes de asilo”.

La ACNUR, añade el investigador, también documentó que nacieron casi un millón como refugiados entre 2018 y 2020. “Son los sin país, es decir apátridas, categoría que lamentablemente se incrementará por las consecuencias de las guerras de nuestro tiempo”.

ASILO

Por otro lado, el doctor Martínez Assad dijo que las solicitudes de asilo pendientes de respuesta superan los 4 millones, y la cifra se incrementa día a día, convirtiendo a México en un claro ejemplo donde los solicitantes haitianos, salvadoreños, venezolanos y aún africanos y asiáticos suman más de cien mil.

“Muchos han sufrido el robo de su dinero en los altos costos que deben pagar a quienes les ofrecen trasladarlos a la meta más anhelada de llegar a Estados Unidos. Sufren de intolerancia racista y otras formas de violencia física. Además, hay cientos de muertos al intentar el cruce de la frontera norte del país enfrentados al inhóspito desierto o arrastrados por las corrientes del Río Bravo. En el Mediterráneo se cuentan por miles los migrantes procedentes de Libia y Siria que pretenden llegar a Grecia o a las costas italianas”.

Entre los datos más contundentes de este nuevo siglo de migraciones, agrega el investigador, del total global de 275 millones de migrantes y refugiados en el mundo, el 17 por ciento proceden del Medio Oriente. “De ellos, 29 millones son los trabajadores distribuidos en los países del Golfo y 5 millones 600 mil son sirios albergados por Turquía, Líbano y Jordania. Y ya en 2019 se contaban 2 millones 700 mil afganos registrados en Pakistán y en Irán”.

Lo que se cuenta de manera sencilla, explica, tiene muchas implicaciones: formas de racismo, discurso de odio, tráfico de personas casi siempre menores, prostitución, contrabando, corrupción, muertes. Los extremos son conocidos y sin embargo, una de las mayores dificultades es que se sigue viendo a los refugiados como invasores, lejos de entender que es el mundo actual el que cada vez nos acerca más derrumbando todas las barreras, aún los muros contruídos por el hombre.

México no es ajeno al proceso, indica, porque además de ser el país con el mayor número de migrantes, en 2020, año en que casi 10 mil mexicanos fueron forzados a desplazarse dentro del país y más de 100 mil tuvieron que hacerlo debido a desastres naturales.

Casos insólitos es como el de Tenosique en Tabasco, es uno de los mayores receptores de solicitudes de asilo. Y como un caso inusitado cerca de 40 mil chiapanecos han huido hacia Guatemala agobiados por la delincuencia y el crimen organizado.