Cultura

El Colegio Nacional recordará a Jesús Kumate y Ruy Pérez Tamayo, a cien años de su natalicio

Con motivo del homenaje que se realizará este lunes  a las 18 horas, El Colegio Nacional nos comparte un par de textos biográficos de los médicos  · Será coordinado por Adolfo Martínez Palomo y Julio Frenk

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El homenaje este lunes en la sede de El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro Histórico, CDMX.

Jesús Kumate Rodríguez y la pediatría mexicana

Jesús Kumate Rodríguez (1924-2018) solía experimentar "una alegría especial" al ver que los niños recuperaban su salud. "Uno no acepta la muerte de un niño", solía decir. Para Kumate Rodríguez, la medicina era una vocación. Gracias a su labor, mejoró el sistema de salud mexicano y redujo la mortalidad infantil mediante estrategias de vacunación.

Además de ser médico, Kumate Rodríguez ocupó importantes cargos públicos. Dirigió la Unidad de Investigación Médica en Bioquímica del Centro Médico Nacional Siglo XXI, coordinó los Institutos Nacionales de Salud, fue subsecretario de Servicios de Salud y, posteriormente, titular de la Secretaría de Salud federal. También presidió el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza, entre otros organismos internacionales.

Al margen de su carrera como funcionario, Kumate Rodríguez fue docente en la Escuela Militar de Medicina, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Universidad de los Andes en Venezuela, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.

Kumate Rodríguez nació en Mazatlán, Sinaloa, el 12 de noviembre de 1924. Su infancia fue feliz; le encantaba nadar dos veces al día con su hermano en las playas de Mazatlán, y cada verano visitaba con su familia una ranchería, lugar sin acceso a agua potable ni drenaje. "Las enfermedades eran cosa seria", recordó.

En esa ranchería, Kumate Rodríguez solía ver procesiones fúnebres donde los deudos cargaban pequeñas cajas blancas. Cuando preguntó qué contenían, le respondieron: "un angelito". Años después, comprendió que eran niños fallecidos a causa de la diarrea. Esta realidad despertó su vocación por la medicina, por loque decidió estudiar en la Escuela Militar de Medicina.

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Continuó sus estudios en Estados Unidos y Europa, y se doctoró en Ciencias en el Instituto Politécnico Nacional. Como investigador, Kumate Rodríguez estudió bioquímica, fisiopatología del hígado, infectología e inmunología, centrándose en pediatría. En 1937, publicó su libro Manual de Infectología, que se convirtió un material de referencia para la formación de médicos mexicanos y extranjeros.

Kumate Rodríguez ejerció la pediatría en el Hospital Infantil de México, donde vivió experiencias entrañables, como cuando dio de alta a un niño que no quería irse porque “en su casa no lo peinaban, bañaban, ni alimentaban como en el hospital”. Durante su tiempo en el hospital, ocupó varios cargos, y llego a ser su director.

Tiempo después, se incorporó a la administración pública. "Entonces sí, pude hacer lo que deseaba desde niño y para lo que me había preparado desde joven: reducir la mortalidad infantil", comentó en una entrevista.

Como secretario de Salud, enfrentó las epidemias de sarampión y de cólera. Entre las medidas que implementó para contenerlas, destacó la cloración del agua, la rehidratación y la aplicación de una segunda dosis de la vacuna contra el sarampión. Su dedicación en defensa de la salud y de la pediatría fue reconocida con numerosos galardones nacionales e internacionales.

Kumate Rodríguez ingresó a El Colegio Nacional el 23 de octubre de 1974. Su lección inaugural, titulada "La inmunidad en la reproducción", fue presentada por Manuel Martínez Báez, quien destacó que la relevancia de la inmunología aseguraba "el inicio de una etapa brillante en el progreso de nuestra institución".

A pesar de haber contribuido como ningún otro médico en el siglo XX a salvar vidas en México, Kumate Rodríguez afirmó: "No soy un santo. Tampoco soy un funcionario que cambió a México. Aún no he cumplido al cien por ciento mi meta".

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Ruy Pérez Tamayo: versatilidad del saber

Ruy Pérez Tamayo nació el 8 de noviembre de 1924 en Tampico, Tamaulipas. Desde su infancia mostró un amplio rango de intereses, pero finalmente se decidió por la medicina, inspirado por su hermano mayor.

En 1948 se graduó como médico cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM, donde fue alumno del doctor Isaac Costero, y en el extranjero (EUA), de Gustave Dammini y Lauren Ackerman. También obtuvo el grado de doctor en Inmunología en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. Paralelo a su vida estudiantil, Pérez Tamayo ejercicio la docencia, por su aspecto juvenil recibió el mote de ‘niño catedrático’. Siempre creyó en las universidades públicas como motor del avance. Según su visión del mundo, el conocimiento funcionaba como la moneda del futuro.

Pérez Tamayo confesó: “nunca me ha gustado perder el tiempo”. Y era cierto. En 1974 fundó la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina en el Hospital General de México. Dirigió el Departamento de Patología del Instituto Nacional de Nutrición ‘Salvador Zubirán’, el Departamento de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina de la UNAM, el Departamento de Biología Celular del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM; presidió el Consejo Mexicano de Médicos Anatomopatólogos, fue consultor de los Laboratorios Miles de México y profesor visitante en distinguidas universidades, como Harvard, Johns Hopkins, Yale, entre otras.

Pérez Tamayo es considerado uno de los patólogos más notables de México. Estudió los mecanismos celulares, las lesiones, la formación de fibras colágenas, la cirrosis hepática y los procesos naturales del cuerpo, como la cicatrización de heridas. Fue pionero en la descripción de enfermedades, como la neumonitis reumática, varios tipos de cáncer, la amibiasis cutánea y el enfisema bronquiolar. Además, estudió los mecanismos celulares y las causas de muerte más frecuentes en México.

El dinamismo de Pérez Tamayo también se reflejó en su dominio del lenguaje. Además de hablar, escribir y traducir en español e inglés, dominó el francés, alemán e italiano. A lo largo de su carrera, publicó más de 170 artículos en revistas nacionales e internacionales y 87 libros que abarcaron desde temas científicos hasta ensayos sobre la historia de la medicina y divulgación científica. Entre sus obras destaca Mechanism of Disease (1961), uno de los pocos libros médicos escritos por un latinoamericano, y sigue siendo utilizado por estudiantes en Estados Unidos.

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Miguel Reyes-Múgica, exalumno y amigo de Ruy Pérez Tamayo, señaló que el médico encarnaba la famosa frase de Albert Einstein: "no entiendes algo realmente hasta que puedes explicarlo de manera sencilla". Pérez Tamayo lo logró en su amplia obra publicada, donde desglosó complejos fenómenos biológicos; sin embargo, solo basta saber leer para entenderlos. Por su habilidad para moldear y trabajar el lenguaje y su intensa actividad literaria, ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua en 1986.

Pérez Tamayo se involucró en otras áreas ajenas a la medicina, como la literatura. En 1971 publicó el cuento corto El viejo Alquimista, donde criticó del sistema de jerarquías y corrupción en los medios de investigación científica del mundo. Esta obra contiene gran cantidad de referencias culturales y filosóficas discretamente enunciadas.

Su carrera fue honrada por múltiples reconocimientos, nacionales e internacionales, como el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1974 en Medicina, Biología Celular y Patología; el Premio Rohrer 1988; el XXXIII Premio Internacional Menéndez Pelayo 2020, entre otros. Ingresó a El Colegio Nacional el 27 de noviembre de 1980. Su discurso “Un fantasma en el siglo XX” fue contestado por Jesús Kumate Rodríguez.

Falleció el 26 de enero de 2022 a la edad de 97 años en Ensenada, Baja California. Su deceso lo lamentaron distintas instituciones académicas y científicas, que resaltaron sus contribuciones a la medicina. Su vida es un ejemplo para las generaciones futuras, al recordarnos que nada es fácil, pero lo difícil solo cuesta más trabajo.   

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